Capítulo 9: Nueva York

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-¿Sacaran otro album?
-Por supuesto.  Se que pronto estaremos en el estudio.  -Respondio AJ.
-Quizas al terminar la gira.  -Añadió Howie.
-AJ,  ¿quien es la chica con la que fuiste fotografiado?
-Es una amiga. 
-¿Solo amiga?
-Si. 
-¿Esperaban el exito que tuvo el álbum?
-Siempre hay nervios cuando tu música sale al mercado. No sabes que esperar.   -Respondio Howie.
-Kevin, ¿vas a confirmar tu relación con Charlotte McQueen?
-No hay nada que confirmar. 
-Entonces, ¿dices que es solo actuación?

Charlotte apago la televisión.  ¿Por qué  la prensa tenía que interesarse en esos temas?, se levantó de la cama,  tomo una ducha y se arreglo. Nueva York esperaba por ella y su madre también.  La Sra.  Elizabeth McQueen estaba emocionada por ver a su hija.  No podía creer que sus sueños se estaban haciendo realidad.

Charlotte le dejo una nota a Melanie y salió de la habitación.  Hoy era una día libre para todos,  el concierto seria mañana,  así que todos tenían diferentes planes.  Cuando caminaba por el pasillo hacia el ascensor, noto que una chica pelirroja salía de la habitación de Kevin y más atrás él  salió,  sin camisa,  con su cabello revuelto. 

Rápidamente ella desvío la mirada y entro en el ascensor.  Antes de que las puertas se cerraran,  pudo ver como aquella mujer se lanzaba en sus brazos y lo besaba.  Vaya...  Que escena.  Finalmente las puertas del ascensor se cerraron y Charlotte pudo dejar de ver aquello. 

En el camino a casa de su madre trataba de borrar aquella imagen.  No se había podido a acostumbrar a las chicas de Kevin,  aun cuando ya era algo normal. Finalmente el taxi se estaciono y Charlotte bajo de él. Se sintió tan feliz cuando vio a su madre en la puerta,  esperando por ella. 

Se dirigió a ella rápidamente y la abrazo.  Estuvieron así,  en silencio,  por al menos dos minutos.  No veia el rostro de su madre,  pero sabía que seguramente estaba soltando algunas lágrimas.  Cuando se alejó, confirmo lo que sentía.  Los ojos verdes de su madre ahora estaban rojos. 

-Mi niña,  cuanto has crecido. 
-No te imaginas como te he extrañado. 
-Vamos adentro,  tienes muchas cosas que contarme. 

Adentro, su madre camino de inmediato a la cocina y preparo café para ambas. 

-Y entonces...  Me buscaron en el bar,  vieron mi actuación y el resto es historia. 
-Es increíble.  Quien diría que esos niños se volverían tan famosos. 
-Lo sé.  Te aseguro que nadie en Kentucky se lo imagino.
-Y tú  cantando con ellos.  -dijo sonriente -. Cada vez que lo veo siento la misma emoción que la primera vez.
-Lo sé,  me pasa lo mismo. Los nervios no se van.
-¿Y te han hablado de algún contrato?
-Realmente no.  Aún me gusta la idea de ser independiente,  mamá.  La fama es muy atractiva,  pero no se si este preparada para algo de esta magnitud. 

Dejaron el tema de la fama,  música y Backstreet Boys aun lado,  porque su madre ahora le hablaba que la abuela Judith estaba un poco enferma.  Charlotte siempre había vivido con su madre y su abuela,  hasta que ella se mudo a Nueva York y su abuela a Washington,  con su hijo mayor. 

-Ire a Washington en dos semanas.  Tratare de pasar por allí. 
-Y... ¿Cómo  sigues luego de lo sucedido con James?
-Sigue doliendo.  -bajo la mirada hacia su taza de café por unos segundos,  respiro profundo y luego volvió a mirar a su madre -. Lo vi hace un par de días.  Fue horrible.
-Ya encontraras a alguien.  Alguien que te ame de verdad. 
-Lo sé.
-O... ¿Ya lo encontraste? -Charlotte negó con la cabeza sonriente-. He oído  rumores.
-Ya se que tema quieres sacar ahora,  pero no,  mamá.  No estoy saliendo con Kevin. 
-Parece un buen chico. 
-Seguramente lo será,  cuando siente cabeza. 
-Siempre me ha parecido un buen chico. -Comenzo a reír-. Es mi favorito. 

Charlotte solamente río ante el comentario de su madre.  Paso todo el día allí y cuando estaba a punto de irse se arrepintió,  así que decidió pasar la noche con ella.

Tenían tanto tiempo sin verse que hablaban de cualquier cosa,  lo más insignificante,  pero hablaron de todo.  Mientras hacían la cena,  alguien toco a la puerta.  Elizabeth  dejo a Charlotte en la cocina y fue a abrir.  Charlotte supuso que seria algún amigo de su madre,  pero se asusto cuando la escucho gritar.

Así que rápidamente salió corriendo al living y en la puerta vio a Kevin junto a Nick  y Howie.  No entendía porque estaban allí,  pero supuso que Melanie les había dado la dirección. 

-¿Que hacen aquí? -Pregunto Charlotte confundida. 
-Pues no teníamos noticias de tí.  Melanie nos dijo que viniste a visitar a tu madre.  -Dijo  Howie sonriente -. Un placer,  por cierto.  -Dijo mirando a Elizabeth y estrechando su mano.
-¿Saben que?, creó que me protegen demasiado.
-Sales sin seguridad,  Charlotte.  -Dijo Nick-. Creo que no sabes en el paquete que te has metido.
-Es cierto, cariño.  -Dijo Elizabeth,  acercándose a Charlotte -. Ellos solo se preocupan por tu bienestar. 
-No,  me tratan como una niña.
-Lo eres.  -murmuró Kevin.
-No,  no lo soy.
-Si.  -Dijo él  y abrió los ojos y la miro fijamente.  Charlotte iba a contestar,  pero se dio cuenta que hacerlo seria darle la razón -. ¿Vas a regresar al hotel o te vas a quedar?
-Me quedare.  Mañana en la mañana regresare. 
-Cariño, ellos han venido hasta aquí por tí. ¿Quieren cenar?
-La verdad...  Yo si.  -Dijo Howie.
-Quizas alguno de ellos tienen planes,  mamá.  -Al decir aquello fijo su mirada en Kevin. 
-No,  para nada.  -respondió  él  de inmediato -. Será un placer. 

Y entonces los tres chicos entraron a casa.  Elizabeth y Charlotte terminaron de cocinar y sirvieron los platos.  La Sra.  Elizabeth no paraba de hablar de lo emocionada que estaba por tenerlos allí,  era más que obvio que era una fan más. 

-Estas muy guapo, Kevin.  -dijo mientras comían-. Quien lo diría,  cariño.  Eres toda una estrella. 
-Gracias. -dijo él  con una sonrisa.
-Oh, y Brian.  Siempre ha sido un chico tan dulce.
-Lo sigue siendo.  Es mi ángel.  -Dijo Charlotte y todos los ojos se posaron sobre ella-. Es decir,  desde que empecé esta aventura me ha ayudado mucho. 
-Me alegra que mi hija este en buenas manos.  Todos ustedes son unos ángeles. 

Luego de cenar y hablar por un largo,  largo rato,  los chicos decidieron que era hora de irse.  Pero el auto se había averiado  y ya era tarde para pedir un taxi.  Así que Elizabeth les indicó que podían quedarse allí.  No era una casa grande y apenas tenía dos habitaciones,  pero para ellos no era problema.

-Mi madre se siente apenada porque...  Bueno...  Compartirán la cama. 
-Oh,  eso no es ningún problema. 
-Yo dormiré en el sofá. Así Howie y Nick  dormirán más cómodos. 
-Bien,  aquí tienen.  -les entrego sábanas a los chicos -. Espero y logren dormir bien.
-Por supuesto que si.

Charlotte se despidió y entonces salió de la habitación, rápidamente Kevin la siguió. 

-¿Seguro que dormirás cómodo allá abajo?, el sofá no es muy grande y bueno... Tu tamaño.
-¿Tengo más opciones? -pregunto  sonriente.
-Realmente no.  Pero seguramente estarías  más cómodo en el hotel,  con alguna amiga. 
-No,  esta noche estoy bien así. 
-Genial.  Descansa,  Kevin.

Y estaba apunto de entrar a la habitación de su madre,  pero su voz la detuvo. 

-Deberias tener esto. -Charlotte se giró y lo observó-. Solo son tres.  Pero me gustaría que luego vieras el resto. 

Y le entrego un pequeño sobre que había sacado de su gabardina.  Charlotte las tomo y entonces supo que eran las cartas. 

-¿Por qué  me las das?
-Eran para tí.  Debes tenerlas tú.

Charlotte fijo la mirada en sobre y suspiro. No sabía que podría encontrar allí. Ella no era quien respondía, peron sabia que Kevin creía que si,  por ende,  los sentimientos de Kevin estaban plasmados allí. 

-Gracias. -Dijo volviendo a mirarlo -. Buenas noches. 
-Buenas noches.  -Murmuró  él.

Charlotte se dio la vuelta y entro a la habitación.  Kevin se quedo allí por unos segundos,  observando la puerta de su habitación.  Hasta que se dio la vuelta y bajo las escaleras hacia el sofá. 

Show me the meaning of being lonelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora