💿Nueva York 1976 💿
Esta es una historia de amor que trascurre alrededor de Disco Studio, una discoteca muy especial, un lugar único y soñado, donde cada fin de semana, miles de jóvenes se encuentran para bailar y pasarla genial.
Un Sábado por la...
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Los jóvenes Harry, Davon, Farrah, Marcus y su novia estaban en la puerta de Disco Studio, entusiasmados por ingresar, el ojiverde aún no había llegado y algunos comenzaron a fumar.
El ambiente se sentía más festivo que nunca.
La cantidad de personas que esperaban para ingresar era inmensa.
Los amigos se colocaron en la fila.
Marcus no dejaba de abrazar y besar a su novia.
A lo lejos llegaba Lavell, no pudo evitar observar a Harry, como si lo pudiera ver en cámara lenta, veía al chico en todo su esplendor, se sentía en un sueño, como si viera a su príncipe azul.
Cada movimiento que hacia Harry le parecía sublime, fumar, acomodarse su hermoso cabello lacio, pararse con una mano en la cintura, reír... todo a Lavell le parecía perfecto.
Cuando llegó a ellos, los saludó a todos amablemente, pero a Harry no pudo evitar abrazarlo, se abrazaron fuerte por casi un minuto, Farrah y Davon se miraron entre sí riendo.
—¡mírate Lavell, te ves genial!—le dijo Harry.
—gracias, tú también te ves genial, me encanta este nuevo pantalón, gracias por el regalo
—¡oh, no es nada, te queda fabuloso! —le contestó el chico, él también sentía que tenía ante el a su príncipe azul. No podía dejar de mirarlo.
Lavell encendió un cigarrillo y Harry lo encontró súper sensual.
La camisa abierta en el pecho, y todo su atuendo, lo hacia ver perfecto ante los ojos de Harry.
Entre los dos, no podían dejar de mirarse.
Por fin, luego de quince minutos, pudieron ingresar a la disco, comenzaba a sonar la canción de Arpeggio "love and desire".
Todos quedaron boquiabiertos con la decoración del lugar, todo estaba lleno de globos, guirnaldas y brillo por doquier.
La pista estaba impecable, en un extremo se podía ver una mesa con cuatro asientos, y sobre ella un cartel con la frase :
"CONCURSO ANUAL DE BAILE".
De más está decir que Harry se puso muy nervioso, le comunicó a sus amigos que iría a preguntar si podía participar, Lavell lo acompañó.
Lo dirigieron hacia un organizador el cual tenía una planilla en sus manos.
—hola, tengo un problema —le dijo al sujeto—. Mi pareja de baile se accidentó mientras ensayabamos, ¿puedo bailar solo o quedo fuera del concurso?
El sujeto sonrió.
—mira, ya ha venido una chica que tuvo un problema con su pareja de baile y bailará sola, asique puedes hacerlo, solo tendrás derecho al tercer lugar. No podrás ganar ni el segundo ni el primer lugar, si ganas, solo será el tercer lugar, si estas de acuerdo, tacho el nombre de tu pareja de baile y lo harás solo
—¡si, puedo hacerlo, gracias por dejarme participar! —le dijo Harry animado.
—de nada, solo recuerda, si a último momento consigues una pareja, ahí si podrás ganar un puesto más alto —aclaró y luego le entregó el número que debía pegarse en su ropa.
—no creo que consiga a alguien, igualmente lo haré yo solo, he practicado mucho, muchas gracias —dijo animado.
El hombre tachó el nombre de Farrah y solo dejó el de Harry.
—¡eso es fabuloso Harry, podrás participar. Serás el mejor, seguramente el tercer puesto será tuyo! —lo animó Lavell, tomándolo de la cintura. Juntos caminaron abrazados hasta la barra donde estaban sus amigos.
—gracias, pero no creo que gane, igualmente me siento algo nervioso, pero tus abrazos me calman, gracias por tu apoyo Lavell —le dijo sonrojado.
Llegaron a la barra y Harry le comunicó la noticia a sus amigos, todos sus pusieron felices, y él más que feliz se sentía nervioso.
Bebieron para relajarse, la noche aún comenzaba y la disco se llenaba de gente cada vez más.
—¡hey, Harry que buenos zapatos boogie tienes! —le dijo Marcus.
—¡si, son nuevos, espero gastarlos en la pista! —le dijo riendo.
El chico vestía de blanco incluido sus zapatos de plataforma alta. Su atuendo brillaba con los hermosos bordados con lentejuelas de su ropa.
Lavell no podía dejar de contemplarlo, y más que nada porque la entrepierna de Harry se notaba demasiado, su ajustado pantalón Oxford hacía que sus partes íntimas se notaran sobremanera.
Harry intentó no bailar junto a Lavell, ya que no quería cansarse demasiado.
El chico tomó el número que le había entrenado el sujeto con la planilla, y el ojiverde se lo colocó cerca de su cinturón, así podría verse bien.
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