Disco Studio (LGBT)

Capítulo 50

Llegaron a Disco Studio y todos bajaron de la camioneta muy animados, despidieron al Sr Casey y se colocaron en la fila para ingresar, no era una fila larga, asique entraron enseguida.

—¿Harry, vas a ignorar a tu novio toda la noche? —le preguntó Lavell tomándolo de la cintura, mientras todos juntos iban hacia la barra.

—por supuesto que no, pero espero que nunca más se repita un comentario así de tu parte —le contestó sin mirarlo.

Su novio lo abrazó y Harry no pudo evitar hacerlo también.

—¡hey, miren eso! —dijo Davon señalando a una pareja de dos chicas que iban de la mano hacia el baño del local.

—hey, eso nunca pasaba aquí, creo que ya se corrió la noticia de que los homosexuales pueden venir sin problemas aquí —dijo Marcus contento.

Comenzó a sonar el tema "Savage lover" De The Ring.

Marcus fue a la pista junto a su novia y comenzaron a bailar.

—¿bailas conmigo bebé? —le preguntó Lavell a su novio, este le contestó afirmativamente.

Ambos fueron a la pista, comenzaron a bailar destacando en cada paso que hacían, juntaban sus entrepiernas sensualmente, las manos de ambos recorrían en cuerpo del otro, al tiempo que se movían ondulantes, mientras entrelazaban sus brazos perfectamente.

Eran perfectos cada paso que daban con sus zapatos de plataforma alta.

Desde lejos, Jammelah los observaba.

—parece que estos asquerosos homosexuales no aprendieron la lección —le decía a Al, mientras fumaba—. No fue suficiente la golpiza que les dieron, pues hoy será peor, no dejaré que vivan en paz.

Al rodó sus ojos mientras bebía un trago.

—Jammelah, ¿por qué simplemente no los ignoras y ya? Tenemos cosas más importantes que hacer.

La chica se dió la vuelta y con disimulo aspiró cocaína.

Al rodó sus ojos una vez más.

—iré a vender un par de cosas, no te metas en problemas o nos echarán denuevo —dijo el hombre yendo a recorrer el lugar.

Harry y Lavell, volvieron a la barra y pidieron unos tragos, reían mientras hablaban.

De repente comienza una canción del grupo de Harry titulada "shake shake shake", la gente gritó de emoción y coparon la pista, todo el mundo bailaba eufórico.

Harry no podía creerlo, se quedó inmóvil y luego se abrazó junto a Farrah, lloraron de emoción al ver cómo todos bailaban y cantaban su canción.

Todos se abrazaban y saltaban de alegría pero Marcus tenía una duda.

—hey hombre boogie, ¿tú diste el consentimiento para que la pasarán aquí?

—claro que sí, además no olvides que la distribuimos por las radios locales.

—demonios, entonces no tardará en escucharse por todo Estados Unidos. ¡Gracias Jesús! —decía Marcus.

El DJ decía con orgullo:

—¡Esta canción ha sido grabada en nuestros estudios, y es un éxito local, cuando suene por todo Estados Unidos, recuerden que la han escuchado y bailado primero aquí en Disco Studio!

Ese comentario los puso aún más contentos.

—¡mi amor, no puedo creerlo, te felicito bebé, te lo mereces! —le dijo Lavell y luego lo besó de forma apasionada.

Jammelah ya se había reunido denuevo con los matones, todos se dieron cuenta que ese fin de semana era particularmente especial, ya que empezaron a verse más parejas del mismo sexo, incluso algunos hombres que se vestían de mujer, todos convivían y bailaban en perfecta armonía, eso molestaba mucho a ciertas personas que pensaban que Disco Studio entraría en decadencia por esto.

La noche transcurrió de forma tranquila, Harry y sus amigos se embriagaron a más no poder, era la despedida de Davon y todos brindaban una y otra vez.

Harry fue junto a su novio para hablar con Tony, quería saber si podía dar un pequeño concierto allí durante la semana, el hombre aceptó, sería el próximo jueves por la tarde, una verdadera pena porque Davon ya no estaría en la ciudad, pero al menos esperaba que sus padres pudieran asistir.

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Cuando fue momento de partir de la Disco ya eran las seis de la mañana. Todos salían alegres, caminaron hasta una de las esquinas y escucharon el sonido de una botella romperse justo al lado de ellos.

Todos miraron alarmados a todos lados, Jammelah y los cuatro hombres fueron hacia ellos con la intención de atacarlos.

Todos comenzaron a correr.

—¡te mataré maldita basura blanca, lo juro! —gritaba Jammelah desde lejos, sin poder correr más, ya que se sentía muy ebria.

Rápidamente todos se despidieron y se separaron, en parejas tomaron un taxi, Harry se quedaría en la habitación de su novio hasta un poco más del mediodía.

Jammelah no pudo atacarlos esta vez, pero ya estaba decidida a ponerle fin a todo, sin importar incluso si iba presa.

Su bronca se acumuló aún más, el odio le recorría sus venas más que nunca.