Disco Studio (LGBT)

Capítulo 76

—¡Ya basta, no quiero escucharte Lavell! —exclamó Harry en el baño de la discoteca.

—¡Por favor espera, déjame explicarte...!

—¡Dije que no! —lo interrumpió y furioso se metió dentro de una de las puertas, el ojiverde no permitió que cerrara la puerta y se metió junto a él, no sin antes, percatarse de que nadie lo viera.

—¿Qué es eso que me quieres explicar? ¿Qué no te importa que ya no nos veamos?¿Qué me vas a abandonar? —decía Harry enojado.

—No es eso, no quiero separarme de ti, es solo que... Por una maldita vez en la vida quiero valerme por mi mismo, incluso tengo pensado mudarme del hotel y comprar mi propio departamento, pero tú no lo entiendes, quiero tener cosas que yo mismo me he ganado y no depender de nadie.

—Lavell, lo que tenemos con la banda es un trabajo, sé que muchos no lo piensan así, incluso tú, pero quiero intentarlo y si no me acompañas, sabré que ya no me amas. 

—¿Por qué eres tan egoísta Harry?

—¿Yo egoísta? —lo interrumpió—. Tú eres el egoísta, quieres que me quede contigo y no cumpla mi sueño, en cambio con Jammelah si pudiste viajar por todos lados ¿verdad?

—Eso era distinto, yo dependía de ella para tener trabajo, aunque sé que no era un trabajo como tal, pero como sea, ahora tengo mis propios proyectos y como tú, quiero cumplirlos.

Harry agachó su mirada.

—Pensé que dejarías todo por mí, pensé que de verdad me amabas...

—Y lo sigo haciendo mi amor —lo interrumpió—. Te amo con toda mi alma Harry, aun enojado te ves tan hermoso ¡maldición, ven aquí! —intentó abrazarlo pero el chico blanco no lo permitió.

Desde la pista podía oírse que había comenzado la canción de Poussez "come on and do it".

Se miraron a los ojos.

—No me toques —dijo Harry, aunque su mirada sensual demostraba otra cosa.

—Oblígame, ¿crees qué soy idiota? Te ví como coqueteabas con ese niñito blanco, él no te haría el amor como te lo hago yo Harry, yo conozco cada parte de tu cuerpo, sé lo que te gusta —le dijo al tiempo que le tomaba el rostro con una mano.

Juntaron sus entrepiernas y no pudieron evitar besarse frenéticamente. Comenzaron a temblar desesperados.

Lavell se puso de cuclillas y desabrochó el pantalón de Harry, desesperado comenzó a sorber el miembro erecto de su novio, este cerró sus ojos, dejándose llevar.

Las manos de Harry no tenían de donde agarrarse, buscaba en vano de donde sostenerse hasta que colocó ambas manos en su nuca, mientras su cintura se movía como si estuviera bailando, sin abrir sus ojos, comenzó a gemir de placer.

Se mantuvieron en esa posición por algunos minutos.

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Mientras tanto en la barra, los tres amigos se miraban entre sí, mientras bebían.

—¿Por qué tardarán tanto? —se preguntaba Farrah.

Marcus sonrió.

—No lo sé, quizás se están reconciliando, ¿no lo crees? —levantó una ceja haciendo un pícaro gesto.

—¡Oh claro! —sonrió Farrah asintiendo con la cabeza.

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Mientras tanto en el baño, Lavell estaba detrás de Harry, penetrándolo de forma desesperada, mientras tomaba firmemente la cintura del chico blanco.

Ambos gemían fuertemente, pero debido a la música alta, no podía oírlos nadie.

—¡Oh, si Harry Casey eres mío, solo mío mi amor! —repetía Lavell una y otra vez, a punto de llegar al orgasmo.

—¡Ah Lavell si... Si...! —Harry suspiraba mientras su corazón latía fuertemente, no podía creer lo que sentía, un placer imposible de describir con palabras.

Cuando ambos terminaron, se besaron nuevamente y se miraron a los ojos, estaban transpirados, así que de a uno salieron del baño y frente al gran espejo del baño se mojaron un poco para refrescarse, Harry mojó su cabello, aunque Lavell no pudo hacerlo, no quería arruinar su peinado afro que le quedaba genial.

Sonriendo y radiantes, fueron a la barra con sus amigos.

—¡Te lo dije! —exclamó Marcus riendo.

—¡Hey, ustedes si que la pasaron lindo allí! ¿No? —les preguntó Farrah.

—¿Cómo crees? —sonrió Harry, pero al instante su cara cambió a una expresión de horror, había visto a alguien que lo miraba desde lejos.