sorry (drabble) ✨

4.6K 415 78
                                    

Donde Volkov descubre quién es Dan. O donde al fin se toman ese vodka♡︎

Cortito, pero soft. 

(básicamente después del directo de ayer pienso en cómo habría sido el reencuentro Volkacio si no hubiese un chat tóxico pesado detrás) 


*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•

—¿Horacio? —llamó su atención Volkov, antes de que el de cresta saliera del despacho.

Llevaba toda la reunión pensando en lo idiota que había sido con Horacio. Pensando en lo bien que le quedaba el traje de subinspector, en lo bonitos que eran sus tatuajes del brazo, en lo bien que le quedaba ese color de pelo… y en lo mucho que lo había echado de menos. Sobre todo en la incómoda cita con la EMS que Conway le obligó a tener. Mientras tomaba ese interminable café no podía dejar de pensar en lo natural que salía todo con Horacio y en ese vodka a solas que no se habían llegado a tomar. 

No había nadie en la ciudad como él, nadie. Echaba de menos sus abrazos y su forma de hablar, y aún que veía los ojos de Horacio más apagados de lo normal, sabía que su chico alegre seguía allí. 

—¿Sí? —preguntó Horacio, girándose para ver a Volkov. Había pasado toda la reunión mirando al comisario. No se podía creer que al fin supiera toda la verdad sobre Dan, y estaba muy feliz. 

—Ehm… ¿Podemos hablar a solas más tarde? —preguntó Volkov. Horacio lo notó nervioso y reprimió una sonrisa. 

—Claro. Todavía me debes un vodka, ¿recuerdas? —Volkov asintió. 

—Ya sabes dónde vivo —dijo, evitando la mirada de Michelle y Conway. Horacio sonrió y se fue, junto a Gustabo. 

—No hagas que me arrepienta de tenerlo aquí. No quiero que esto sea un puto instituto, ¿entendido? —recriminó Michelle, que había sido consciente de todas las miradas que habían compartido Volkov y Horacio. Además, Conway la había informado del confuso pasado entre ellos. 

Volkov asintió, murmuró un "10-4" y se fue de allí antes de tener que soportar más comentarios. 

-

No le hizo falta acercarse para saber que la persona apoyada en su portal era Horacio, ¿qué otra persona llevaría cresta? 

Cuando estuvo lo suficientemente cerca le sonrió, y Horacio lo imitó. Abrió el portal y lo dejó pasar antes, mientras Horacio se abrazaba a sí mismo para quitarse el frío. 

—Si tenías frío podrías haber entrado, ¿no tienes aún la copia de la llave? —Horacio asintió, mientras entraban en el ascensor. 

—Sí, pero no la llevo encima. La guardo por si acaso —decidió arriesgarse un poco más—. De hecho, ahora que volvemos a ser amigos, puedo venir a hacerte visitas… como en los viejos tiempos. 

Miró a Volkov a los ojos mientras escuchaban el zumbido del elevador. Los ojos azul pálido del ruso estaban llenos de sentimientos que no pudo discernir, porque Volkov era un hombre demasiado dificil de leer, pero no parecía que estuviera pensando nada malo de él. 

Volkov abrió la boca para hablar, pero la puerta del ascensor se abrió antes de que pudiera pronunciar palabra. 

Salieron del ascensor en silencio, caminando uno al lado del otro, e ingresaron en el apartamento de Volkov.

Horacio se dio cuenta de que seguía igual de lujoso y frío que siempre, pero no dijo nada. 

—Siéntete como en casa, Horacio —el mencionado se dio cuenta de una cosa, y se la comentó a Volkov. 

—¿Ya no me hablas de usted? —le preguntó, con tono de voz divertido. Volkov dudó. 

—¿Le molesta? —Horacio se apresuró a aclararse. 

—No, no. Claro que no. Me gusta —le sonrió. Volkov se mordió el labio, porque estaba tan nervioso que era incapaz de fingir una sonrisa, y se fue a la cocina, a por el Vodka. 

Había guardado una botella tras la invitación que le había hecho a tomar juntos, y, a pesar de no haber podido beberla junto a Horacio, tampoco la había bebido sólo. No podría. 

Cogió dos vasos de cristal y la botella y se dirigió hacia el salón. Se sentó al lado del subinspector, justo en las mismas posiciones que el día del Fame Or Shame. Se le escapó una sonrisa y decidió bromear sobre eso. 

—Toma —le sirvió vodka en un vaso y se lo tendió—. Es más suave que lo de la otra vez, no te sentó muy bien. 

Los dos se rieron suavemente, mientras las mejillas de Horacio adquirían cierto tono rojizo por la vergüenza de recordar lo borracho que había acabado ese día, e hicieron contacto visual mientras sus manos se rozaban para agarrar el vaso. 

Hablaron de cosas sin importancia, riendo y bromeando, y Volkov no pudo evitar pensar que esa sí era una cita. Se avergonzó al darse cuenta de lo que estaba pensando, y sacudió la cabeza, atribuyendo el calor de su cuerpo y rostro al alcohol. 

—Por cierto… —dijo, después de unos minutos en silencio en los que dudó si decirle esto o no—. Siento mucho mi comportamiento en el interrogatorio. 

—No pasa nada —dijo Horacio, sin perder su sonrisa, poniendo su mano sobre la del ruso para tranquilizarlo. El contacto parecía tan natural, pensó Volkov, avergonzadose de nuevo de sí mismo—. Sólo hacías tu trabajo. 

—Ya, pero… no sé, me siento mal —lo miró con unos ojitos arrepentidos y Horacio simplemente no podía dejar de sonreír, porque llevaba tanto tiempo esperando este momento, y llevaba unos días tan malos que esto era justo lo que necesitaba. 

Llevó la mano del ruso, entrelazada con la suya, hacia su rostro, y depositó un beso en el dorso de su mano. 

—Te perdono, Volkov. Ahora todo será como antes —le dijo, mientras Volkov frotaba con su pulgar la mano de Horacio. 

El de cresta tiró de su mano para acercarlo a él, y lo rodeó con sus brazos como solía hacer antes de todo ese lío. Volkov no se dio cuenta de lo mucho que había echado de menos ese contacto hasta que volvió a sentir la calidez del cuerpo de Horacio envolviéndolo. Se aferró con fuerza a la espalda del contrario, y enterró su cabeza en el hueco de su cuello, aspirando ese olor tan familiar. 

Después de mucho tiempo, los dos se sintieron como en casa. 

*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•

Esto es como una especie de extra, ya que no es parte del reto que estoy haciendo, pero me apetecía escribirlo y estáis dándole mucho apoyo a este libro, así que lo subo. 

↳;; ❝Volkacio AUs♡Where stories live. Discover now