Show me the meaning of being lonely

Capítulo 55: diez mil promesas

Y ahora ella y Kevin finalmente estaban juntos. Todo el grupo se emocionó cuando supieron la noticia, Elizabeth felicito a Charlotte por la decisión que había tomado y solo faltaba que James lo supiera. Aunque James y Charlotte no habían tenido nada, para ella era importante mantener su amistad en buenos términos. Él era su mano derecha en esta industria y había estado con ella todo el embarazo.

Tampoco se merecía enterarse por los medios o por cualquier otra persona. Quería ser ella quien se lo contara. Ese día ella manejo hacia el estudio, donde sabía que él estaría. En todo el camino pensó en todas las veces que James le dijo que terminaría regresando con Kevin y ella lo negó. Pero ella no podía ocultar todo la vida el amor que sentía por Kevin.

Bajo del auto y entró al estudio, saludo a todos los que estaban en su camino y entonces entro a la oficina de James. Él al verla de inmediato le regaló una amplia sonrisa y entonces Charlotte supo que no se había enterado de la noticia. Ella camino hacia la silla que estaba frente a él y se sentó con cuidado allí. James comenzó a hablarle de los resultados que estaba teniendo su álbum en ventas, la receptividad del público y que tenía varias entrevistas que dar.

-Este será un mes grandioso, Charlotte. -dijo él bastante emocionado-. Si seguimos así vas a llegar a la cima.
-Si, se ve que será un gran mes. -susurro.

James la observó fijamente cuando escucho aquello. Era obvio que esperaba una reacción más animada de su parte.

-¿Sucede algo?, ¿Katherine está bien?
-Kathe está bien. Es otra cosa que quiero contarte. -suspiro y entonces lo miro fijamente. No entendía porque le costaba tanto decirle aquello. Respiro profundo y entonces continuo-. Kevin y yo... hemos regresado. -poco a poco pudo ver cómo la sonrisa y el brillo de James iban desapareciendo-. Decidimos darnos otra oportunidad.
-Es una broma, ¿no?
-No, James. -suspiro nuevamente-. Se que muchas veces te dije que él y yo no estariamos juntos de nuevo, pero lo amo y tú lo sabes. Él es el hombre con el que quiero estar. Es el padre de mi hija.
-¡Por Dios, Charlotte! -grito, al mismo tiempo que le daba un fuerte golpe a la mesa-. Ni siquiera sé porque me sorprendo. O bueno, ¡claro que lo sé!, ¡Porque soy un imbecil!
-James...
-No. -dijo interrumpiendo-. Soy un idiota por hacerme falsas esperanzas contigo. Pensando que quizás, tú y yo, podríamos estar juntos. Pero no.
-Nunca te dije que estaríamos juntos, James. Agradezco todo lo que has hecho por mi y por Kathe, pero nunca te hice creer otra cosa.
-Lo sé. Pero tenía una pequeña esperanza dentro de mi que... -James negó con la cabeza y suspiro-. No tiene caso. Por favor, Charlotte. Sal de mi oficina.
-James, por favor. -susurro ella.
-Charlotte, necesito estar solo.

Charlotte no dijo nada, despacio se levantó de la silla y entonces camino hacia la puerta. Debía respetar su decisión, si él quería estar solo, pues tenia que irse de allí. Salió del edificio y camino rápidamente hacia su auto. Solo esperaba que James no la odiara y que pudieran seguir manteniendo su amistad.

Al llegar a casa, se quedó unos minutos en el auto, tratando de olvidar el asunto de James. Finalmente, cuando bajo del auto y entró a casa lo primero que vio fue a Kevin con Katherine en brazos frente a la chimenea. Era una hermosa escena que la hizo sonreír de inmediato.

-Hola. -dijo él con una gran sonrisa.
-Hola. -Beso la frente de su pequeña y luego le regaló una sonrisa a él-. Hola. -deposito un pequeño beso sobre sus labios.
-¿Cómo te fue?
-Bien. Vaya que el álbum se vende muy bien. Y tengo varios programas a los que visitaré este mes. -sonrió-. Muchas personas mueren por una entrevista mia.
-Eres una estrella. -dijo Kevin sonriendo.

Realmente Charlotte no quería arruinar el momento, así que no le diría a Kevin que fue a hablar con James sobre ellos. Al llegar la noche, Mónica se encargo de acostar a Katherine, Elizabeth había ido al cine junto a una amiga que estaba en la ciudad, así que Kevin y Charlotte estaban libres. Ella estaba secando su cabello en la habitación cuando escucho ruidos extraños en el jardín.

Camino hacia la ventana y al mirar, noto que Kevin estaba allí y había preparado la cena para ella. El ambiente se veía increíble y ella lo miro sonríente. Charlotte termino de arreglarse y salió de la habitación rápidamente, bajo las escaleras corriendo y respiro profundo solo cuando llegó a la puerta del jardín. Allí acomodo un poco su cabello y entonces salió de la casa.

-¿Que es todo esto, Kevin? -pregunto ella sonriendo, mirando todo a su alrededor. Una mesa con un mantel blanco estaba allí, con botellas de champagne y muchos platos, el camino desde la puerta de la casa hacia la mesa estaba lleno de rosas-. ¿Que celebramos?
-Celebramos el hecho de estar juntos. -dijo él sonríente-. Hace dos años que nos encontramos en el backstage del concierto, es decir, que hace dos años encontré al amor de mi vida.
-Nos reencontramos. -murmuro ella asintiendo-. Estoy tan feliz de haberte visto aquella noche.
-No tienes idea de todo lo que sentí yo cuando me di cuenta que eras tú, la persona que había amado tantos años en silencio.

Kevin se acercó a ella y la beso despacio. Charlotte no pudo evitarlo y sonrió en medio del beso. Cuando él se alejo de sus labios, tomó su mano para llevarla a la mesa, movió la silla para que ella se sentará allí.

-¿Desde cuándo planeaste esto?, ¿mi madre sabía?
-Se lo comenté. Y ella casualmente me dijo que hoy no estaría en casa. Quería un momento a solas para nosotros. -él sonrió-. Lo merecemos.
-Claro que si.

Esa noche cenaron, hablaron de todos sus futuros olanes y Charlotte estaba tan feliz, Kevin estaba tan feliz, que ninguno de los dos podía creer que aquello fuera real. Estuvieron mirando las estrellas luego de la cena. Su amor era verdadero, real y puro, tan fuerte que nada podría destruirlo.

Entre risas, abrazos y besos, ambos terminaron en su habitación, ella encima de él, él sobre ella. Ambos amándose con locura y pasión. Ambos siendo felices en los brazos del otro. Y ella estaba segura que este era solo el comienzo de la vida feliz que tendría a su lado.