23.

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Capítulo M.

Durante el almuerzo, luego de que mi tía abrazara a Lisa tan fuerte que casi la asfixia y le retara por no haber llegado antes, hablamos acerca de lo que haríamos el resto del día y decidimos que lo mejor sería descansar; después disfrutaríamos de las asombrosas cosas que nos ofrecía el espléndido lugar. 

Minji y mi tía Dara estaban sumamente agotadas y según nos dijeron, necesitaban reponerse completamente antes de hacer cualquier actividad física; por supuesto, nosotras estuvimos de acuerdo porque se merecían ese descanso, y pasamos el resto del día jugando juegos de mesa juntas en la sala número dos y conversando un poco sobre nosotras.

Siendo el día siguiente un poco más calmado, nos encontrábamos reunidas en el sofá de la sala principal mientras Minji leía un listado de las cosas que iba a comprar en el supermercado, intentando que no se le olvidara nada.

—... Tomates, huevos, azúcar... Creo que está todo —dijo finalmente, pasándole la lista a mi tía, quien la guardó rápidamente en su bolso.

—Sigo sin entender por qué no les pediste a tus trabajadores que hicieran las compras por ti —murmuró Jisoo, cruzándose de brazos.

A pesar de tener mucho dinero, Minji y Jisoo jamás se referían a las personas que trabajaban para ellas como "sirvientes". Nunca les había gustado ese término, aunque fuese el más apropiado.

Minji levantó una ceja hacia ella y negó con la cabeza repetidas veces.

—Sabes que me gusta hacer estas cosas. Además, ellos también merecen un descanso.

—Y estoy totalmente de acuerdo en eso, pero sus vacaciones iniciaban hoy. Pudiste pedirles que hicieran todo eso.

—Hace mucho tiempo no hago las compras correspondientes para una casa. Siempre me la paso ocupada y por lo general consumo comida que preparan otras personas por mí, quiero hacer esto. 

Sin nada más que objetar, Jisoo suspiró. 

—Está bien.

—¿Quieres venir? 

Intentando ocultar su sonrisa con una máscara de indiferencia, mi mejor amiga levantó ambos hombros.

—Supongo que sí. Sólo si prometes comprarme algo.

Su madre sonrió y, adoptando la misma actitud, asintió.

—Supongo que podría. 

Finalmente, ambas compartieron sonrisas.

—¿Vienes también, Jennie? —le preguntó, una vez dejó de observar a su hija—. Lisa me contó que te gusta cocinar, tal vez quieras comprar algunos ingredientes y divertirte un poco aquí.

Los ojos de Jennie se iluminaron mientras se levantaba de un salto del sofá.

—¡¿De verdad?! 

La mujer mayor asintió.

—Claro, cariño.

—¡Sí iré! —asintió efusivamente, haciéndonos reír ante lo tierna que se veía. Aunque probablemente si le dijera eso me golpearía.

Jisoo, intentando aparentar indiferencia nuevamente, bufó y se sentó en el sofá.

—Mejor me quedo.

—¡Jisoo! ¡No seas grosera! —la reprendió su madre, halándola de la oreja para levantarla—. Vas a ir. 

—¡Está bien, está bien! —chilló, quedando libre finalmente

Promise┊ChaelisaWhere stories live. Discover now