Capítulo 8: Cien cartas

183 16 0
                                    

Luego de lo sucedido en el club,  Charlotte estuvo tratando de evitar a Kevin.  Solo lo veía en los ensayos y en el concierto,  pero del resto,  trataba simplemente de no entrar a los lugares donde él  estaba.

Aquello no era muy notorio para el resto del grupo,  pero para Melanie si.  No entendía muy bien la actitud de Charlotte,  aparte que ella no le había contado lo que había pasado aquella noche.  Simplemente decidió ocultarlo. 

Ese día iban a presentarse en el lugar donde nació.  Y estaba feliz de recorrer las viejas calles que la vieron crecer.  Cada día que pasaba más gente llegaba a detenerle el paso y pedirle autógrafos,  pero estaba feliz de que no fueran reporteros.  Sino personas amables que se acercaban con timidez. 

-¿A donde iras? - le pregunto Melanie.
-Voy a caminar un rato.
-Sabes que no deberías ir sola por allí.
-Estare bien. Conozco este lugar.
-Sabes que quisiera acompañarte,  pero tengo una cita con AJ.
-Vaya... Cita,  tras cita,  tras cita.  -Sonrió -. Las cosas parecen ir muy bien,  eh.
-Si.  Es un sueño hecho realidad. 
-Me alegro por ambos. 

Luego de aquella pequeña charla,  Charlotte tomo sus lentes y su chaqueta y salió del hotel.  Por cada calle a la que iba escuchaba alguna noticia relacionada al concierto,  a ella o a su "relación con Kevin ", ninguno de ellos había salido a negar aquellos rumores y Charlotte no entendía porque.

Al menos ya estaba un poco más acostumbrada a verse en portadas de revista o en la televisión.  Era algo extraño,  pero ya era más aceptable para ella.  Estaba ansiosa de ir a Nueva York,  pues quería ver a su madre y contarle todas sus experiencias.  Todos los momentos asombrosos que tenía por esta gira. 

Luego de caminar y caminar,  se dio cuenta que había llegado a su antiguo hogar.  Se quedo de pie, frente a aquel lugar,  mirando fijamente aquella antigua casa.  Todos los recuerdos felices volvieron a su mente. Su padre,  junto a ella en una fría noche y su madre quien preparaba un pastel en la cocina para celebrar su cumpleaños.

-¿Acaso vas a comprarla?

Aquella voz conocida para ella la saco de su trance.  No se giró,  pero moría de la vergüenza.  Esta vez no podía correr a ningún lado ni había nadie más  para salvarla.

-No seria mala idea.  -Susurró-. ¿Que haces aquí?
-Es mi hogar.  También quise venir a dar una vuelta.  Pero no esperaba encontrarte aquí.
-Vaya,  parece que pensamos igual. 
-Eso parece. 

Charlotte se dio la vuelta y miro a Kevin,  estaba vestido completamente de negro,  con su clásica gabardina.

-Me pregunto si Dee Dee aun estará allí. -Diji Charlotte mirando la tercera casa a su izquierda.
-Puedes ir y averiguarlo.
-No.  No he hablado con ella en años.
-Parece que tú don es fallar a las promesas. 
-¿Qué? -Pregunto totalmente confundida.  No tenía idea de porque le habría dicho aquello.
-Sabes a lo que me refiero.
-No,  en realidad no entiendo.  Para ser sincera ni siquiera puedo entenderte a tí. 
-No espero que lo hagas.
-¿Que sucede contigo,  Kevin?, ¿Por qué me odias tanto?
-No finjas,  Charlotte.  -Dijo,  acercándose más a ella.
-¡No estoy fingiendo!, simplemente no tengo ni idea.
-Pense que teníamos algo especial.  Lo creí por meses.
-¿Que dices?
-¿En serio,  Charlotte?, ya no tienes porque fingir que no lo recuerdas. -Sonrio,  pero era una sonrisa llena de dolor-.  Te escribí cartas por cuatro meses.  Me respondías y luego...  Te fuiste.  Ni siquiera un adiós.  Estuve esperándote en ese lugar por dos horas.
-Kevin... No tenía ni idea.  -Camino hacia él,  pero entonces el retrocedió unos pasos -. Nunca recibí esas cartas.  Yo... Nunca. 
-Por Dios,  Charlotte.  Michelle se encargaban dártelas.
-¿Michelle Smith? - él  asintió -. Kevin,  ella estaba perdidamente enamorada de tí. No iba a darme esas cartas,  ¡jamás!
-¿De verdad piensas que voy a creerte eso?
-¿Sabes qué?, no tengo porque inventar una historia.  Es la verdad. Nunca recibí tus cartas, no tenía idea de que tú...
-¿De que yo te quisiera? -Charlotte quedo totalmente fría ante aquella declaración. Jamás pudo imaginar que Kevin en algún momento se haya fijado en ella-. Pues si.  Te quería.  Tú  me inspirabas dulzura, confianza, me habría gustado protegerte de cualquier cosa que pudiera hacerte daño. 
-Kevin...
-No,  déjame terminar.  -Volvio a caminar hacia ella y esta vez tomo su rostro en sus manos-. Se que eras joven y por eso era algo que no podía decirte ni decirle a nadie,  imagina las barbaridades que habrían dicho.  Pero cada vez que tenía la oportunidad de estar a tu lado,  trataba de protegerte y se que lo recuerdas.  Pero te fuiste...  Y entonces todo lo que sentía desapareció.

