Disco Studio (LGBT)

Capítulo 9

Pasó como media hora más.

Harry se apoyó en el extremo de la barra, miraba hacia la pista, buscando a Lavell con su mirada. Farrah estaba sentada a su lado y Marcus parado, bailando en su lugar.

De repente Harry siente que alguien le toca el brazo, era el barman de la barra, éste le pasó un trago.

—¡toma, es un Tom Collins, lo pagó aquél chico del extremo de la barra —dijo señalando—. Dijo que es para tí.

Harry dirigió su mirada al otro extremo de la barra, vió a Lavell sonriéndole, y levantando un vaso con el mismo trago. El chico rió y también levantó su trago, le dió un gracias que Lavell no pudo escuchar, pero al leer los labios de Harry, se dió cuenta.

A partir de allí se dedicaron a cruzar miradas y a sonreirse desde lejos, ya que Lavell tenía a su odiosa novia a su lado.

—¡hey hombre boogie! ¿Y ese trago? —le preguntó Marcus. 

—me lo envió el chico que bailó conmigo —dijo un tanto vergonzoso. 

—mmm ¿que está pasando aquí Harry? —rio Farrah. 

—supongo que fue a modo de disculpa por el empujón que me dió su novia.

—es lo menos que podía hacer —opinó Marcus. 

Harry bebió el trago por completo, ya se sentía un poco mareado, sintió la música vibrar como nunca por todo su ser. Cruzó aún más miradas con Lavell, éste trataba de esquivar los besos que su ebria novia quería darle.

De repente las luces se apagaron, y la gente gritó. Una sola luz iluminaba al DJ que comenzó diciendo:

—¿¡están listos para gastar sus zapatos en la pista!? —la gente gritó dándole la razón—. Es hora de demostrar sus mejores pasos de baile, repartiremos 20 números, y como si se tratara de "Soul Train", hagan fila, los mejores tres solos de baile, ganarán 10 tragos gratis en la barra dos.

Harry dejó todo y corrió al lado de la cabina del DJ, no lo pensó dos veces.

Marcus también lo siguió, no se perdería esa oportunidad.

Las luces se encendieron, y las personas se agolpaban en la cabina del DJ buscando su número.

—¡bien, ve allí ya que has bailado tan bien con esa basura blanca, ve a bailar y más vale que ganes! —le ordenó Jammelah a su novio, él no estaba muy convencido, pero ante la insistencia de su odiosa novia, fue a buscar un número.

A Harry le tocó el núm. 11, a Marcus el 12 y a Lavell el número 18, había llegado justo a tiempo, para su desgracia.

De un lado de la pista, formaron fila los participantes, y del otro todo el público se ubicó para ver mejor.

Comenzó a sonar el tema de Patrick Hernández "Born to be alive" En su versión extendida, los participantes que ya tenían sus números pegados en su ropa, comenzaron a pasar uno por uno.

Eran geniales, uno mejor que otro, chicos y chicas bailaban frenéticamente.

Harry se percató que en la fila estaba Lavell, se puso un tanto nervioso y no sabía porque. Cuando le tocó su turno, puso lo mejor de sí en la pista.

—¡si Harry, demuestra quien es el rey! —le gritaba Farrah desde su lugar.

Todos gritaron cuando Harry en medio de su baile abrió sus piernas hacia el suelo.

—¡wow! —se maravillaban algunos.

Cuando le tocó el turno a Lavell, este comenzó dando una vuelta mortal, y se movía de forma ondulante cruzando sus piernas y haciendo giros muy difíciles. Una cosa era clara, que Jammelah no tenía razón respecto a él, Lavell sabía bailar y lo hacía excelente.

Una vez que el chico acabó su improvisado y genial baile, se dirigió hacia su novia y Al.

—¿qué demonios fue eso Lavell? —le gritó Jammelah. 

—¿te gustó? —le preguntó entusiasmado y de buen humor, fue la primera vez que bailó solo ante un público y le había encantado.

—¡claro que no, hiciste el ridículo, eres un fracaso! —le dijo ella altanera, al instante Lavell borró su sonrisa, ese comentario lo apenó.

Desde lejos  vió a Harry, este lo miró con cara de sorprendido y le levantó ambos pulgares arriba, dándole a entender que estuvo excelente, luego le cruzó los dedos con ambas manos y le deseó suerte.

Lavell, también levantó sus dedos cruzados, y también le deseó suerte desde lejos a Harry.

El ánimo del chico volvió a levantarse, a "el chico blanco" Le había gustado su coreografía y eso fue suficiente para él.