Cinco Storia (Traducción)

Capitulo 46

Riki no podía creer lo que veía cuando lo encontró, su viejo amigo, estaba desplomado sobre la mesa atontado,una forma patética contra la superficie negra de la mesa,el acero allí tan angustiado como estaba la persona. El Exclusivo suspiró... Así que este es Norris ahora? se preguntó a sí mismo, sintiendo los retortijones de compasión en su corazón. ¿Cómo pudo pasar esto?.

Lentamente, levantó una mano para quitarse la capucha, permitiéndose sentirse seguro mientras la tela de terciopelo caía sobre sus hombros y sobre su espalda, porque realmente estaba en el lugar. Ahora estaba realmente a salvo.

Siempre suavemente, como en la voz del agua fría, miró hacia abajo la forma cansada de su amigo "Norris", y llamó su nombre, extrañamente incómodo de alguna manera mientras los ojos demacrados y obviamente insomnes de este último se elevaban lentamente para devolverle la mirada. La mención de su nombre como un detonante.

Entonces esos ojos se abrieron de par en par, con total incredulidad, mientras los dedos de su amigo se elevaban, temblando, temerosos, esos labios secos temblando mientras su cuerpo se estremecía. El antiguo miembro de Bison parecía dudar, boquiabierto y sin palabras....

Riki sólo podía mirar. Sólo podía deducir por el pelo despeinado y los rasgos ahora tan cerca de su escrutinio, uno donde sobre cuyos ojos descansaba una cierta tristeza, en qué se había convertido realmente Bison cuando desapareció. Norris parecía haber envejecido.

¿Hubo tragedia? ¿Qué había pasado? Quería saber...

"R-Riki...?" Finalmente Norris logró, aunque inseguro, encontrar su voz más allá de la conmoción, con los dedos tocando una mejilla y asustado, como si esta imagen ante él fuera a romperse y desvanecerse en nada de nuevo, como las pesadillas que ha estado teniendo últimamente. "¿Riki?"

"Sí. Soy yo Norris", contestó el Exclusivo, para asegurarle a su amigo que no era otra ilusión, ni un producto de su imaginación. Incluso le mostró sus palmas vacías como si fueran un énfasis viable en la verdad.

Su amigo solo podía tartamudear, frotándose los ojos sólo para abrirlos de nuevo y ver la cara de quien una vez fue su líder. "R-Riki..." una sonrisa... lágrimas de felicidad. Norris no podía expresarlo con meras palabras mientras intentaba ponerse de rodillas. "Eres....eres..." Así que dejó que sus emociones transmitieran lo que sentía...

En ese momento, la mascota de Neu-Júpiter suspiró. "Estoy vivo..." dijo Riki en un suplemento, tomando esa mano cuidadosamente en la suya, dándole el apretón familiar. Esto fue un consuelo. Esto fue una locura. La pícara belleza de pelo negro se ha levantado de entre los muertos y, aunque se veía como se veía antes, el atractivo sigue ahí, algo en él era.... diferente.

Riki seguía siendo Riki, pero no lo era del todo. Norris no pudo describirlo de forma coherente, sobre todo porque las emociones se mezclaban, el sufrimiento persistente estallaba, su conciencia era un charco embriagador.

Norris se levantó y lo abrazó, los brazos aún inciertos, temblorosos, pero estaba seguro de que era él. ¡Riki estaba vivo!

"Pensé que eras..." Las palabras fallaron. El Exclusivo entendió, sonriendo, feliz por ahora que había encontrado al menos a uno de sus antiguos miembros de la pandilla.

Riki me devolvió ese gesto. Él devolvió ese abrazo fiel. "Es bueno verte de nuevo Norris", susurró, despeinando suavemente el pelo aparentemente ceniciento de su amigo, este último comenzando a romperse, su cuerpo temblando, cálidos ríos de lágrimas derramándose sin impedimentos.

Y así fueron reunidos, en el olor familiar de abandono y deterioro que era Ceres.

Riki el Oscuro había vuelto a casa.

La noche dio paso a la madrugada y esto significaba que ya era hora. Cansado de esperar a Riki, alimentado por un poco de celos, Iason finalmente entró para dar a conocer su presencia a la otra persona con la que estaba Riki. Habían estado juntos en Bison, el viejo amigo de su mascota, que ahora era un alma desolada como Katze había informado. Ciertamente. Mientras Iason lo miraba, este Norris era la imagen de un hombre golpeado, sin ninguna discreción ni preocupación por el bienestar. Lejos, si el recuerdo le servía de algo y así fue, a la cara de ese mestizo que vino a Apathia sólo para ver a su poderoso líder inclinarse para besar los pies de Iason. Bastante lejos de la realidad.

Norris, por su parte, se sorprendió al ver a la rubia, aunque se dijo a sí mismo que debería haberlo esperado. No había sido actualizado ya que la mayor parte del tiempo estaba borracho de Stout o inconsciente en algún lugar, deseando morir. Pero ahora que estaba medio sobrio, tomó la foto completa del regreso de Riki. Se alegró especialmente cuando se enteró de la buena fortuna de su líder y de que ahora estaba en buenas manos, lo que contradice la imagen que Guy les presentó hace mucho tiempo. Riki ya no estaba obligado a ello, de hecho parecían más bien amantes. Lo que estuvo bien. ¿Cuántos mestizos de los barrios bajos se las arreglaron para conseguir una Blondie?.

Pero la noche presentó más revelaciones y otras dificultades emocionales que Norris ya no podía contener y tuvo que gritar. Iason, sorprendentemente, se quedó a escuchar en paz mientras Riki y Norris intercambiaban historias. Se sentaba a cierta distancia, Katze de vez en cuando se unía a su lado. Pero los dos fueron dejados para sus discusiones. Él notó el cambio en la cara de su mascota cuando descubrió la verdad, la verdad que Iason ya conocía, reportada por su ex-muebles de confianza.

Según Norris, no esperaban que Guy regresara a los barrios bajos. Habían pasado unas semanas desde que no les dijo nada, pero cuando presionaron por ello, admitió lo que había hecho y lo que le había ocurrido exactamente a Riki como resultado. Esto destrozó a Bison. Tuvo lugar una acalorada discusión y Guy fue golpeado. No se defendió. Fue Sid quien se interpuso entre ellos, pero inevitablemente tuvo que decirle a Guy que se fuera. Esa fue la última vez que lo vieron.

Después, Bison ya no pudo continuar. Robados por su líder, ahora su segundo al mando, se dispersaron como los perros a los que habían sido apodados. Luego una tragedia. Una noche, cuando Luke y Sid estaban deambulando por las calles cerca de Guardian, algunos viejos amigos de pandillas rivales vinieron a tenderles una emboscada. Jeeks o quienquiera que fueran. Estaban desarmados, claramente superados en número y atrapados. Lucharon tan duro y lo mejor que pudieron, pero...

"Perdimos a Sid", dijo Norris con el corazón apesadumbrado, con lágrimas que amenazaban sus ojos ya inyectados de sangre. "¡Murió en los brazos de Luke y no pudimos salvarlo!"

Riki no podía comprender lo que sentía en las noticias. No sabía cómo responder a ello. Iason guardó silencio, pero sabía lo mal que debe estar afectándole a su amor.