love is a losing game✨

1.9K 192 112
                                    

Dónde Volkov es rehén en un robo, pero es el propio atracador el que lo deja escapar, por diversos motivos que iremos descubriendo.

*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•

Volkov se dejó caer de rodillas, junto al resto de civiles, maldiciendo en su lengua natal en voz baja.

Los dos atracadores que habían entrado parecían descuidados, pero estaban armados y eran peligrosos. Uno de ellos, el más alto de los dos, llevaba un pasamontañas negro, y el otro una máscara también oscura que dejaba algunos mechones de su cabello rubio al descubierto.

—Ni un solo movimiento por parte de nadie, o disparo —dijo el rubio, dando un disparo de advertencia al techo que alteró a algunas de las personas presentes.

—Cálmense, por favor —pidió el ruso. Se dio cuenta de que no podía revelar que era agente de policía, pues eso podía costarle un disparo, o incluso la vida. Aún así, sentía que debía usar su experiencia y su control en esos asuntos para tranquilizar al resto de gente.

Sus palabras llamaron la atención de ambos atracadores, que compartieron una mirada rápida pero no respondieron. Volkov suspiró, todavía agachado en el suelo.

—Dan, encárgate de ellos —pidió el atracador más bajo, y el otro -que no había abierto la boca todavía- asintió y se acercó a los rehenes.

En el banco había una mujer mayor, un hombre de la edad de Volkov con un niño pequeño, y un par de chicos jóvenes, junto con los trabajadores. El atracador al que su compañero había llamado "Dan" los miró uno por uno.

—Los teléfonos móviles —sacó una bolsa de plástico y se la tendió a cada una de las personas, que fue dejando su teléfono móvil tal y como le habían pedido.

El atracador miró a Volkov, y el ruso pudo ver sus ojos, uno de ellos verde y el otro castaño, antes de bufar y dejar él también su móvil en la bolsa. Después, el contacto visual se rompió porque el chico sacó unas cuerdas de la mochila que llevaba y comenzó a atar las muñecas de la gente.

El niño se aferraba a los brazos de su padre, con una expresión aterrorizada, y Dan se quedó observándolos. Volkov le escuchó suspirar. Después de pensarlo durante unos segundos, los dejó libres y se dirigió al ruso. Se arrodilló a sus espaldas y tiró de sus muñecas con violencia, para después atarlas juntas, sin cuidado.

Gateó hasta quedarse frente a él, y le quitó la identificación de comisario del cuello. Después soltó lo que Volkov identificó como una pequeña risa y dirigió su mano a su cinturón, para quitarle la pistola.

—Me quedo con esto, agente —dijo, dirigiéndole una última mirada antes de ponerse de pie. Sacudió el polvo de su ropa y se dirigió a su compañero, que ya tenía el dinero metido en un par de bolsas—. Fred, ¿cuánto falta?

—Supongo que poco, pero aún no he escuchado las sirenas —Dan le enseñó el arma que le había quitado a Volkov—. ¿Y esto?

—Hay un poli —respondió, escueto, y el otro chico supo exactamente de quién hablaba. Le había sonado su cara desde el primer momento, pero no había dicho nada y al parecer tenía razón. El comisario Volkov.

El rubio dejó las bolsas sobre una mesa, junto a Dan, y se dirigió al grupo de gente.

—No se preocupen, que pronto podrán salir. Guarden silencio y no me molesten y esto acabará antes —después, se dirigió al ruso—. ¿Cuánto van a tardar tus amigos en venir?

Sus ojos claros evitaron la mirada turbada del rubio y buscaron la de el otro chico, que  observaba a lo lejos la escena, apoyado en la pared. Se encogió de hombros al sentir su mirada, como diciendo que no podía ayudarle y que él debía enfrentarse a Fred, pero aún así se acercó.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora