We'll meet again✨

1.2K 94 10
                                    

Donde Volkov y Horacio se conocen en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

(Basado en el reto de multimedia, 15-L)

Parte 1 de 2.

*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸

El único golpe de suerte que ha tenido Viktor Volkov desde hace meses, es acabar cerca de Horacio.

En realidad, él ni siquiera sabe su nombre. Sólo sabe que, cuando siente sus manos presionar la herida de bala de su brazo, se siente un poquito más seguro en medio del caos. Está asustado, y, por esa razón, las primeras frases que dice son en ruso. Era el idioma en el que su madre lo calmaba cuando era niño, y ahora sigue siendo el idioma que utiliza, inconscientemente, en los momentos en los que se siente más vulnerable.

El desconocido lo arrastra a un lado para apartarlo de las balas, y Volkov lo admira desde ese instante. Desde el momento en el que ha puesto en peligro su integridad física para ayudar a alguien que ni siquiera conoce, porque no existen muchas personas que hagan eso.

Si no fuera su brazo derecho el herido, Volkov ya lo habría resuelto él solo. Pero no es capaz de maniobrar con el izquierdo, así que es ese hombre desconocido el que se encarga de hacer un torniquete con jirones de su propia camisa en el brazo herido de Volkov. Conforme va perdiendo más y más sangre, el ruso deja de ser capaz de mantenerse consciente. No se queda dormido, el hombre se lo impide, pero lo escucha todo como si tuviera la cabeza metida bajo el agua, y ve borroso. Además, es incapaz de seguir sintiendo el dolor, como si ya no fuera parte de su cuerpo, y no siente más que un cosquilleo donde aún sigue la bala. Ni siquiera es capaz de mantenerse conectado con sus pensamientos, como si eso tampoco fuera parte de él, porque se vuelven repetitivos e incoherentes, y no puede dejar de pensar en que quizás lo que tiene delante no es una persona, sino un ángel.

Le pesan los párpados, pero el hombre no le permite que cierre los ojos, porque su voz intenta hacerle volver a la realidad.

—¿Hablas inglés? —es la primera frase que le dedica, porque todo sería mucho más fácil si hablaran en el mismo idioma, y él no habla en ruso—. Yo puedo ayudarte...

Con la mano derecha sujeta a Volkov por la muñeca, y con la izquierda se señala a sí mismo y gesticula lo suficiente como para que pueda entender algo de lo que está queriendo explicar.

Volkov, mientras tanto, intenta hacerse despertar. La pérdida de sangre y todo el caos previo le han dejado mareado y confuso, pero tiene que poner de su parte si quiere ser ayudado. Así que asiente con la cabeza, aunque sin decir palabra y sin devolverle la mirada al hombre que tiene arrodillado a su lado.

—Voy a llevarte a un sitio seguro para sacarte la bala, ¿te parece bien? —no espera su respuesta, así que trata de ponerse de pie, pero el ruso no se mueve y él no quiere hacerle daño tirando de más—. Estudié medicina.

Y Volkov, por mucho que sepa que no debe confiar en desconocidos, y menos en medio de una guerra, también sabe que no va a poder sacar esa bala solo, y si no lo hace pronto las consecuencias pueden ser devastadoras. Así que se pone de pie, con su ayuda, y trata de mantener los ojos abiertos para no tropezarse al caminar. La voz de su ángel, mientras tanto, trata de hacerle la tarea de mantenerse despierto más sencilla.

—Mi casa está muy cerca de aquí, ¿puedes caminar un rato más? —Volkov ni siquiera está caminando, está dejándose arrastrar por un hombre que, a pesar de medir algunos centímetros menos que él, carga con su peso fácilmente—. Me llamo Horacio, puedo ayudarte.

Pero Volkov ni siquiera va a recordar su nombre, y ambos lo saben. Avanzan un rato más así, pero las fuerzas del ruso se van agotando, y que acabe inconsciente justo antes de cruzar el umbral de la puerta de su casa es casi un alivio para Horacio. Le ahorrará el dolor de la extracción de la bala.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora