💿Nueva York 1976 💿
Esta es una historia de amor que trascurre alrededor de Disco Studio, una discoteca muy especial, un lugar único y soñado, donde cada fin de semana, miles de jóvenes se encuentran para bailar y pasarla genial.
Un Sábado por la...
—¿qué crees que haya pasado? —preguntaba Farrah en el parque junto a Davon.
—¡ay, no lo sé, pero estoy tan ansioso que explotaré! —decía Davon encendiendo un cigarrillo.
Harry llegó, su sonrisa era de oreja a oreja .
—¿y, qué pasó? —preguntó Farrah sin perder un segundo.
—están hablando con un chico que tiene novio... —dijo Harry emocionado.
Davon y Farrah gritaron de emoción.
—¿entonces, se te declaró? —preguntó Davon.
—¡así es, Dios mío no puedo creelo Lavell es mi novio!
Los tres se abrazaron.
—¡oh, Harry que emoción, te felicito! —dijo Farrah más que felíz.
El chico les agradeció.
Se sentaron en la banca y Harry encendió un cigarrillo.
—cuéntanos todo ¿han tenido sexo? —Davon estaba desesperado por saber cada detalle.
—así es, lo hemos hecho, fue... No sé cómo explicar, fue hermoso... —contaba Harry.
El chico procedió a contarles todo, pero sin entrar en detalles, quería guardarse ese momento íntimo para él. Además les confesó la mentira que tuvo que darle a sus padres, pero era mejor así, sus padres no debían saberlo.
Aunque Harry ya sabía que tarde o temprano se enterarían.
Pasaron toda la tarde conversando sobre el noviazgo, además de que al parecer el ojiverde quería "algo serio", Davon le dió una serie de consejos para que sus padres no se dieran cuenta.
Harry se dio cuenta que Lavell era el mejor novio que le pudo haber tocado; era atento, siempre le regalaba flores, cartas y bombones, no podía creer lo que había perdido Jammelah, pero el chico ya era su novio, y se sentía más que felíz, por supuesto que Harry también entregaba cumplidos a su novio, entre ambos se regalaban peluches y cosas tiernas.
Cada noche, al menos una vez, (o dos) Harry recibía la llamada de su novio por teléfono, no importaba si se habían visto hace horas atrás, siempre dormían pensando en lomucho que se amaban.
Por su parte, sobre todo la madre de Harry, le preguntaba por su novia, el chico como podía inventaba cosas como que la joven era muy vergonzosa y no quería conocer a sus suegros.
Lo mejor era que tenía la escusa perfecta para escaparse en cualquier momento de su hogar, y correr a los brazos de Lavell.
Los amantes por supuesto, cada fin de semana seguían bailando en Disco Studio, allí en la discoteca, eran libres de ser ellos mismos, besarse, bailar y pasar toda la noche juntos.
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En una de esas noches en Disco Studio, los novios bailaban en la pista muy animados, sonaba la canción de Gloria Gaynor "never can say goodbye".
Lavell le decía cosas al oído, provocando las risas de Harry, luego en medio de la pista, se besaban apasionadamente. No faltaban las miradas de algunos curiosos, y otros un tanto molestos ya que pensaban que la discoteca se llenaría de homosexuales y lesbianas, claro que eso no pasaba, pero siempre habían cuchicheos.
—¡mira nada más, la basura blanca orgulloso por haberme quitado a mi hombre! —decía Jammelah observándolos desde lejos.
—¡ya mujer, olvídate de Lavell, tú siempre lo maltrataste, míralo se ve felíz, me choca bastante verlo besarse con otro hombre, pero al menos se ve felíz! —le decía Al bebiendo licor.
—¡esto no quedará así, lo juro, los dos me las pagarán, mataré a esa basura blanca con mis propias manos, ya lo verás! —decía Jammelah sumamente molesta.
—¿y ya has hablado con Timothy? ¿Querrá los pedidos de esta semana?
—no lo sé y no me interesa, solo necesito idear un plan para acabar con estos homosexuales que se han burlando de mí ¿enserio creen que pueden conmigo? Están equivocados —decía convencida de su maldad.
Al rodó sus ojos y comenzó a recorrer la disco tratando de vender estupefacientes.
Comenzó a sonar la canción de Yvonne Elliman "if I can't have you".
Jammelah los obserbaba bailar muy alegres. El odio recorría sus venas más que nunca.
.・゜-: ✧ :- -: ✧ :-゜・．
Mientras tanto, en un rincón de la pista...
Un joven rubio, bailaba junto a su novia...
—¡hey, mira! ¿Ese no es Harry Casey el hijo de tu vecina? —le dijo a su novia.
La chica volteó y lo miró sorprendida.
—¡si, es él, no puedo creer que sea homosexual! Recuerdo que mi madre quería arreglarme un noviazgo con él, parecía un chico serio, pero ya veo la clase de raro que es... ¿Lo sabrán sus padres?
—no lo creo —decía el joven con expresión de asco.
—¡se lo contaré a mi madre, no lo podrá creer...! —dijo la chica sin dejar de ver cómo los jóvenes se besaban en medio de la pista.
