Capitulo 2

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Una voz estaba llamando su nombre. Incluso en el sueño no había paz. Podía recordar cuán vívidamente vio como explotaban y se derrumbaban las cosas a su alrededor, esa vez antes de morir todo se detuvo y en un tiempo detenido le permitio ante sus ojos revisar literalmente todo lo que había hecho con su vida. Aunque quizás sea absurdo que un androide pueda tener una experiencia similar, pero a el le sucedió.

Vio a Júpiter gritar, pero no oyó nada de ese desgarrador sonido. Vio al super-ser fundirse, destruirse y colapsar sobre sí mismo y entonces después de todo eso el murió quedando todo en silencio. Presenció cómo el dios que controlaba a Tanagura se desvaneció con dolor, destrozándose, consumiendoce hasta que no quedó nada más que el núcleo que era tan cálido, tan destructivamente intenso que el brillo lo hizo estremecer, hizo que su piel le doliera terriblemente.

Él había perdido hacía mucho tiempo sus extremidades. Y no tardaria en perder su vida ya que dicho núcleo lo estaba rodeando con su luz incandescente tragándolo, despojandolo lentamente de la ropa, la piel artificial la carne y hueso hasta que solo quedo su nucleo, su vida, donde una vez había golpeado en su mascota el hecho de su propiedad. Pensó que él mismo moriría pronto. Pero justo cuando lo pensaba, justo entonces... no lo hizo.

El núcleo se le ofreció a él con la voz resonante de Júpiter: uno de mis deseos, el más querido. Un deseo que te concederé en mi muerte ...

¿Un deseo?. Inmediatamente vio la cara de Riki, su inconfundible sonrisa. Que sonrisa tan encantadora. Le recordó que a pesar de ser una élite y tener todo en el mundo en la palma de su mano, la posición no era más que un destino superficial. Que después de verlo todo, de hacerlo todo, lo único que lo podía hacer realmente feliz era la sonrisa de un mestizo, el desafío de sus ojos, poder tocarlo, poseerlo, ser su todo.

"Creo que te amo", escuchó decir a Riki, antes de que la explosión eclipsara esa sonrisa por toda la eternidad. Juraría que podría haber vivido solo en presencia de esa única sonrisa, solo necesitaba eso para mantenerse vivo. Pero entonces se acabó. Luchó, a pesar de la confusión y la desesperación. Él se perdió, y aún asi al final de toda la lucha incansable que hizo perdió a Riki ...

Júpiter leyó sus pensamientos, su anhelo. No tenía necesidad de ocultarlo. Nunca quiso hacerlo si no fuera por la amenaza de su situación anterior, pero en este momento cuando su vida se estaba acabando no era relevante el pensar en ocultarlo para protegerlo. Por eso el núcleo brillaba de rojo enojado, amenazante, quemandolo y subyugándolo bajo su poder  excepto que de alguna manera, él ya había aceptado este juicio. Lo había aceptado en el momento en que se había unido a un mestizo de los barrios pobres.

"Solo sufro por él" Iason cerró los ojos.

¿Realmente elegirías un mestizo sobre mí? Yo que te había cuidado tanto?

"Sí", era la verdad. "Elegiría a Riki sobre todo. Ni el estatus, ni la grandeza ni la posición al final podrían compararse con la felicidad que me presenta ..." nunca había estado tan seguro en su insípida vida... "Es el alma que nunca he tenido."

Con eso quiso la muerte, rezó como si pudiera para que le llegara rápidamente. Quería encontrarse con su amado dondequiera que estuviera. Quería estar con el humano que amaba. "Eres terco. Tal locura Desechando tu vida por-"

 "Nunca tuve una vida", argumentó Iason gentilmente. "Riki fue mi única libertad. Él fue mi único escape ..."

Sintió que esta afirmación sacudía a Júpiter hasta su centro. Cayó en silencio al escuchar esas palabras que salían de la boca de lo que una vez fue su Blondie más apreciado. Sin embargo, este último ya se estaba muriendo, como Júpiter se estaba muriendo, por lo que cualquier triunfo que Iason pudiera obtener de esto sería una victoria vacía. Después de todo Riki ya estaba muerto.

Cinco Storia (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora