CINCUENTA Y TRES

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—¿Crees que está bien?

—Está increíble.

Chan sonrió complacido ante el cumplido. Terminaba de hacer los últimos arreglos de una canción cuando Woojin fue a visitarlo. El chico iba de regreso a casa luego de su práctica de béisbol, pero le fue inevitable no hacer una pequeña parada en el estudio.

Todos los chicos habían aprendido mucho del proyecto de Bang Chan.

Al parecer, él había formado parte de una empresa de entretenimiento en Australia. Siendo muy destacado por sus cualidades y compromiso. Pasado el tiempo, tuvo coraje de contarle a sus superiores el proyecto en mente de crear otra sede de estas en Corea. Con aprendices que pudieran convertirse en productores, coreógrafos, compositores...

Él quería crear artistas autosuficientes, explorar al máximo las cualidades de cada uno. Sacar increíbles cosas de las ideas individuales y unirlas con las de los demás en un completo grupo de trabajo.

Claramente también requería profesionales. Un joven como él, por más dotado que fuese, no podía brindar todo el conocimiento solo. Le facilitarían gente con experiencia en cada campo. Él se encargaría primeramente de la conexión con los nuevos aprendices.

Es allí donde entraban sus amigos.

Coincidencia o no el haberse conocido. Chris los necesitaba caminando junto a él, para de esa forma encontrar un sentido juntos.

Por eso, estaba un tanto frustrado al ver que uno de ellos no quería seguir.

—Eres un cantante increíble—insistió por milésima vez. Woojin estaba sentado a su lado con el uniforme sucio en las rodillas. Traía el cabello despeinado y marcaba el ritmo bajo de la música de fondo con su pie izquierdo.—No entiendo porque no quieres...

—No es que no quiera, es más complicado que eso.

—Incluso si deseas ser solista....—continuó.—Podemos explorar los géneros que te gusten, podrías escribir tus propias canciones, podrías...

—No es ese el problema, Chris, va más allá de eso...

—¿Qué no estás contando?—lo atrapó finalmente. Woojin suspiró sintiéndose acorralado.

—Tuve una evaluación el mes pasado—relató.— Scouts de equipos nacionales e internacionales estuvieron presentes y... llamé la atención de dos de ellos.

—¡Oye, amigo, pero eso es increíble!—exclamó el peligris abriendo las manos.—¿Te firmaron? ¿Con quién estás? Dios, esto es...-

—Firme con un equipo de Estados Unidos—respondió dejándolo todo el humor más claro.

—Oh...—murmuró.—Ya lo...ya lo entiendo.

A eso se debía el rechazo de Woojin ante la propuesta de Chan de ser parte del proyecto. Él había encontrado otra mejor oportunidad, que claramente no iba a rechazar y Dios, su mente debía estar pensando miles de cosas al respecto.

—Aún no sé con exactitud cuándo me voy, pero será pronto. Debo comenzar otro tipo de entrenamiento...y, una nueva vida allá.

—Pero oye, no lo digas así—bajó volúmen a la música para que solo sus voces fueran las escuchadas.—Es grandioso, tú, tendrás mucho éxito. Podrás darle todo a tu familia. Tu esfuerzo ha sido recompensado, ¿a que se debe tanta tristeza?

—¿Y si todo cambia?—inquirió.—¿Y si ustedes cambian? ¿Y si yo cambio? No quiero alejarme de lo único que conozco...eso me aterra.

—Todos cambiamos, Woojin. No podemos ser los mismo chicos por siempre, pero eso no tiene que convertirse algo malo—negó.—Tú cambiarás, tanto física como mentalmente. Nosotros igual. Vamos a madurar, conocer a otras personas, vivir nuevas experiencias, ¿y qué? ¿Qué es lo que te aterra?

Stay With Me ↬【Changlix】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora