Capítulo 65

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Rashida llegó al hospital rápidamente junto a su hijo.

Saludó a ambos, James se abrazó junto a Lavell y este no pudo evitar llorar con todas sus fuerzas.

El padre de Harry vió sinceridad en esas lágrimas, aun así sentía bronca por el novio de su hijo.

—¿Hay noticias de Harry, cómo está? —preguntó la mujer a punto de llorar.

—Él está grave, sigue vivo por un milagro de Dios, sé que mi hijo es fuerte y saldrá de esta. Fue baleado a la salida de la discoteca, por la ex novia de este maldito infelíz que no supo protejer a mi hijo. 

—¡Hice todo lo que pude! —le gritó Lavell indignado.

—¡Pues no hiciste lo suficientemente...! —le gritó también el Sr. Casey.

—¡Por amor a Jesús, no discutan, no es el momento! ¿Podremos verlo Harold?

—Si, pero sólo será por cinco minutos, nos llamarán.

—Ya le avisé a los amigos de Harry, pero no me atreví a avisarle aun a Davon, él sufre de bajas de presión repentinas, le afectaría mucho esta noticia, mejor lo llamaré mañana —decía Rashida preocupada.

Diez minutos después, arribaron al lugar, los amigos de Harry, incluida la novia de Marcus, todos estaban fuera del Hospital acongojados.

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Cuarenta minutos después fueron llamados por el médico, solo dió permiso para que dos personas lo vieran, estos serían por supuesto, Lavell y el Sr. Casey.

En silencio siguieron al médico más que nerviosos.

El galeno abrió la puerta de la habitación, al instante Lavell comenzó a llorar al igual que el padre de Harry, se acercaron al chico, el cual se encontraba dormido y con respirador, mientras en todo momento los latidos de su corazón eran monitoreados por una máquina.

El padre acarició la frente de su hijo y no podía creer verlo allí, luchando por su vida, lloraba mientras todo le daba vueltas en su mente.

Por su parte Lavell, tomó la mano de su novio, la besó y se postró a su lado conmovido hasta las lágrimas. Luego se puso de pie y acarició suavemente la frente de Harry, ante la mirada poco agradable de su suegro.

—¡Bebé, por favor no me dejes, resiste por Dios...! —decía Lavell sollozando mientras besaba la frente de su novio.

—¿Podrías alejarte un poco de él? Dale espacio, está delicado... —le dijo el Sr. Casey molesto.

El ojiverde agachó su mirada sin decir una palabra.

Harold solo podía pensar en todos los momentos vívidos junto a su hijo, desde que había nacido hasta ahora, no podía comprender la situación que se estaba viviendo, su hijo siempre fue un joven fuerte lleno de vida, sintió que todo esto era culpa de Lavell, tenía unas ganas tremendas de golpearlo, pero estaba frente a su hijo y no hizo tal cosa, solo quería que su amado hijo saliera de allí.

Disco Studio (LGBT)Where stories live. Discover now