Show me the meaning of being lonely

Capítulo 53: ¿volver a empezar?

Y Kevin había decidido mudarse lo más rápido posible. Charlotte estaba un poco incómoda con la situacion, no iba a negarlo, pero sabía que esa era una buena forma para que Kevin no se sintiera excluido de la vida de Katherine y así recuperaría el tiempo que había perdido. Melanie fue quien más se sorprendió con la noticia, pues pensaba que Charlotte quería mantenerlo lejos.

Kevin estaba todo el tiempo junto a Katherine, la única manera de que estuvieran separados era cuando el debía salir o cuando iba a tomar una ducha. Del resto, eran ellos dos a todos lados, en todo momento. Algo que a Charlotte le parecía muy tierno y la hacía sentir feliz de que él estuviera con su hija. 

Claro que, quién no estuvo muy de acuerdo con eso, fue James. Él estaba totalmente destruido, pues pensaba que ellos dos en algún punto terminarían volviendo. Y no importaba que Charlotte le aseguraba que Kevin y ella no estaban ni estarían juntos, él no podía sacar esa idea de su cabeza.

Y solo es esos momentos donde James las visitaba era que las cosas de volvían un poco incómodas. Del resto, los tres parecían una familia feliz. Y aunque Kevin y James no se soportaban ni querían verse, debían comprender que así serían las cosas ahora. Kevin viviría allí por su hija y James las visitaría como siempre lo hacía. Sin discusiones.

—Se ha quedado profundamente dormida. —murmuro Kevin, mientras bajaba las escaleras—. Fue un largo día.
—Lo imaginé. Jugaste muchísimo con ella hoy. —sonreí—. Se divirtió mucho.
—Yo también me divertí. —él sonrió y se detuvo frente a Charlotte—. ¿Elizabeth viene mañana?
—Si. Quiere ver a Katherine. Ya sabes cómo es ella. —él asintió—. Una abuela que ama a su nieta.
—Katherine y tú lo son todo para ella.
—Si. Y la verdad me encanta tener a mamá aquí.
—¿Sabe ella que estoy viviendo aquí?
—Si. Esta muy sorprendida, pero en parte entiende mi decisión. —Kevin sonrió—. Espero que para ti no sea incomodo.
—No, para nada.

Por un momento ambos se quedaron en silencio. Charlotte miró a Katherine, quién estaba profundamente dormida. Y escuchó a Kevin suspirar mientras estaba detrás de ella.

Charlotte imagino lo perfecto que sería todo si ellos estuvieran juntos, si Kevin nunca la hubiese engañado y ellos fueran realmente una familia. Y él hecho de que él viviera con ella la hacía pensar más en eso. Mientras ella y Kevin estuvieron juntos, él se volvió su mundo.

Y realmente imaginaba un futuro con él. Ella suspiro, se giro despacio y entonces noto que Kevin estaba muy cerca de ella. Él la miró como si tuvieras años sin verla, con deseo, con tristeza, con amor, con muchas emociones revueltas. Ella no dijo nada, solo lo observó. Y él, en silencio, se acercó más a ella y pasó su mano por su rostro.

Charlotte estaba nerviosa y su corazón podía escucharse por toda la habitación. Su mirada seguía fija en Kevin y le pedía con fuerzas que la besara. Algo que al parecer él entendió y se acercó a sus labios despacio, haciéndola sufrir con la lentitud. Pero cuando sus labios se unieron ella sintió como todo a su alrededor desaparecía. Lo extrañaba. Deseaba sus besos.

Kevin la tomo en sus brazos y ella sonrió, entonces comenzó a caminar y salió de la habitación de Katherine para ir a la de Charlotte. No dejaba de darle besos en el rostro mientras caminaba a la habitación y ella no dejaba de sonreír.

Al entrar a la habitación, Kevin la dejo en la cama despacio y se colocó sobre ella. Por unos segundos, ambos se observaron fijamente y luego volvieron a besarse. Y  Charlotte no detuvo nada de lo que pasó aquella noche. Aquella noche para ambos fue mágica y perfecta.

Al día siguiente, Charlotte abrió sus ojos despacio y una sonrisa apareció en su rostro. Las manos de Kevin estaban sobre ella, abrazándola fuertemente y eso la hacía sentir protegida, segura, amada. Y si fuera por ella, se quedaría en sus brazos para siempre.

Charlotte se levantó con cuidado para no despertarlo y se sentó al lado de Kevin. Lo observó por unos minutos y sonrió al ver su rostro tan relajado, tranquilo y en paz. Se levantó con cuidado de la cama, fue al baño, tomo una ducha, cepillo sus dientes, al salir de vistió y entonces camino hacia la habitación de Katherine.

Mónica estaba allí, dándole el biberón y al ver a Charlotte ella sonrió. Charlotte le devolvió la sonrisa y salió de la habitación hacia la cocina, aprovechando que Katherine estaba con Mónica, ella fue a desayunar. Pero mientras bajaba las escaleras escucho el timbre y entonces fue directo a la puerta.

Al abrirla grito de emoción al ver a su madre, quién de inmediato la abrazo. Hacia varios meses que no veía a su madre y realmente estaba emocionada de verla. Aunque Charlotte le decía que podía mudarse a Florida, ella insistía en seguir en Nueva York.

—Llegaste temprano. —dijo Charlotte al separarse de Elizabeth.
—Cariño, moría de ganas por verlas.

Charlotte se hizo a un lado y entonces su madre entro a casa.

—¿Dónde está mi pequeña Kathe?
—Arriba. Mónica está dándole de comer. Yo iba a desayunar. ¿Ya desayunaste?
—Si, si, desayuné en el avión. Iré a ver a Mónica, si, tú ve a desayunar.

Elizabeth se alejo de Charlotte y comenzó a subir las escaleras. Cuando Charlotte comenzó a caminar a la cocina, escucho a su madre gritar. Se asusto muchísimo y entonces corrió hacía el piso de arriba, pensando que quizás a Katherine le había sucedido algo. Pero, una vez que subió, noto que hizo gritar a su madre. Era Kevin.

Kevin estaba saliendo de la habitación de Charlotte, con muy poca ropa, para ser sincera. Y pues Elizabeth casi había chocado con él. Las mejillas de Charlotte se volvieron tan rojas como un tomate.

—Bien. —murmuro Charlotte—. Mamá, la habitación de Kathe está justo aquí. —dijo, tomando a su madre por el brazo y haciéndola caminar—. Luego te explico. —susurro en su oído cuando llegaron a la habitación de Katherine.

Charlotte dejo a su madre allí y de giro nuevamente a Kevin, quién no pudo evitar reír y acercarse a ella para besarla.

—Vamos. No más espectáculos frente a mi madre. —dijo ella riendo al separarse de sus labios.