Charlotte lo miro a los ojos.  Ahora podía entender un poco sobre la forma en que él solía observarla.  Entendía porque era tan cortante y alejado,  creía que había jugado con sus sentimientos.  Pero nunca,  nunca recibío alguna carta.

Y de pronto...  Una multitud estaba cerca de ellos.  Claramente habian sido reconocidos y entonces tuvieron que salir corriendo de allí. Luego de escapar por unos minutos,  llegaron al hotel.  Ninguno de los dos hablo.  Simplemente se miraron y Kevin siguió su camino. 

No podía creerlo.  Kevin había sentido algo por ella y no lo supo en aquel momento.  Estaba molesta,  frustrada,  triste, pero no entendía porque.  Habia sido hace 8 años.  Algo del pasado. O al menos Kevin le había dejado claro que era algo del pasado. 

Aquella noche, al cantar junto a él ni siquiera podía mirarlo a los ojos.  Una parte de ella quería salir corriendo de allí,  pero no podía hacer eso y perjudicar el show.  Tenía que ser fuerte.  Por lo que siguió allí, cantando junto a Kevin y al resto. 

Cuando la presentación finalizo,  fue directo al camerino,  no se quedo detrás del escenario para terminar de ver el show de los chicos.  Se dejo caer  en el sofá y cerró los ojos.  ¿Por qué  le afectaba aquella declaración?, era cosa del pasado,  o al menos eso era lo que seguía repitiendo en su mente. 

-¿Estas bien? -Pregunto Melanie al  verla acostada en el sofá.
-No.  -Suspiró,  abrió los ojos y entonces miro a su amiga-. Kevin me confesó que sentía algo por mi.  Antes. 
-¡¿Qué?! -Pregunto Melanie,  de la sorpresa tapo su boca con sus manos.
-Como lo escuchas.  Por eso actúa así conmigo.  Según él,  yo contestaba sus cartas y...  Le rompí el corazón.
-¿Y fue así?
-¡Claro que no!, ni siquiera tenía idea.  Pero creó que la persona encargada de "entregarme" las cartas fue la culpable de todo esto. 
-Y...  ¿Que harás?
-¿A que re refieres? -pregunto Charlotte in poco confundida. 
-Bueno...  Por la forma en que Kevin actúa no creó que eso haya quedado en el pasado. 
-¿Que quieres decir?
-O vamos,  Charlotte.  Sabes lo que quiero decir.  Puedo ver que Kevin aun siente cosas por tí. 
-Estas loca.
-No,  sino sintiera nada,  habría olvidado aquello y listo.  Pero esta aun angustiado por algo que paso hace ocho años. 
-No creó que él...  -Ni siquiera pudo terminar lo que iba a decir.  Simplemente se levantó del sofá y camino hacia el espejo -. Además,  cada noche esta con una chica diferente.  ¿Crees realmente que piensa en mi?, porque yo no lo creó. 
-Bien,  olvidemos a Kevin por un momento.  ¿Que sientes tú?

Charlotte miro fijamente el espejo y clavo los ojos en su amiga.  No esperaba aquella pregunta y tampoco tenía alguna respuesta del todo clara,  pero tratando de ser rápida, respondió. 

-Nada. No siento nada por Kevin. 
-Que mentirosa. 
-Es la verdad.
-Puedes engañar a Kevin,  a todos,  pero te conozco bien.  Algo muy,  muy, muy  en el fondo de tí siente algo por él. Solo que tienes miedo de admitirlo. 

Prefiero simplemente no responderle a Melanie. Porque siendo totalmente sincera,  ella ni siquiera entendía que sentía con respecto a él.  Se sentía algo confundida y extraña por su confesión,  pero no sentía amor hacia él.

-Hola,  pequeña Charlotte.  -dijo Brian cuando se sentó en su mesa -. Kevin me dijo que te confesó todo.
-Asi que tú lo sabias. 
-Honestamente no conocía toda la historia.  Sabia que estaba algo dolido, pero no sabia bien como habían sido las cosas.
-No recibí esas cartas, Brian.  Te lo puedo jurar. 
-No es necesario.  Además,  no importa que crea yo.  Kevin es muy terco. 
-Puedo notarlo.  -tomo un poco de su café -. Lo único que me molesta es que crea que yo jugué con él.
-Es porque esta herido,  Char.  Seguramente no fue fácil aceptar para él  lo que sentía por tí.  Recordemos que tú  eras...  Varios años menor. 
-Lo sé, lo sé.  -Suspiro, para luego tomar la mano de Brian por encima de la mesa-. Eres un sol,  de verdad.  Gracias por escucharme. 
-No tienes que agradecerme,  pequeña Charlotte. 

A ella le gustaba poder tener a Brian para desahogarse.  Porque aunque Melanie  era su amiga,  ahora ella estaba centrada en AJ y no quería arruinar su felicidad con sus problemas.  En cambio,  Brian de repente aprecia justo en los momentos que lo necesitaba, como un ángel.


Show me the meaning of being lonelyWhere stories live. Discover now