VIII

2K 314 33
                                    

Mi sonrisa no se borró en todo el trayecto de mi casa a la compañía, mi ansia por pisar el suelo del estudio revoloteaba con más rapidez que el aleteo de una mariposa, mis dedos no dejaron de tambolirear en los tubos de agarre del metro y un tremendo y acalorado cosquilleo invadió mi estómago. Sonreí con una inclinación de cabeza a la recepcionista y subí de dos en dos los escalones en dirección a mi antiguo salón cargando mi viejo bolso de entrenamiento sobre el hombro.

Abrí la puerta sin necesidad de ser suave o brusco para que las miradas recayeran sobre mí, me reconocían, aun después de tres años incapacitado. Asombro, incredulidad, indiferencia. Fueron sus ojos los que me hablaron por sobre los murmullos que compartían entre ellos.

—Bienvenido —me saludó la instructora cuando llegué con ella con un corto abrazo—. No sabes la satisfacción que siento de verte aquí.

—Gracias —respondí un poco cohibido.

—Sigue siendo inicio de temporada así que vamos iniciar ligero, ¿sí? Hasta que recuperes las fuerzas —Asiento a sus palabras—. Bien, ve a calentar —me indica con una palmadita en el hombro y le obedezco.

Un par de orbes en particular se clavaron en mi espalda, no debía girarme para saber de quién se trataba.

Hwang Hyun Jin.

Reaccionas de la misma forma que Hilarión cuando Myrtha manda a sus Willis a un ritual de venganza contra el hombre al mirarme.

Sorpresa.

He vuelto de entre los muertos.

ManonWhere stories live. Discover now