Manon

LXIII

No estoy seguro si lo que pasó anoche fue un sueño o una abominable pesadilla. Ji Sung dice que fue muy difícil sacarme de mi estado de shock, que estaba llorando y no respondía. En algún momento debí salir de mi trance porque me llevó al baño y me revisó el tobillo, cambió mis ropas y me abrazó cuando nos recostamos en la cama. Creo que no pegué ojo en toda la noche hasta que empezó a salir el sol en plenas 6:00 a.m. por estar vigilando las ventanas del dormitorio. No quería levantarme de la cama cuando desperté, pero tuve que hacerlo para enfrentarme a lo que más temía.

Ji Sung me acompaña a la sala de estar y mis padres se encaminan hacia allá igualmente. La sala está hecha un desastre, pero mis ojos se centran únicamente en Soonie. Pareciera que un auto le pasó por encima, la alfombra está manchada de sangre seca, sus tripas están por todos lados... Mi garganta está cerrándose.

Mi padre llevó a Soonie al jardín y la enterró bajo el rosal de mi mamá. Ji Sung se quedó a mi lado todo el tiempo mientras que mi madre se abrazaba a mi brazo sollozando. En cambio, yo no solté ni una sola lágrima.