Manon

XXV

Subo rápidamente mi pantalón de chal en cuanto salgo de la ducha, debería estar solo. Me queda menos de una hora para entrar al trabajo, le diré a Chan que el ensayo se extendió. Me coloco la camisa y enseguida seco mi cabello. La escena de momentos atrás se reproduce en mi cabeza en modo repetición, tengo que cerrar los ojos para verlo claramente y respiro con profundidad. Han. Te veías tan puro como un ángel, astuto como zorro, tan libre. Pero tan pronto como te veo frente a mí vuelvo a verte en las duchas con Hyun Jin. Sin embargo, no pude haber tenido momento más íntimo que bailar a solas contigo.

Un golpe impactando contra las taquillas es lo que me saca de mis pensamientos, no tengo que adivinar para saber que se trata de Ji Sung.

—Te atrapé —canturrea con diversión. Me volteo recargando mi espalda sobre el metal, toma ventaja de ventaja de ello y coloca ambos antebrazos sobre mis hombros. Me analiza antes de hablar y yo sólo trato de que no note mi nerviosismo—. ¿Oh sabe algo? —Me interroga cambiando el alegre tono de su voz. Claro, ahora que paso tanto tiempo con ella pude habérselo dicho, aun así, ¿qué gano con buscarme más problemas con Hyun Jin?

—No —contesto manteniendo la mirada fija.

—Mmm... —murmura despacio, sus ojos ya no están en los míos— Buen chico —Me sonríe, lo único que logro es tragar duramente. No puedo caer en tus ojos, amor—, ¿quieres que te dé tu premio? —Retiro la cabeza antes de que me bese, me es difícil respirar el aire caliente de la habitación— ¿Qué? ¿No eres homo? —Le oigo casi sintiendo su sonrisa ladina.

Vuelve a inclinarse en un segundo intento y atino a interponer la mano entre nosotros. Sus ojos se mantienen en los míos, no reclama mi acción, en cambio, se inclina por besar mi mano lo que hace mis nervios crepitar. Besa con fervor mis dedos prolongando su parpadeo, consigue meter uno de ellos a su boca y lame con lentitud mi falange, veo su nuez moviéndose cada que chupa. Mi entrepierna punza. Me mira a los ojos haciendo resonar alto cada chasquido, saco mi dedo de su boca, pero no lo detengo cuando baja hasta arrodillarse.

Me levanta la camisa hasta la mitad del abdomen y baja mi pantalón, no dejo que lo baje demasiado. La habitación está tremendamente calurosa. No soy capaz de verlo cuando siento su lengua recorriendo el tronco de mi pene por completo, me concentro en controlar mi respiración, me toma con firmeza de la cadera y la base de mi miembro comenzando a lamer le borde de mi glande, tengo que tragarme un jadeo. Mi corazón golpetea contra mis costillas. Soy incapaz de retener un gemido cuando me lame por la uretra. Me concierna que empiece a besarme, siento sus labios tan carnosos, tengo la necesidad de mover la cadera pero mi cuerpo se pone rígido. Finalmente me envuelve en su boca, es tan caliente, ya no puedo controlar más el temblor de mi respiración, su lengua juega en mi cabeza a la par en que succiona. Jadeo viendo estrellas.

Me digno a bajar la mirada encontrándolo con los ojos cerrados, tan enfocado en lo que está haciendo. Tomo su cabello dorado entre mis dedos y sólo así me mira, una vez más me encuentro con esos que, sea lo que lo que sea, no pierden ese destello de inocencia que derrocha su mirada. Sin dejar de mirarme atrapa más de mi pene en su boca, estoy por alcanzar mi límite, sus movimientos son veloces y audaces, con un retortijón en el vientre bajo echo la cabeza hacia atrás, no importándome que me golpee contra las taquillas, y alcanzo con esplendor el orgasmo. Trato de retirar su cabeza, pero no lo hace hasta que traga todo.

Mi hiperventilación me descoloca y pequeños puntos de mi cuerpo se contraen. Me subo el pantalón y Ji Sung se levanta del suelo, limpia las comisuras de sus labios con la vista impregnada a mí. Podría reír, Han Ji Sung acaba de hacerme una felación. Una sonrisa burlona aparece en su rostro y me restriega los dedos en los labios antes de irse. Me relamo viéndolo marcharse.

Han Ji Sung me hizo una felación.