Capítulo 47

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—Elizabeth, te digo que lo que me contó mi hija, me dejó totalmente sorprendida.

—¡por favor Rose! Quizás tu hija no vio bien dentro de la discoteca, Harry tiene novia, no es homosexual.

—no lo sé pero ¿haz conocido a la chica?

La Sra Casey pensó un segundo y contestó.

—pues sí, él ya la ha traído a casa, incluso almorzamos todos juntos, es una bella chica de cabellos rubios —mintió.

Su amiga bebió un sorbo de té y pensó.

—entonces quizás Rebecca si vio mal dentro de la discoteca, le llamaré la atención al llegar a casa.

La madre de Harry rodó sus ojos.

—suele pasar, quizás lo confundió con otro chico.

—así parece...

Las señoras conversaron por media hora más, hasta que se despidieron. La Sra Casey cerró la puerta y suspiró, se dirigió al cuarto de su hijo.

Golpeó, el chico le dió permiso para que pasara, la mujer estaba seria, cerró la puerta tras de sí y se cruzó de brazos.

—Harry tenemos que hablar, y muy seriamente.

—¿ahora qué? ¿Y qué hacía la más chusma del barrio aquí? Madre, no es una buena amistad esa mujer.

—¿por qué lo dices, acaso es verdad lo que me acaba de contar?

El joven que estaba escribiendo, se giró en su silla, miró a su madre con fastidio.

—mamá, sabes que esa mujer solo viene a contar chismes que a nadie le interesa, ni siquiera a mí. 

—esto te interesará, porque me contó algo horrible, su hija le dijo que te vio en Disco Studio besándote con un hombre, Harry dime ya que eso es mentira —los ojos de la mujer se llenaban de lágrimas.

La expresión de Harry fue de bronca y a la vez preocupación.

—¡mamá y tú le creíste! Por supuesto que es mentira, ¡no puedo creerlo! —decía indignado.

—Harry, tuve que inventar que ya había conocido a tu novia, para que luego no sigan hablando, dime ¿qué demonios está pasando y por qué vienes con el rostro golpeado? Últimamente vienes golpeado y dices que te peleas por tu novia pero...

—¡es eso mamá, su ex novio nos molesta, es solo eso!

—Harry, esto es grave, no quiero ni pensar en que te está pasando lo mismo que a Davon cuando aun vivía aquí... ¿Cuando trerás a tu novia? Solo así podré vivir tranquila.

—¿y mi tranquilidad no importa? ¿Solo te importa lo que digan los demás? —levantó la voz.

—hijo, no es eso yo...

—¡ya veo que te preocupa más lo que digan e inventen que lo que me pasa a mí, voy a reclamarle a esa perra de Rebecca que deje de inventar cosas de mí! —exclamó interrumpiendo a su madre.

—¡Harry no es eso es que... Tengo miedo de que estés enfermo al igual que Davon, no podría soportar una tragedia semejante!

—¿tragedia? Mamá en primer lugar Davon no está enfermo, es una persona normal  y segundo, todo lo que digan los vecinos es mentira, tienes que creerme, creo que te estás obsesionando con todo...

—no lo sé, pero lo único que te diré es que no quiero volverte a ver golpeado, y quiero que para el próximo fin de semana traigas a tu novia, o si no no sé que pasará. 

Harry se puso de pie más que molesto.

—¿es una maldita amenaza? ¿Es enserio? ¿Mi propia madre me está amenazando?

—no es tan así, solo quiero que no haya rumores sobre tí, no quiero tener un hijo homosexual, sería una desgracia muy grande.

Harry comenzó a llorar, eso le había dolido demasiado.

—¡mamá no puedo creer que creas en otras personas, por favor vete de mi cuarto!

—no me iré hasta que me digas cuando traerás a tu novia —la mujer comenzaba a llorar.

—¡no la traeré, no hasta que ella no se sienta lista! ¿No puedes entender eso? —decía sin poder evitar llorar aun más.

—Harry yo te amo, pero debes traerla o habrá consecuencias. Te doy plazo hasta el próximo fin de semana.

—¿o si no qué? ¿Sabes qué? Ya no tendrás que preocuparte más por mí, cuando logre juntar más dinero me compraré una casa y me iré, así podrás vivir en paz.

—no me molesta que vivas aquí, si me molestan las mentiras y los secretos, antes solías contarme todo lo que te pasaba y ahora ya no lo haces.

—¡mamá, tengo 23 años, no tengo por que contarte todo ya soy mayor, acéptalo!

La mujer secó sus lágrimas y su expresión fue de bronca.

—eres mayor, pero mientras vivas aquí, harás lo que yo te diga ¿entendido?

La mujer cerró la puerta fuertemente tras salir de su habitación.

Harry tomó su cabeza con ambas manos, se sentó sobre su cama y siguió derramando lágrimas de tristeza.

Extrañaba más que nunca a su novio, tenía ganas de huir y acurrucarse en los brazos de Lavell.





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Disco Studio (LGBT)Where stories live. Discover now