TREINTA Y CINCO

7.6K 1K 2.3K
                                    

—¡Mami, mami, Felix no quiere dejarme postre!

—¡Es mi trozo de pastel, a ti ya te dieron!

—Niños, ya discutimos esto—regañó Ryunjin a sus dos hijos.—Es para nuestro invitado, no sean maleducados; ustedes disfrutan de mis dulces todo el tiempo. Además de seguro Changbin querrá llevarse un poco a su casa, ¿no, cariño?

El pelinegro estaba sentando en medio de los dos hermanos, quedando frente a él la señora Lee junto con su esposo. Habían tenido la amabilidad de invitarlo a comer y Changbin había estado algo nervioso, pero logro mantenerse tranquilo. Había recurrido varias veces a esa casa lo que implicaba tener que interactuar con los adultos. Estos, por otra parte, le habían acogido con mucho cariño como otro amigo más de su hijo—aunque Ryunjin estaba al tanto de otra información—todo marchaba en armonía.

—Y dime Changbin, ¿qué quieres hacer cuándo termines la escuela? Nos ha contado Felix que has mejorado bastante en el rendimiento académico—habló esta vez el padre de Felix con voz autoritaria, pero amable.

—Bueno, la verdad...aún estoy, analizando mis opciones, debo encontrar algo que pueda ser estable para mi futuro, así que debo pensarlo bien—contestó lo que creyó necesario. Felix le brindó una media sonrisa y un asentimiento.

—Lo importante es que sea algo que te haga feliz—dijo la mujer dando toques a la mesa—Si es así, la prosperidad vendrá luego. ¡Yo no aspiraba tener mucho éxito en la cocina! Pero me arriesgue porque era lo que me apasionaba y aquí estoy. No lo soy la mejor chef de mundo, pero puedo decir que logré algo bueno. 

—Usted es muy buena, cocinando. No he comido de muchos chefs, pero...sin dudad usted es la mejor—se atrevió a soltar aquel cumplido que hizo a Ryunjin sonrojar

—¡Oh, eres todo un amor, Changbin! Por eso te daré el pastel sobrante—mencionó con dulzura yendo a la cocina.

Changbin leyó como Felix formulaba un te odio en sus labios, y volcó sus ojos divertido como respuesta.

Como le gustaría que su madre pensase de esa forma con respecto a los estudios. Tener algo de apoyo de su parte es lo que más necesitaba. Todo sería más sencillo. Igualmente le alegraba que Felix y Lucy pudiesen tener unos padres tan atentos y comprensivos, no merecían menos.

—¿Y qué hay del amor, Changbin? ¿No hay alguien especial en tu vida? Yo tuve que pasar por muchos corazones flechados hasta llegar a mi esposa—susurró esa última parte a modo de confidencialidad.

Felix temió que su padre estuviese siendo muy directo con preguntas que obviamente no son cómodas para Changbin, pero el pelinegro le señalo con la mirada que estaba bien.

—No, señor, aún no hay nadie, creo que yo no pasare por muchos corazones flechados—respondió naturalmente.

—¡Con esa cara! Creí que serías todo un casanova ¡Me sorprende como no has flechado a nuestro hijo!—exclamó en voz alta, y fue momento perfecto para que Felix se pusiese tan rojo como un tomate sin lugar en donde ocultarse, Lucy abriese su boca con la más grande sorpresa, y Changbin formara una sonrisa igual de apenada sin saber que responder.

—Eh-h no, bueno...—titubeó Changbin.

—¡Por Dios, me voy veinte minutos y ya incomodas a nuestro invitado!—llegó Ryunjin con un gran trozo de pastel a la mesa puesto en una cajita blanca.—Disculpalo, cariño, es político, está acostumbrado a soltar comentarios inapropiados de la nada.

Felix agradeció a su madre con la mirada, pero otra pequeña saltó al debate.

—¡Mamá! ¿Si Changbinie se casa con Felix pueden adoptar un cachorrito? ¿Pueden, pueden, pueden?—rogó la niña impulsándose con sus brazos sobre la mesa.

Stay With Me ↬【Changlix】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora