Capítulo 54

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Al fumaba mirando hacia la nada en el departamento, Jammelah iba y venía histérica.

—¡no puedo creer que la basura blanca sea dueño de esa banda, no puedo creerlo!

—quizás sea mejor tenerlo de tu lado ¿no? Dale unas disculpas, hazte amiga de él —opinó Al.

—¿yo, amiga de esa basura horrenda? no, claro que no, juro que lo mataré con mis propias manos, lo odio con todo mi ser, no merece ni siquiera tener éxito, es un parásito...

—¡ya Jammelah! ¿No te cansas de odiar tanto a las personas? Te convendrá tenerlo de tu lado, ¿y si se hace famoso? ¿Te imaginas? —le aconsejó Al, pero ella estaba dispuesta a arruinarle todo a Harry.

—un momento, Lavell no es homosexual —dijo la chica con sus ojos achinados—. Él no es ningún tonto, solo está con la basura blanca por interés, ya sabemos que ese negro no tiene nada en este maldito mundo, solo enganchó a ese idiota para sacarle su dinero, ya veo que Lavell aprendió mucho de nosotros. Al, debes acercarte a él, deben ser cercanos denuevo, dile que ya sabes lo que tiene pensado y que lo puedes ayudar.

—Jammelah, Lavell no quiere saber nada de nosotros, entiéndelo. 

—eso es porque quiere el botín para él solo, es un egoísta, en el fondo quiere volver conmigo y sé que lo hará. 

—mira, haremos esto, el sábado en Disco Studio yo trataré de tener un acercamiento con él, espero que resulte, le diré que no tiene que fingir con nosotros. 

—espero que resulte, porque mí paciencia está en el límite, quiero ver a esa basura blanca arruinada y pidiendo piedad. 

Los jóvenes rieron de forma malvada.

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Había llegado el sábado, Harry ya estaba más que listo para el boogie, su padre lo llevaría a la Disco y allí, como siempre, se encontraría con sus amigos.

La Sra Casey llamó a su marido y le habló bajito.

—¡Harold, fíjate si allí puedes ver a su novia, si es posible entra a la discoteca!

—¿¡Qué, estás loca!? Liz, eso es demasiado...

—Harold, tenemos que saber si nos está ocultando algo, hazlo... —le dijo interrumpiendo.

Al instante apareció el chico, saludó a su madre y fue hacia la camioneta junto a su padre. El hombre se sentía algo incómodo.

—y bien Harry ¿hoy verás a tu novia?

—si, pero ella llega más tarde a la discoteca. 

El hombre arrancó el vehículo y comenzó a manejar, padre e hijo encendieron un cigarrillo cada uno.

—¿y cómo a qué hora aparece ella?

—después de la medianoche —mentía el chico mirando por la ventana.

El hombre rodó sus ojos. Eran las 22:40 tendría que esperar una hora, aunque la idea de espiar a su hijo no le agradaba en lo absoluto.

Al llegar a Disco Studio, sus amigos ya estaban ahí, incluido Lavell, el cual se veía sumamente sexy con un pantalón negro Oxford bordado a los costados y su camisa también negra, atada a su cintura, dejando al descubierto su abdomen bien formado.

Harry se despidió de su padre y fue felíz con sus amigos.

El hombre arrancó el vehículo y rodeó toda la cuadra, estacionó lejos del local.

Pensaba en si hacía lo correcto espiando a su hijo, pero la curiosidad podía más.

Decidió esperar por una hora más y luego, ingresaría a la discoteca.

Disco Studio (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora