Capítulo 24: De regreso a casa

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Enero 07, 1998.

Las prensa ya se habían encargado de  indicar el paradero de la Banda, así que ya no tenían privacidad.  Sin embargo,  Charlotte estaba feliz porque por un tiempo si lograron estar apartados de todos.  La gira se retomaria el 11 de enero,  así que aun tenían unos días para descansar.

Pero ese era su último día en París y todos estaban tristes,  pues ninguno quería marcharse y dejar aquella casa en la que tenían tantos recuerdos.  Charlotte termino de empacar y dejo la maleta aun lado de la puerta, en ese momento Kevin salió del baño. 

-¿Todo listo? -pregunto, mientras sacaba su cabello con la toalla. 
-Si,  todo listo.  Solo deje afuera lo que vas a usar ahora. 
-Gracias,  cariño. 
-Debes apresurarte. El avión sale en una hora y media.
-Si,  solo me falta arreglarme y podremos salir al aeropuerto.  Claro si todos los chicos están listos.
-Yo iré a verificar eso.  O tardaremos en salir una eternidad.

Charlotte salió de la habitación y camino por el pasillo hacia donde estaba Howie. Toco la puerta fuertemente hasta que Howie totalmente despeinado y claramente dormido le abrió.

-¿En serio?, Howie quiero suponer que tus maletas están listas. 
-Estoy en eso.  -dijo con una voz ronca.
-Claro que no.  ¡Estas dormido! -Grito y golpeo levemente el hombro de él -. Salimos de aquí en 30 minutos,  Howie. 
-Si,  mamá.

Charlotte se sorprendió ante el comentario de Howie, pero antes de que pudiera responder,  él cerro la puerta riendo.  Camino nuevamente por el pasillo y antes de llamar a la puerta de Nick, fue sorprendida por el mismo al salir de la habitación con sus maletas. 

-Si, todo esta listo.  -Dijo, mostrando las maletas -. Me apresuré antes de que tú me mandarás.
-Por eso eres mi favorito.  -dijo en tono de broma-. Me ayudarías mucho si vigilas que Howie haga lo mismo.
-Lo haré. 

Brian no era ningún problema,  él ya tenía todo listo desde hacía horas.  Y AJ y Melanie estaban terminando de recoger sus cosas.  Así que el trabajo de Charlotte había terminado.  Sin embargo,  decidió recorrer la casa para despedirse. 

Aquella casa había sido su hogar en las últimas tres semanas y habían muchos momentos divertidos vividos allí.  Así que era una casa llena de buenos recuerdos para Charlotte. Mientras observaba la mesa de billar,  donde muchas noches, todos estuvieron reunidos jugando allí, unas manos se deslizaron por su cintura y entonces sonrió el aroma de su perfume. 

Kevin, quien muy sigilosamente se había acercado, la abrazo y beso tiernamente su mejilla.  Ella sonriente correspondió a su abrazo y cerró los ojos cuando sintió sus brazos alrededor de ella. 

-¿Ya dijiste adiós? -pregunto él casi en su oreja.
-Si,  me he despedido de muchas cosas.  -dijo sonriente-. Fueron unas vacaciones increíbles. 
-Quizas la próxima Navidad podríamos volver.  O incluso antes. 
-Sera un año agitado,  Kevin. Al terminar la gira ustedes irán al estudio a grabar el próximo álbum.
-Si,  pero siempre tendré tiempo para tí,  cariño. 

Luego de decir aquello, ella se giro para quedar frente a él y estaban apunto de besarse cuando fueron interrumpidos por Brian, quien les indicó que todo estaba listo y era hora de irse.  Todos tomaron sus maletas y salieron de la casa para ir hacia los autos que esperaban por ellos. 

Al otro lado de la gran cerca que resguardaba aquella casa,  muchos paparazzis esperaban por ellos.  Todos querían alguna foto, alguna noticia para ser los primeros en publicarla.  Pero realmente no había nada que contar.  Solamente habían tenido unas vacaciones tranquilas e increíbles para todos. 

-¡Brian! ¡Por aquí!
-¡AJ! ¡¿Vas a casarte?!
-¡Howie!

Todos gritaban algo. Algunos preguntaban cosas que para ninguno de los siete tenía algún sentido.  Finalmente lograron abrirse paso y arrancaron los autos, dejando a los paparrazzis atrás.  Al menos por un tiempo. 

El camino al aeropuerto fue tranquilo.  Charlotte estaba concentrada mirando las calles de París, guardando cada imagen en su mente y despidiéndose en silencio.  De vez en cuando,  sus ojos se fijaban en Kevin y entonces sonreía.  Vaya...  Al parecer Charlotte se estaba enamorando y ya no podía ocultarlo. 

Al llegar al aeropuerto,  debido a todo lo tardado por los chicos,  llegaron justo a tiempo para tomar su vuelo.  En parte fue algo bueno porque no tendrían que esperar. El vuelo era directo a L.A, así que Charlotte estaba feliz porque la comodidad de su hogar esperaba por ella. 

Pero entonces unos pensamientos invadieron su cabeza. ¿Que pasaría ahora? Porque estaba feliz por volver a la gira, pero al terminar, los chicos tendrían que estar en Florida para grabar el álbum y ella no quería dejar su hogar. No era una niña, sabía que las relaciones a distancia eran muy difíciles. Más en el medio en que ellos se encontraban.

Unas horas después, habían llegado a su destino y el ánimo de Charlotte estaba por el piso debido a sus pensamientos. Charlotte y Kevin tomaron un taxi hacia el apartamento de ella. El camino fue silencioso, pero Kevin suponía que era por el cansancio. Es decir, estar tantas horas en un avión cansaría a cualquiera.

Al llegar al apartamento, bajaron del taxi, tomaron sus maletas y entraron a casa. Hogar dulce hogar, pensó Charlotte al abrir la puerta. Todo estaba ordenado gracias a la señora de servicio que había contratado antes de irse. Charlotte coloco las meñaletas cerca de su habitación y entonces al girarse vio a Kevin a unos pasos de ella.

-¿Qué? -pregunto ella un poco confundida.
-¿Estás bien?, No has dicho ni una palabra desde París.
-Estoy agotada. –Dijo, al mismo tiempo que caminaba hacia el sofá-. Sabes que los viajes me cansan un poco.
-Si, lo sé. -él no quitaba su mirada de ella, entonces camino un poco y respiro profundo antes de preguntar-. ¿Segura que es sólo eso?
-Si. Solo es eso. -Mintio. Sabía que Kevin no iba a creer eso sí su ánimo seguia así, entonces se levantó del sofá y sonrió-. ¿Quieres pedir Pizza para cenar? -miro su reloj, marcaba las 22:38–. No tengo mucho apetito, pero estoy seguro que tú sí. -bromeo-. Te conozco bien.
-Si, pidamos una pizza.

Y por esa noche se había salvado. Ella sonrió y él no pregunto nuevamente que le sucedía.

Show me the meaning of being lonelyWhere stories live. Discover now