12.

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Por fin había llegado el sábado, y no es como que me encontrara ansiosa por acabar con la semana, en realidad los días anteriores habían sido estupendos para mí. Lisa siempre estaba haciéndome reír o morir de ternura con sus acciones, abrazándome o besándome cada que tenía la mínima posibilidad.

Las cosas entre Jennie y Jisoo eran... Extrañas. Normalmente extrañas. Luego de su caliente reconciliación habían permanecido con sonrisas plasmadas en su cara por toda la semana. A veces se ignoraban y otras veces eran bastante afectivas en público, lo cual me extrañó un poco pero decidí no darle importancia.

Ese día, luego de hacer algunas cosas en el centro de la ciudad, había decidido a pasar por casa de Jennie y Lisa. Se suponía que ambas —la rubia y yo— íbamos a vernos en el apartamento que yo compartía con Jisoo para hacer un trabajo que teníamos pendiente para una de las clases que tomamos juntas, por lo que ella no tenía idea de que iba a ir.

Cuando llegué al apartamento Jennie iba saliendo y me dedicó una amable sonrisa, permitiéndome la entrada a su hogar, me dijo que Lisa se encontraba en su habitación y deseándome suerte en el trabajo se despidió de mí. Aquello fue extraño a demasía, no lo voy a negar. Jennie suele ser un poco... Más fría, o al menos esa era la imagen que tenía de ella hasta el momento.

Negué con la cabeza unos instantes antes de encaminarme hacia el segundo piso del lugar.

Abrí una de las puertas del lugar, la mayor parte de la decoración era negra, pero todo estaba completamente ordenado y en su lugar. Un gran armario, una mesa con papeles, lápices y una laptop, una cama doble con las sábanas impolutas de color negro, unos cuantos puffs del mismo color que las sábanas y, en una mesa de noche, una hermosa lámpara con decoraciones de osos me llamó la atención.

«¿Desde cuándo a Lisa le gustaban tanto los osos de peluche?»

Dirigí mi vista a un lado de la lámpara cuando vi unas cuantas fotos enmarcadas. La primera mostraba a Jennie y Lisa, mucho más pequeñas, con una sonrisa, abrazadas y haciendo signos de paz con las manos. Detrás de ellas había lo que pude identificar como una gran rueda de la fortuna. 

La siguiente foto las mostraba a ambas nuevamente, solo que esta vez, Jennie sonreía mientras soplaba unas cuantas velas de un pastel y Lisa aparecía a su lado aplaudiendo y sonriendo con entusiasmo. Aquella imagen me hizo sentir un poco triste.

«¿Cuántos cumpleaños me perdí?»

En la siguiente imagen aparecía solo Jennie con un hermoso vestido rojo y ese porte serio y sexy tan propio de ella. 

«Ya entiendo por qué Jisoo hace lo que hace con ella... Esperen... ¿Por qué Lisa tendría una foto de Jennie en un vestido? Acaso... ¿A Lisa de verdad le gustaba Jennie?»

Una sensación extraña invadió la boca de mi estómago y me hizo fruncir el ceño. No me gustaba mucho esa idea.

Sin embargo, cuando levanté la vista y la dirigí hacia la cama, un mural con figuritas de animales, estrellas y el nombre de Jennie apareció.

«Oh... Este debe ser el cuarto de Jennie»

Eso explicaría muchas cosas, realmente. La desagradable sensación de desapareció cuando suspiré aliviada al descubrir todo.

De repente me sentí una invasora. Estaba en la habitación de Jennie sin permiso alguno y sin tener idea de si ella me lo permitiría.

Di un vistazo a un collage de fotos pegado en la pared, entre ellas muchas de Jennie acompañada de la rubia y salí de la habitación.

Habían dos habitaciones más, así que me dirigí a la continua en un intento por encontrar a Lisa.

Aquella habitación era mucho menos gótica que la anterior, concluí. Tenía los mismos muebles que la anterior solo que estos eran de colores distintos y no tenía un gran mural con su nombre en la pared. Sin embargo, habían detalles que definitivamente me daban a entender que era la habitación de Lisa.

Promise┊ChaelisaWhere stories live. Discover now