Capítulo 35: un buen día

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La verdad es que el hecho de que otra persona supiera el secreto la relajaba un poco, pues sabía que tendría a otra persona que pudiera ayudarla en caso de que algo ocurra. Además, Brian no diría nada y estaba feliz con la noticia. No dejaba de decirle a Charlotte lo ansioso que estaba por tener a ese pequeño bebé en sus brazos.

Al llegar a Chile, el auto los llevó directo al hotel. Charlotte y Melanie al llegar decidieron salir a algún centro comercial. Claro que no irían solas, así que Jason y Paul, los guardaespaldas irían con ellas. Aunque Charlotte estaba un poco cansada, sintió que seria buena idea dar un paseo con Melanie.

-Oh por Dios, Charlotte. Mira esto. -dijo, mientras señalaba un conjunto hermoso para niña.
-En primer lugar, no sé si es niña. Y segundo, no señales eso, nunca se sabe  cuándo hay un  paparazzi alrededor.
-Tienes razón. -murmuro-. Pero Dios, se vería hermosa. Si es niña, claro. -añadio rápidamente-. ¿No tienes esos presentimientos de que será?
-Aun no. Solo mareo y vómitos. -dijo mientras reía.

Normalmente las mujeres embarazadas tenían presentimientos del sexo de su bebé, pero por ahora, Charlotte solo estaba centrada en que su bebé estuviera sano y en guardar la gran noticia. Tenia suerte de que aún no podía verse el crecimiento de su barriga. Aunque tuvo que dejar al lado sus camisas cortas en el escenario.

Estuvieron un par de horas más allí, hasta que la noche cayó y decidieron regresar al hotel. Melanie había comprado muchas cosas, mientras que Charlotte prefirió no hacerlo. Si llegaba al hotel con las cosas que realmente quería, ya no sería secreto su gran sorpresa.

Al entrar al hotel, Charlotte camino hacia su habitación y al entrar vio allí a Kevin. Él le regaló una hermosa sonrisa al verla entrar y camino de inmediato hacia ella.

-¿Cómo les fue? -Pregunto mientras besaba sus manos.
-Muy bien. Melanie no dejo nada en el centro comercial. -sonrio-. ¿Y tú?
-Ensayo, ensayo y más ensayo. -se encogió de hombros-. Todos estamos nerviosos.
-Lo harán bien y estaré tan orgullosa de ustedes.

La sonrisa que Charlotte tenía en su rostro desapareció cuando las náuseas invadieron su cuerpo. Esta era la parte del embarazo que no era muy agradable. Salió corriendo al baño y de inmediato comenzó a vomitar. Kevin entró detrás de ella.

-¡Sal! -grito con dificultad-. ¡Vete!

Kevin salió del baño y espero afuera. Charlotte se levantó, lavo su boca y su cara y se miró al espejo.

-¿Por qué, bebito?, si seguimos así tú padre se enterará antes de lo planeado. -susurro.

Seco su rostro y entonces salió del baño.  Kevin, quién estaba preocupado, camino hacia ella.

-Creo que esa comida en el centro comercial no me cayó bien. -mintio-. Quizás no debí comer eso.
-Pienso que deberías hacerte otros exámenes.
-Lo haré. Al llegar a L.A. No te preocupes. -Kevin la atrajo hacia él y la abrazo-. Estoy bien. De verdad.

Le costó mucho tranquilizar a Kevin, pero lo logró. Esa noche ambos se quedaron profundamente dormidos y a la mañana siguiente, Charlotte al despertar fue directo al teléfono para llamar al restaurante y pedir comida.

Mientras esperaba, entró al baño y tomó una ducha. Miró su barriga y coloco sus manos por unos minutos alli, saber que una vida estaba dentro de ella la hacía sentir emocionada y encantada con la idea de ser madre. Ansiaba ver a la reacción de Kevin.

Al salir del baño, se arregló y mientras se peinaba alguien toco a la puerta. Fue corriendo hacia allá para evitar que Kevin se despertará. Al abrir la puerta, tomo la bandeja en sus manos y le agradeció a la joven que estaba allí. Cerro la puerta y dejó la bandeja en la mesa.

-Buenos días, cariño. -murmuro, mientras acariaba el rostro de Kevin.
-Buenos días, amor. -susurro él abriendo los ojos-. Te ves hermosa.
-Lo sé. -dijo bromeando-. He pedido el desayuno.
-Vaya, que bien.

Charlotte se alejó para buscar la bandeja, mientras que Kevin se levantaba de la cama hacia la mesa. Mientras desayunaban hablaban del concierto y de todos lo que tenían preparado para esa noche. El ensayo de hoy era algo difícil, pues nada poda salir mal.

Rato después, Charlotte salió de la habitación y se fue directo al ensayo. Melanie, quién iba con ella, le decía que si se veía un bulto. Charlotte realmente no veía muy bien, pero quizás los demás podían notarlo.

Charlotte comenzó a ensayar y Melanie estaba pendiente de cualquier detalle. Incluso Charlotte se sentía un poco incómoda con lo preocupada que se veía por ella. Melanie, no le quitaba la mirada de encina.

Cuando hubo una pequeña pausa, Melanie de acercó de inmediato para darle agua a Charlotte, que aunque ella no quería, Melanie la obligó a tomarse el agua.

-Estoy bien. Pareces mi mamá. -dijo Charlotte riendo.
-Si, seré tu madre hasta que ese bebé tenga al menos dieciocho años.
-Por cierto, tampoco le he dicho a ella. -le entrego la botella de agua a Mel-. Aunque se lo diré luego que a Kevin. Además... Siempre es mejor esperar al tercer mes. O eso dicen.
-Si, en eso estoy de acuerdo.

Charlotte nuevamente fue a su lugar y empezó a ensayar nuevamente. Estaba cansada, pero la emoción que sentía le daba energía. Esta sería una gran noche.

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