don't marry her [2]✨

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Dónde Volkov es un joven ruso de clase alta al cual su conservadora y adinerada familia intentan encontrarle una esposa, y él busca consuelo en los brazos de su "mejor amigo".

Parte 2 de 2 <3

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La decoración era en blanco y negro, y Horacio la aborreció. Aunque lo cierto era que su odio no se debía sólo al estilo, sino también a lo que significaban todos esos adornos en el amplio jardín de Volkov. Su boda.

Nunca pensó que asistiría a la boda del ruso. Siempre pensó que, para cuando ese chico tan frío y cerrado encontrara el amor, la vida ya habría separado sus caminos y él no estaría invitado. Después, algunos pensamientos intrusos de los que se avergonzaba pero no podía controlar le hicieron creer que, quizás, la boda de Volkov podía ser con él, en el futuro. Pero los padres del ruso se metieron en la vida de su hijo, y lo arruinaron todo.

Horacio los vio a lo lejos, tan perfectos con su ropa cara y sus ojos azules. Entendía que Volkov fuera tan guapo, porque sin duda sus padres eran atractivos. No quiso acercarse, no quiso ni siquiera seguir mirándolos, así que sólo se acercó a sus amigos. Volkov había impuesto la condición de que sus amigos tenían que ser invitados de la boda, por mucho que sus padres detestaran la mala influencia que eran. No necesitó insistir mucho para que aceptaran. Quizás, pensó en aquel momento Volkov, se sentían algo culpables al saber que lo que estaban haciendo no estaba del todo bien.

—Anima esa cara —Greco se dio cuenta de su expresión nada más verle dejarse caer en la silla a su lado. Horacio suspiró, mientras dirigía su mirada a la permanente sonrisa comprensiva de uno de sus mejores amigos—. Mira el lado positivo, podéis ser amantes secretos. Eso tiene algo de divertido.

Horacio negó con la cabeza, cruzando las piernas y centrando su mirada en sus brillantes zapatos de vestir.

—Lo dudo. No creo que volvamos a besarnos —Greco soltó una carcajada sarcástica, y Horacio frunció el ceño, enfadado, aunque con un leve sonrojo que le quitaba seriedad—. ¿De qué te ríes? Estoy hablando en serio.

—Lo siento, pero, ¿de verdad crees eso? No digas tonterías —Horacio bajó de nuevo la mirada, incómodo. Llevaba días hablando de eso con sus amigos, recibiendo consejos diferentes por parte de cada uno de ellos. Pero el tiempo pasaba y él seguía sin saber qué hacer.

—¿Y el resto? —cambió de tema, mordiéndose el interior de la mejilla. Greco percibió la incomodidad en su expresión, así que no insistió en el tema previo y respondió a su pregunta.

—No lo sé. Sólo sé que Gustabo está echando alcohol en el ponche, como en la fiesta de graduación del instituto —Horacio sonrió, rememorando recuerdos de aquella bonita época en la que todo parecía más sencillo—. Ya verás la que se va a liar.

Horacio puso los ojos en blanco. Estaba a punto de responder, pero Greco cambió su cara a una de repentina seriedad y le hizo un gesto señalando a sus espaldas. Sin mucho disimulo, Horacio se dio la vuelta y vio como los padres de Volkov se dirigían a su posición. Sintiendo el pánico ascender por su cuerpo, se giró de nuevo y le preguntó a Greco con la mirada qué se suponía que debía hacer. Éste se encogió de hombros, y enseguida sonrió de nuevo cuando los padres de Volkov estuvieron lo suficientemente cerca como para verlos.

—Buenas tardes —dijo la mujer, delgada y menuda, pálida como la nieve y con unos ojos grandes y grisáceos. Los chicos le devolvieron el saludo, manteniendo la compostura e intentando dar buena imagen ante la mujer—. ¿Ustedes son amigos de Viktor?

Se miraron mutuamente un segundo, antes de dirigir su atención a la pareja. Horacio tan sólo asintió, algo nervioso. Greco decidió hablar un poco más.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Where stories live. Discover now