Capitulo 11

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El rastro de Riki fue más fácil de seguir de lo esperado, Iason ni siquiera necesita activar el rastreador en el Anillo, encontrándose ya conectado a su mascota de más maneras que nunca como Neu-Júpiter. Podía sentirlo latir, confundido...asustado, sí, evidentemente asustado, lo que hizo que el rubio frunciera el ceño con consternación mientras se deslizaba en el aire, dominando sus propias alas sin esfuerzo. ¿Estaba Riki en problemas?.

Siguió unos minutos antes de sentirlo, una tenue sensación de su Riki cerca, la total soledad del otro, que no hacía más que aumentar a medida que se acercaba más y más.

 "Ya voy, Pet". El rubio escaneó la superficie. "Sólo déjame encontrarte. Por favor."

Y la lluvia comenzó a caer lentamente en el despiadado mundo de la capital.

Y la lluvia comenzó a caer lentamente en el despiadado mundo de la capital

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Miedo. Riki sintió que lo consumía por dentro. Miedo. Que había sido arrojado de un infierno a otro y ahora sin nadie a quien amara o conociera en ese lugar....

Desesperadamente, la mascota trató de buscar algún tipo de consuelo en sus pensamientos mientras sollozaba incontrolablemente en la azotea donde se había refugiado, perseguido por sus propias imaginaciones acerca de la Torre de la que había escapado. Se estremeció. No sólo por recordar la prueba anterior, sino por el frío y el hambre que le destrozaban todo el cuerpo.

Estaba solo ahora y al menos lejos, el área circundante aparentemente lo había escondido mientras las luces se apagaban lentamente y se apagaban cuando él deseaba que lo hicieran antes. Sin embargo, él pensó que era una coincidencia, creyendo en vez de eso en la paz traída por esta oscuridad.

Las alas dobladas detrás de él, más obedientes a su voluntad de lo que nunca había sido con nadie, aunque ahora puede sentir su peso como una piedra empapada por esta lluvia implacable. Riki no sabía qué hacer.

"Maldito Blondie..." Todo lo que podía murmurar era esta maldición, recordando finalmente el incidente que había llevado a todo esto, pero sin la menor idea de lo que había pasado después de compartir un último beso profundo con Iason, diciéndole al hombre que creía que lo amaba. Metió su temblorosa mano entre las piernas. "¿Qué me habían hecho?" y se apretó, sintiendo el nuevo anillo de la mascota frotar alrededor de su órgano.

Un rayo ilumino el cielo seguido por un estruendoso relámpago.

El molesto aguacero se hizo más pesado a cada minuto, estaba helado casi cuando le estropearon el cuerpo, filtrándose aparentemente a través de sus huesos. Pero en vez de buscar cualquier forma de protección, Riki permaneció, él mismo inmovilizado donde ya se encontraba, en un lío de llanto en la oscuridad y el frío. ¿Podría volver a Ceres todavía? ¿Pero qué encontraría allí? Ciertamente no su antigua vida.

La mascota se envolvió los brazos alrededor de las rodillas y se convirtió en una pelota, deseando por una vez que se encontrara a salvo entre las sábanas con su único amo, tocado por su necesidad, su fría calidez....

Cinco Storia (Traducción)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu