Capítulo 73

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Todos seguían festejando cuando Harry ingresó cabizbajo.

Lo invitaron a tomar una Copa de champagne y brindar, el chico no hizo otra cosa que unirse al festejo, pero ya no se sentía tan animado como al principio. Lavell ingresó solo para despedirse de los presentes y también cabizbajo, partió de ahí.

Farrah arrugó el entrecejo, se dio cuenta que algo no andaba bien, así que en cuanto los músicos de Harry se fueron, le preguntó a su amigo si había pasado algo malo.

—Lavell no quiere venir con nosotros a San Francisco —confesó Harry de manera triste.

—¿Qué? ¿Cómo qué no irá? —se sorprendió Farrah.

—Si, dijo que no dejaría su trabajo, me siento triste, no quiero separarme de él... —encendió un cigarrillo.

—¡Oh no, eso si es una mala noticia! —opinó Marcus.

—Quizás no me quiere tanto como yo pensé, él prefiere su trabajo antes de cumplir este sueño juntos.

—No estés triste, quizás cambie de opinión, esto nos tomó de sorpresa a todos —dijo Farrah abrazándolo.

—Si pero ¿Y si tiene razón? ¿Y si fracasamos, qué haremos?

—¡Oh Harry, no digas eso, no vamos a fracasar, debemos ser positivos, ya verás que todo se va a solucionar! ¿Qué te parece si este sábado volvemos a Disco Studio? será una de las últimas veces que iremos, además te vendrá bien para despejarte un poco —opinó su amiga animada.

Marcus le dió la razón.

—Muy buena idea, ve a la pista de Disco Studio y demuestra quien es el mejor hombre boogie en todo Lake George, hace semanas que no bailamos, ¡Vamos hermano, queremos verte bailar como solías hacerlo!

—Aun no sé si me siento listo, pero lo intentaré —dijo no tan entusiasmado.

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Días después...

Rashida se encontraba en su casa limpiando, ya que ese era su día libre. Eran las dos de la tarde cuando sonó el teléfono.

Era la madre de Harry pidiéndole urgente su presencia, tenía que hablar con ella.

Rashida no lo pensó dos veces, dejó todo, tomó a Toby y lo posó sobre uno de sus brazos, luego caminó rápidamente las dos cuadras que la separaban de la casa de su amiga. 

Presionó el timbre, y la madre de Harry se apresuró a abrir.

Toby se alegró de verla sacudiendo sus alas.

—¡Oh Toby, ven aquí precioso! —dijo colocándolo en su hombro.

Saludó a su amiga y ambas se sentaron en el living, donde ya habían preparadas humeantes tazas de té y bizcochos.

—¿¡Qué ha pasado Elizabeth, algo malo!? —preguntó preocupada.

—¡Rashida, esto es un horror absoluto!

—Pues bien, cuéntame amiga.

—Esta mañana he ido a un hospital, averigüé sobre esas terapias para curar la homosexualidad, y lo que me dijeron fue aberrante, casi salgo corriendo de ahí!

—¿Qué te dijeron?

La mujer suspiró aterrada.

—Dijo que esas terapias consisten en dejarlos encerrados allí, por unas semanas y eso no es lo peor, les realizan electro choques, no puedo ni pensar en que mi Harry pase por algo así.

—¡Oh, por Dios, que horror! —exclamó Rashida—. Pero sabes que Harry no necesita esas cosas, él simplemente tiene gustos diferentes, nada más, es un chico sano.

—Quería hablar con él y convencerlo de hacer terapia, pero ahora sé que no debo hacerlo, esas cosas son aberrantes. ¿Mi hijo estaba en tu casa ahora?

—No, el está en el negocio junto a James, solo estaba yo y Toby. ¿Quieres intentar hablar con él? Solo intentar.

—No lo sé Rashida, no me siento preparada, pero no puedo negar que lo extraño demasiado, miro sus fotos y no paro de llorar.

—Es lógico mi querida amiga, pero te diré algo, Davon le dió la noticia de que será contratado el y su banda, grabarán un disco y tendrán que viajar a San Francisco.

—¿Qué? Eso es una noticia excelente, mi Harry por fin cumplirá uno de sus sueños, ¿Tienes idea de cuándo viajará?

—Dentro de dos semanas, viajará toda la banda y por supuesto, James también irá, me quedaré sola por un tiempo, pero felíz porque los chicos cumplirán su sueño allí, espero que les vaya de maravilla.

—¿Entonces en dos semanas mi hijo se irá? ¡Oh, no! ¿Qué haré? No me siento lista para hablar con él.

—No te preocupes, hay tiempo, cuando quieras sabes que puedes ir a mi hogar, después de las seis de la tarde llegan los chicos del negocio.

—Si amiga, lo pensaré —decía pensativa.

—¡Vamos , no lo pienses más, es tu hijo, él también te extraña, lo menciona todo el tiempo!

—¡¿En serio?! —los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas al escuchar que su hijo también la extrañaba.

—¡Así es! Ya sabes, tienes las puertas de mi hogar siempre abiertas para ti.

La Sra. Casey no pudo evitar abrazar a su amiga.

Toby voló felíz por toda la casa, el ave se paseaba por cada rincón, incluso en el cuarto deshabitado de Harry.

Las mujeres permanecieron conversando por el resto de la tarde. El corazón de Elizabeth, aun era difícil de ablandar.

Se sentía morir por no estar con su hijo, pero le era muy complicado aceptar que su hijo era gay.

Disco Studio (LGBT)Where stories live. Discover now