Promise┊Chaelisa

46.

Especial JenSoo.

Jennie Pov's.

Después de llegar de ese largo paseo con Minji —en el que, por cierto, nos divertimos mucho—, Jisoo y yo subimos para tomar duchas e ir a descansar un poco. Ahora, estando sentada en su cama mientras esperaba que la hermosa chica saliera de su ducha, aproveché el momento para llamar a mi padre, tal y como le había dicho a mamá que haría.

Tras dos tonos, finalmente contestó y pude escuchar su voz.

—¿Hola? —preguntó desde la otra línea—. Dígame, ¿qué puedo hacer por usted?

Levanté una ceja. ¿Cómo no sabía que era yo? ¿No me tenía agendada acaso?

—¿Papá?

—Oh, ¡Jennie! —escuché un par hojas de papel doblarse y luego su voz nuevamente—. No había visto el nombre de contacto, simplemente contesté porque estaba esperando una llamada muy importante de un inversor.

Rodé los ojos.

—Sí... No te preocupes.

—¿Qué tal están las cosas? Chaerin me dijo que estabas de vacaciones en una especie de isla junto a Lisa y unas amigas.

Maldije mentalmente a mi madre por contarle, porque sabía exactamente la reprimenda que seguiría después.

—Ah, sí. Todo va bien por aquí.

—Jennie, sabes muy bien que no puedes irte con desconocidos así como así.

—No son desconocidas, papá. Una de ellas es-

—Sí, Lisa, su amiga de la infancia y su tía. Pero aún así-

—Papá, por favor —gruñí, interrumpiéndolo. No necesitaba una "muestra de preocupación" innecesaria de su parte—. Ya estoy grande, no necesito que intentes comportarte como un padre sobreprotector ahora.

—Suji y yo nos preocupamos mucho cuando supimos-

Sin quererlo, cuando lo escuché musitar aquello, solté una risa sarcástica. La verdad dudaba que esa bruja arpía se preocupara por alguien más que sí misma.

—¿Suji? Por favor, papá. No me hagas reír —bufé.

—Ella también estaba preocupada por tu bienestar, Jennie. Sabes que eres como otra hija para ella y-

—¿Otra hija para ella? Papá por favor, ¿puedes dejar de mentir para hacerla quedar bien? —gruñí, empezando a enfadarme—. Tú sabes muy bien que ella y yo jamás nos hemos llevado bien.

—Y no sé por qué, Jennie. Sabes que ella es el amor de mi vida.

—Lo mismo decías de mamá y mira lo que pasó.

—Lo de tu madre fue muy diferente, y lo sabes —me recriminó—. No la soportaba.

—¿Y a Suji sí? Gran cambio, padre.

—Ya basta Jennie —suspiró con cierto cansancio y siguió hablando—. De eso quería hablarte. Tú y ella han pasado mucho tiempo así, y siendo sincero no sé por qué te cae mal.

—Simplemente no la soporto. Ni a ella ni a sus odiosos hijos.

—Jennie, quieras o no, ellos son tus hermanos y debes-

—¡No, no te atrevas! —le reté, empezando a perder la paciencia—. Ella no es mi madre, y ninguno de esos idiotas es mi hermano. En lo que a mí concierne, mi madre es Lee Chaerin y soy hija única. Y nadie jamás va a cambiar eso, te cases con ella o no.