Capítulo 26

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Era de mañana, Lavell abrió sus hermosos ojos y lo primero que hizo, fue tomar las fotos de Harry y observarlo. Sentía que estaba volviéndose cada vez más loco por Harry, simplemente lo veía muy hermoso.

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Ese día debía hacer unas entregas con Al, pero igualmente guardó una fotografía en su chaqueta, así podría mirar al chico blanco cuando quisiera.

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Esa tarde:

Harry estaba en Disco Studio junto a sus amigos. Por alguna razón se sentía ansioso, esperaba la presencia de Tanika, asique salió al pasillo del salón y encendió un cigarrillo.

Luego de unos minutos la chica apareció.

—¡hola Harry, estas aquí! —lo saludó la chica.

—¡hola Tanika, si estoy aquí fumando un rato! —mintió, en realidad la estaba esperando.

Ella extrajo de su bolso un sobre.

—aquí están como te prometí, y con respecto a ese chico Lavell, él tampoco quería tomarse fotos pero finalmente accedió, tenías razón, tiene unos ojos preciosos y procuré que se les destacara.

El chico no perdió un segundo y sacó las fotos del sobre, observó sus fotos y sonrió, pero en cuanto vió las fotos de Lavell, quedó petrificado.

<<¡oh, por Dios, que bello es! >>

 Pensó.

—hey, Harry ¿estás bien?

El chico salió de su sueño.

—oh, sí perdón, muchas gracias no tengo palabras por esto, ¿de verdad no quieres que te pague por las fotos?

—no descuida, ustedes han sido muy amables, ahora estoy un poco apurada, debo irme, pero cuando pueda vendré cuando Disco Studio esté como discoteca, muero por ver como se transforma este lugar, saluda a tus amigos de mi parte.

—que pena que no puedas quedarte un rato, le enviaré tus saludos a mis amigos.

Ambos jóvenes se despidieron, y la chica partió rápidamente.

Harry la vió como un ángel, había aparecido de la nada y le entregó una foto de su chico adorado. Todo muy extraño.

Además de que se sentía preocupado de que en toda la semana, no había vuelto a ver al ojiverde, ni siquiera se había presentado en ningún ensayo.

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Ya era sábado por la noche y Harry en su habitación, ya tenía puesto su atuendo para ir a Disco Studio, un pantalón Oxford blanco con detalles brillantes, una camisa de seda roja abierta dejando ver su pecho, sin olvidar colocarse el pañuelo en su cuello que combinaba perfectamente con su camisa.

Sus zapatos rojos de plataforma, lo hacían ver más alto de lo que ya era.

Su padre, como siempre, lo llevó junto a Devon a la disco, donde se encontrarían con Farrah y Marcus. Esta vez su padre le advirtió que no bebiera de más, el chico aceptó y tras saludarlo, se bajó de la camioneta junto a su primo. Allí en la entrada de la disco, ya estaban sus amigos. Muy animados se saludaron e ingresaron a la discoteca.

Sonaba la canción de Martin Circus "Ite Missa est". Los jóvenes comenzaron a beber tragos y bailar.

Harry encendió un cigarrillo.

—hey, hombre boogie, ¿hoy vendrá tu amigo y su odiosa novia? —le preguntó Marcus mientras fumaba.

—no lo sé, no lo he visto en casi toda la semana.

Media hora después apareció Lavell, Jammelah y Al. Se ubicaron en una barra y también comenzaron a beber.

Una vez más, el ojiverde buscaba con la mirada a Harry, lo ubicó del otro lado de la pista, pero no se animaría a hablar con él todavía, no hasta que su novia estuviera ebria, así no se daría cuenta de nada.

Jammelah usaba transparencias y como siempre, cruzaba su mirada con otros hombres que parecían desearla.

Lavell, compraba un trago tras otro con el único objetivo de que Jammelah se embriagara.

—si quieres bailar con otro hombre estará bien, no me opondré —le dijo a su novia al oído.

—no necesito tu permiso bebé, si quiero bailar con alguien, lo haré sin pensarlo —le respondió altanera.

Lo que más deseaba era quitársela de encima.

Jammelah no era tonta, se percató de que del otro lado de la pista, estaba "la basura blanca", tal como ella lo llamaba a Harry, entonces ideó un plan. Sabía que aquél joven deseaba a su novio y no perdió un segundo.

—Lavell, vamos a bailar —le dijo tomándolo de la mano. Cruzaron toda la pista, y lo condujo cerca de donde estaban Harry y sus amigos, todo para que ellos pudieran verlos bailar juntos.

El ojiverde quería desaparecer, no quería que Harry lo viera bailar con su odiosa novia.

Ya era más de la una de la madrugada.

Sonaba el tema de George McCrae "rock your baby".

Jammelah bailaba junto a Lavell, le tomó ambas manos al chico, y se las ubicó bajo su cintura, ella se movía sensual, él ya quería que la pesadilla acabara, lo peor era que Harry ya los estaba mirando.

La chica actuó aún más sensual, acarició a Lavell por primera vez, en más de un año en que estaban juntos, y no lo hacía porque le tenía afecto, si no porque quería hacerse notar ante Harry, quería que viera que su novio era de ella y de nadie más.

Harry encendió otro cigarrillo y miraba serio la escena, se apoyó en la barra y sintió bronca.

—oh, por Dios, miren a esa zorra, lo está haciendo a propósito —decía Davon.

—ella no deja de mirar a Harry, está claro que quiere hacerse notar, que asco —comentaba Farrah.

—solo mira al chico, se nota que se siente incómodo junto a ella, Harry no le hagas caso... —le decía Davon, pero el chico no opinaba nada, la expresión de su rostro lo decía todo.

Disco Studio (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora