Summer #1
S I N O P S I S :
Rue Henderson obtiene su primer trabajo en la colonia de verano de sus padrinos, allí se reencuentra con Nate Griffin, el chico con el que ha compartido un verano en ese mismo lugar años antes y ahora también trabaja ahí...
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Las semanas transcurren y ellos dos están felices como nunca lo habían estado. Nate y Rue disfrutan cada segundo que pasan juntos y se llenan de vida mutuamente. Tienen citas, juegan cartas, miran películas, cocinan juntos, nadan juntos cuando las puertas del club se cierran, se duchan juntos, hacen el amor de manera ruda y tierna en cada oportunidad que tienen. Están unidos, enamorados, es un amor dispuesto a durar toda la vida. Está escrito...
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Entro al vestuario luego de haber almorzado y me cambio la camiseta. Reviso mi celular para cerciorar que no hay mensajes y vuelvo a guardarlo cuando solo hay uno de la compañía de celular y su típico mensaje de promoción. Cierro la puerta de mi casillero y cuando me doy la vuelta para marcharme, me sorprendo al ver a Nathalie parada en el pasillo. Han pasado semanas desde la última vez que la vi, y vaya que no extrañaba su presencia.
Ella no viene a trabajar aquí ya que lleva un atuendo para nada jornalero, y además, es pasado del mediodía. Me mira seriamente y luego sonríe de esta forma tan asquerosa al igual que lo hace su hermano.
—Ya veo el caso que me hiciste al alejarte de Nate. –comienza con su desperdicio de palabras que no quiero oír.
Levanto las cejas y una pizca de diversión cruza por mi rostro.
Mejor me largo de aquí.
Paso por su lado e intento dirigirme hacia la puerta para marcharme pero Nathalie vuelve a hablar.
—¿Sabes? –pregunta y yo me detengo, pero no me giro hacia ella. —Me encantaría descubrir como lo hace Nate. Debe ser un dios en la cama, supongo que algún día lo sabré.
La furia me enceguece y cuando me doy cuenta, estoy caminando hacia Nathalie. La bofetada que le proporciono la obliga a dar unos pasos hacia atrás. Ella estira su mano y luego siento el escozor en mi mejilla derecha, volteo el rostro y mi sangre hierve. Me abalanzo sobre ella y ambas caemos al suelo. Mis manos tiran de su cabello y ella grita. Tomo la ventaja y me subo encima de ella para empezar a abofetearla. Nathalie rasguña mis brazos pero eso no me detiene. Quiero que sufra. La perra se lo merece. Mi mano vuelve a impactar contra su rostro, esta vez no calculo el lugar y la sangre comienza a verse en su labio.
—¡Eres una zorra! –otra bofetada.
—¡Rue, basta! – escucho que alguien me grita. ¿Sam?
Sea quien sea, no le hago caso y mucho menos me detengo y luego siento como unos brazos fuertes envuelven mi cintura y me alejan de Nathalie. Todo pasa muy rápido y mi imagen de lo que sucede se vuelve borrosa. Alguien me saca del vestuario y luego entramos a otra habitación.
—¡Bájame! ¡Déjame matarla! –le grito a quien sea que me este sosteniendo sobre su hombro.
La puerta se cierra con fuerza y luego mi cuerpo se sacude para quedar sentado. Mi respiración es anormal y de pronto el rostro de Nate se hace visible frente a mí. Al igual que yo, se ve agitado.
