Capítulo 43: padre e hija

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Kevin caminaba detrás de Charlotte completamente confundido y nervioso. No entendía lo que estaba sucediendo, pero sabia que había algo extraño, pues todos últimamente se comportaban diferentes. Mientras caminaba, tuvo que contenerse para no lanzarse sobre ella y abrazarla, realmente la extrañaba y la necesitaba de regreso en su vida. Charlotte abrió la puerta de una habitación y Kevin sintió todo un escalofrió recorrer su cuerpo antes de entrar. Ella lo miro y luego le hizo una seña para que entrara. 

Kevin comenzó a caminar hacia la habitación y al ver el interior noto una cuna. Su corazón de inmediato se acelero y comenzó a caminar con miedo. Entonces vio allí una pequeña y sonriente bebé, con grandes ojos verdes y de cabello negro. Ella jugaba con sus manos mientras movía al mismo tiempo sus pies. Cuando Kevin se acerco, Katherine clavo sus ojos en él. Era como si entendiera que él era su padre. 

-Ella es Katherine. -susurro Charlotte detrás de él-. Y es tu hija. 

Kevin no respondió, sus ojos seguían fijos en Katherine. Sentía tantas emociones que no podía expresar como se sentía en ese momento. Durante todo ese trayecto del jardín a la habitación, él imagino muchas cosas, pero nunca pensó que un bebé. 

-¿Como? -pregunto en un tono bajo-. ¿Cuando? 

Era notable que le costaba hablar. Charlotte cerro la puerta y entonces camino hacia la cuna.

-Lo supe antes del concierto en Chile. Quería mantenerlo en secreto hasta que la girara terminar, así tendríamos mas privacidad. Pero claramente no tuve esa oportunidad. -Kevin se giro despacio, sus ojos estaban llenos de lagrimas-. No te molestes con los chicos, yo les pedí que guardaran el secreto. No les correspondía a ellos darte la noticia. 

-¿Y cuando ibas a decirme? -pregunto, mientras secaba las lagrimas que corrían por su rostro-. Me perdí... me perdí tantas cosas, Charlotte.

-No quería volver a verte. -murmuro, Charlotte.

-Se que cometí un error, vivo con eso casa día. Pero no tenias derecho de ocultarme algo así. ¡Es mi hija! -Charlotte solo agacho la cabeza, no quería llorar-. Si no hubiese venido no me lo habrías dicho. 

-Claro que si. Solo que no se en que momento. Se que estuvo mal, no debí apartarte de Katherine de esa manera. Tienes todo el derecho como padre, pero... estaba mal. Con todas las cosas que pasaban por tu cabeza, era muy probable que ni siquiera creyeras que es tu hija. -Kevin no respondió, se giro nuevamente para mirar a su bebé-. Por eso tome esa decisión y preferí esconderme. 

Charlotte no podía ni siquiera descifrar lo que pasaba por la cabeza de Kevin, miraba a Katherine con alegría, con tristeza y puede que con rabia por todo lo que se había perdido. Ella se acerco a la cuna y con mucho cuidado tomo a Katherine en sus brazos. Kevin la miro con un poco de miedo, quizás penso que iba a llevarsela y a alejarla nuevamente de él.

-¿Quieres cargarla? -Kevin miro fijamente a Charlotte y ella noto que nuevamente sus ojos estaban llenos de lagrimas-. Te ayudare.

Con mucho cuidado, Charlotte la coloco en los brazos de Kevin, quien la sujetaba como si Katherine fuera de cristal. Al ver aquella imagen, Charlotte no pudo contenerse y sonrió un poco. Era una imagen hermosa que estaría siempre en su mente. 

-Nacio el 03 de Octubre. -Kevin sonrió-. Es una niña muy tranquila. Le encanta jugar con Nick, la hace reír muchísimo. También le encanta escuchar tu voz. -Kevin miro a Charlotte un poco confundido-. Le he colocado algunas canciones, sin duda tiene una debilidad por ti. 

-Es hermosa. -dijo sonriendo, mientras Katherine sujetaba sus dedos-. Es muy hermosa. -repitió. 

-Si, lo sé. 

-Y... ¿como vamos a hacer? -pregunto, al mismo tiempo que borraba la sonrisa de su rostro.

-¿A que te refieres? -pregunto Charlotte un poco nerviosa. 

-No puedes seguir separándome de ella. Soy su padre, lo seré legalmente y la quiero a mi lado. 

-Kevin... -Él la interrumpió.

-No, Charlotte. No puedes tenerla aquí y alejarla de mi. Entiendo que tú me odies, pero Katherine no tiene que pagar mis errores, ni siquiera los tuyos. Debes regresar a Florida, si no quieres vivir conmigo, esta bien, pero buscaremos algo que sea cerca y así podre ir a verla todos los días. No voy a permitir que...

-Basta, Kevin, no voy a alejarla de ti. -suspiro-. supuse que tendría que hacer eso cuando te dijera la verdad. Tienes toda la razón. Buscare alguna casa en venta en tu zona y... nos mudaremos. Mientras tanto seguiremos aquí y puedes venir a visitarnos. 

-¿Puedo quedarme esta noche? -El corazón de Charlotte se acelero-. Es solo que... no quiero dejarla ni un minuto. Me he perdido tanto.

-Claro. Melanie esta durmiendo en la habitación de huéspedes, pero... puedes quedarte aquí. -Dijo y señalo el gran sofá que había en la habitación-. No es incomodo. Me ha tocado pasar unas cuantas noches aquí. 

-Dudo que pueda dormir. -dijo sonriendo, volviendo a clavar sus ojos en Katherine.

Charlotte sabia que las cosas entre ellos estaban muy lejos de solucionarse y aunque Kevin no lo dijera aun, estaba muy molesto con ella por esconderle el embarazo. Pero él estaba tan emocionado que no diría nada ahora, no arruinaría el momento. Después de un rato, Katherine se quedo profundamente dormida, así que Kevin no tuvo opción, debió dejarla descansar en su cuna.  

Cuando regresaron al jardín, Melanie le dijo que James había decidido marcharse, noticia que entristeció a Charlotte, pues era su cumpleaños y se supone que estaban allí para celebrarlo. Howie y Brian le mostraron a Kevin todas las fotos que le habían tomado a Katherine y Melanie le mostró todas las fotos que Charlotte se había tomado estando embarazada. 

-¿Te sientes mejor? -le pregunto Brian.

-Si, un poco. -murmuro Charlotte-. se que esta molesto, aunque no haya explotado realmente. 

-Lo esta, pero la emoción es tan grande que no hay espacio para la rabia. -Charlotte asintió y suspiro, Brian coloco la mano sobre su hombro-. sabes que tiene razón de estar molesto. 

-Estuvo mal lo que hice, lo sé. 

-Pero ya no debes preocuparte. Kevin lo sabe y se que sera un gran padre. -Brian sonrió-. Espero que puedan solucionar sus problemas. Se que tienen mucho que hablar. -Charlotte lo miro-.  Él aun te ama. Y se que tu también. 

-¿Se nota tanto? -pregunto Charlotte sonriente.

-Demasiado.

Brian sonrió y luego la abrazo. Probablemente iba a ser una larga noche. 



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