Capítulo 29: una mala noche

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Charlotte salió de la habitación, bajo despacio las escaleras y una vez que estuvo en el living escucho la voz de su madre y de Kevin, quienes estaban en la cocina. Camino hacia ellos y al entrar, Elizabeth casi corrió hacia su hija.

-¿Cómo te sientes, cariño? -pregunto preocupada.
-Estoy mejor. Pero he llegado a la conclusión de que ahora odiare la comida china.

Kevin sonrió y Charlotte se acercó a él para darle un beso. Elizabeth había preparado el desayuno y rápidamente les sirvió a ambos. Aunque Charlotte indico que no tenía hambre, tanto Elizabeth cómo Kevin le dijeron que debía comer o entonces podría debilitarse.

Tal como si fuera una niña pequeña, tuvo que comer sin decir ni una palabra. Mientras tanto Elizabeth hablaba de la abuela Judith, quién vivía con Christian, el tio de Charlotte. Estaba mejor de salud y eso realmente tranquilizaba a Charlotte.

Estuvieron allí toda la mañana, pero debían prepararse para el concierto. Así que Charlotte se despidió de su madre, aunque le dijo que en la noche volvería a quedarse allí. Kevin y ella tomaron un taxi hacia el lugar del concierto, pues seguramente los chicos estaban allí, esperándolos para ensayar.

-¿Segura que te sientes mejor? -pregunto Kevin, mientras tomaba fuertemente su mano.
-Si. -ella lo miro y formó una pequeña sonrisa en su rostro-. Fue la comida. Quizás no debí comer tanto. O era algún virus.

Kevin era muy protector, así que tuvo que tranquilizarlo. Al llegar al lugar, bajaron del auto y tuvieron que entrar corriendo, pues afuera había una multitud de fans esperando. Una vez adentro, Melanie se acercó a ellos.

-Hola tortolitos. Hasta que aparecen. Tienen media hora de retraso.
-Lo siento. -dijo Charlotte.
-No tienes que disculparte. Vamos, ve a ensayar.

Charlotte se despidió de Kevin con un beso y se fue al salón de al lado. El reportorio iba a cambiar, pues Charlotte quería incluir nuevas canciones, así que debía practicarlas. Al principio Melanie no estaba de acuerdo en cambiar el reportorio que todos conocían, pero Charlotte la convención de hacer cosas nuevas.

Estuvo ensayando por un par de horas. Estaba agotada, pero feliz de hacer lo que tanto quería. El show estaba por comenzar, así que tomo una ducha, se colocó el vestuario y era maquillada por Margaret, como de costumbre. Pero antes de salir al escenario, nuevamente se empezó a sentir mal.

-Charlotte, estás pálida. -le dijo Margaret-. Y tus manos están frías.
-Son los nervios. Cantaré nuevos temas. -susurro.
-¿Segura que es sólo eso? -Charlotte asintió-. Porque podría llamar a un doctor y...

No pudo seguir escuchando a Margaret, corrió hacia el baño de su camerino y nuevamente comenzó a vomitar. Odiaba vomitar, era desagradable para ella. Escucho golpes en su puerta mientras seguía en el piso, tratando de reponerse.

-Estoy bien. -dijo con dificultad.

Se levantó con calma y camino hacia el lavado para limpiar su boca. Se miró al espejo fijamente y respiro profundo. No podía dejar que sus nervios jugarán con ella de esa manera. Respiro nuevamente y salió del baño. Margaret seguía allí y ahora era ella quien estaba pálida.

-Ya me siento mejor. -sonrió-. Vamos, Margaret. Debo salir a dar un concierto.

Margaret, no muy segura de lo que ella decía, retoco su maquillaje y su cabello. Alguien toco la puerta y antes de que Margaret abriera, Kevin entró por ella. Charlotte de inmediato sonrió.

-Hola, cariño. -dijo ella sin borrar la sonrisa.
-Hola. -Kevin camino hacia ella y le entrego una rosa-. Para la suerte.
-Tú eres tan perfecto. -dijo ella mientras tomaba la rosa en sus manos.

Charlotte esperaba que Margaret no hablara sobre lo sucedido, pues no quería preocupar a Kevin. Si sabía que Charlotte no estaba bien, probablemente suspendería el concierto. Estuvo allí acompañada de Kevin por unos minutos hasta que tuvo que ir al escenario.

Esa noche todo el público grito al verla. Sin duda alguna ya se había ganado el cariño de los fans y ella ya sentía el escenario como su hogar. Su piel se erizaba cada noche cuando escucha a todas esas personas cantar junto a ella.

Se encargó de dar un buen espectáculo como cada noche y estaba feliz de haberles mostrado su nuevo material. Al terminar su concierto, no pudo aparentar más y una vez que estuvo junto a Melanie le contó sobre lo mal que se sentía.

-Charlotte, debemos llamar a un doctor. -murmuro Melanie con preocupación.
-No, por favor. Melanie, estare bien. Quizá es agotamiento. 
-¿Estás agotada? -le pregunto Brian, quien estaba detrás de ella.
-Si, un poco.
-No se siente bien. -dijo de inmediato Melanie-. Vómito ayer y ha vuelto ha vomitar hoy.
-Gracias por guardar el secreto, Mel. -dijo Charlotte entre dientes.
-Debemos llamar a un doctor, pequeña Charlotte.
-No. -dijo llevando las manos a su cabeza con desesperación-. Estoy bien. De verdad, no es...no es necesario que...

Pero no pudo seguir hablando. Todo a su alrededor dio vueltas y entonces se desplomó. Brian tuvo que rápidamente agarrarla para evitar que su cabeza golpeara el piso. Melanie de inmediato grito para que alguien los ayudará.

Finalmente, Brian tomo a Charlotte en sus brazos y con ayuda de Melanie fueron al camerino. Allí en el sofá, acostó a Charlotte mientras Melanie llamaba a un doctor.

Show me the meaning of being lonelyWhere stories live. Discover now