Capítulo 79

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Tony observaba toda su discoteca desde su lugar privilegiado, desde allí él podía ver todo lo que ocurría sobre la pista.

—¡Hola guapo! ¿Cómo estás? —le dijo a Tony, un hombre joven el cual tenía un trago en la mano.

—¡Steve, qué sorpresa! ¿A qué se debe el honor de tenerte aquí? —exclamó al tiempo que le daba un gran abrazo.

—Ha pasado tiempo desde que no nos vemos, he venido a visitar tu hermosa discoteca, ¿me invitas a tu oficina? —le dijo dándole un guiño.

Tony rio y lo condujo hacia su oficina, subiendo un piso más arriba, allí había un cómodo y suave sillón el cual Steve no dudó en sentarse casi acostándose en el.

—Y bien ¿cómo has estado todo este tiempo? No nos vemos desde aquella reunión de dueños de bares y discotecas, aún recuerdo esa maravillosa noche de locura —reía Tony.

—¡Oh, si esa noche fue sensacional! Pues he venido porque escuché mucho sobre las cosas que pasan aquí, entonces me dije "voy a visitar a mi amigo Tony", el nombre de tu dicoteca se menciona mucho en los restaurantes del centro de New York, hablan maravillas de este lugar, incluso en mis restaurantes.

—¿En serio? Wow, no lo sabía —se sorprendió Tony.

—Así es, sobre todo cuentan que vienen muchos homosexuales por aquí —dijo Steve dándole una mirada sensual, pasó su lengua sobre sus labios de forma exagerada.

Tony encendió un cigarrillo, Steve aspiró coc*ín* como si se tratará de algo normal y sin preocupaciones.

El dueño de Disco Studio rodó sus ojos y se quitó sus lentes de sol, los cuales usaba en todo momento. Usar lentes de sol ya era una marca registrada en él.

—Si, así es, ya catalogaron este lugar como "antro gay", incluso muchos creen que yo lo soy, pero me encuentro felizmente casado.

—¿Sabes lo que ocurre aquí, en esta pequeña ciudad? Muchos gays del centro viajan kilómetros solo para venir a bailar a Disco studio y debo decir que me provoca cierta envidia, pero al ver el lugar, ya comprendo porque lo hacen. Ellos llenan los hoteles de Lake George, los fines de semana solo por venir aquí. ¿Lo sabías?

—En verdad desconocía todo eso, nunca pensé que viajaban tanto solo por venir aquí, eso me alegra —decía Tony sorprendido.

—Ven aquí a mi lado Tony, te contaré algo —Steve no dejaba de mirarlo de manera Sexy.

El hombre se sentó a su lado riendo.

—¿Qué me quieres contar mi amigo?

—Que tengo pensado robarte a tus clientes —ambos rieron a carcajadas—. Verás, tengo pensado abrir una discoteca en la calle 54 oeste en Manhattan, haré algo a lo grande, estará inspirado en este lugar, será una disco muy exclusiva donde podrán ir sobre todo los homosexuales, básicamente para que no tengan que viajar hasta aquí para bailar, quiero que sea algo espectacular, donde todos puedan ser ellos mismos, incluso tener sexo en medio de la pista, ¿te imaginas?

—Ah ya veo, quieres robarme clientes, pues bien, hazlo —reía Tony—. Seguramente te irá bien, yo por mi parte prefiero mantener la compostura por aquí, no permito que ni siquiera nadie esté con el torso desnudo, pero te felicito si logras tener un lugar así.

—¿Es qué tienes que hacer todo perfecto maldito Tony? Este lugar es único, una discoteca los fines de semana y salones de baile durante la semana... Eres un genio.

—Más que genio, fue por mi escaso presupuesto, quería tener un lugar para practicar danza, pero además mi sueño siempre fue tener una discoteca, tuve que adquirir un lugar y modificarlo para ambas cosas, mi dinero era muy escaso, no tenía para pagar dos locales. Por suerte me fue bien.

—¿Solo bien? ¡Maldición, te fue y te va excelente!

—Gracias...

—Te voy a imitar, pero quiero que no se lo cuentes a nadie, el año que viene tengo pensado inaugurar la discoteca y tú serás invitado de honor, además te lo aseguro el nombre del lugar estará inspirado en Disco Studio, te quitaré todos tus clientes Tony —decía sonriendo.

—Ok inténtalo, veremos quien será el mejor —decía en tono de broma.

—No podré superarte Tony, lo sé. Cuéntame ¿es verdad que en el último concurso de baile anual ganó una pareja homo?

—En realidad, no sé si eran pareja pero si, fue la primera vez que ganó una pareja de dos hombres, a partir de allí, todo cambió, mi clientela aumentó considerablemente, muchos gays, lesbianas y travestis vienen aquí, yo solo puedo verlos allí felices bailando y eso me encanta.

—Gracias Tony, hay pocos lugares donde nos abren las puertas y este es el mejor de ellos, lástima que no dejas que tengan libertad sexual en medio de la pista.

Ambos rieron.

—Lo siento, no puedo hacer eso.

—Y dime, ¿esos chicos que bailaron, quiénes eran?

—Justamente los ganadores del concurso, han hecho un excelente baile. —Se puso de pie orgulloso.

—Si, son fenomenales, pero creo que si eran pareja, al finalizar su baile se besaron, me encantó ver eso, se veían tan calientes —dijo Steve con mirada sensual.

Tony rodó sus ojos y sonrió.

—Quizás lo hicieron por la emoción del momento, pero ven, vamos a la pista tengo varias cosas que comentarte.

Ambos hombres salieron a la pista y vieron a la multitud bailar desenfrenada.

Steve estaba maravillado, no paraba de pensar en que quería un lugar así en el centro de New York, en un año haría realidad su sueño.

Disco Studio (LGBT)Where stories live. Discover now