red thread✨

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Dónde Horacio y Volkov se reencuentran de la mejor forma posible. O donde el amor siempre es más fuerte que el tiempo. 

O donde el hilo rojo demuestra ser irrompible.

Aviso de que es muy corto porque estoy escribiendo un AU para los Volkacio Awards de twiter (lo publicaré, probablemente, este fin de semana, si queréis leerlo id a seguirme a twt) y no tengo suficiente tiempo como para ir a clases (además son presenciales), escribir ese AU y traer actualizaciones, pero no quería pasar tanto tiempo sin actualizar así que escribí esto. Siento si es muy corto💗

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Con su mano derecha alcanzó el bolsillo de su pantalón, que seguía tirado en el suelo, para sacar un cigarrillo del bolsillo. Su brazo izquierdo abrazaba a Horacio, que todavía seguía intentando regular su respiración. Lo único que cubría la desnudez de sus cuerpos era la fina sábana de algodón, pero ninguno de los dos tenía frío. 

—Echaba de menos esto, ¿tú no? —Volkov asintió mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Horacio y cerraba los ojos, tenía sueño. 

Se quedaron en silencio, porque había muchas cosas que decir pero ninguno sabía cómo exponerlas en alto. Sentimientos sin resolver, que habían silenciado con encuentros sexuales, pero que no se habían ido con el paso de los años. Porque pasara el tiempo que pasara, aunque no se vieran en años e intentaran dejar su historia en el pasado y rehacer su vida, siempre acababan volviendo a verse. 

Y era el peor regalo que podía hacerles el destino, y a la vez el mejor castigo que podía ponerles la vida: reencontrarse siempre. 

Su historia no tenía final, porque ni siquiera había empezado como tal. 

—¿Qué… vas a hacer ahora? ¿Piensas volver a la malla? Necesito un comisario leal y con experiencia —Horacio sonrió y dejó un beso en el hombro de Volkov. 

—Creo que ya llevo mucho tiempo siendo el héroe, merezco un descanso —cerró los ojos de nuevo mientras se recostaba mejor sobre su hombro—. Quizás me hago agricultor. ¿Tú no vivías en una granja de niño? 

—Sí. Puedo enseñarte a plantar tomates —Horacio soltó una carcajada y Viktor dejó escapar una sonrisa, mientras apagaba los restos del cigarrillo en el cenicero de su mesilla de noche para girarse y mirar frente a frente a Horacio. Tenía las mejillas ruborizadas y su cresta despeinada sobre la almohada. 

Tan bonito como la última vez que se habían visto, a pesar de que las circunstancias no habían sido las más idóneas. 

Quizás Horacio se dio cuenta de lo que pasaba por su mente, porque conocía de memoria sus ojos y las emociones que reflejaba en ellos, y colocó su mano en la mejilla de Volkov, acariciando con su pulgar el vello facial. 

—Siento todo lo que pasó —empezó, pero Volkov lo interrumpió, colocando su mano sobre la de Horacio. 

—No quiero hablar de ello otra vez. Quiero olvidar todo lo que pasó hace años, todo, a Pogo, a la mafia, el coma, lo quiero olvidar todo. Y que volvamos a empezar —Horacio asintió, sintiendo la calidez de la mano de Volkov sobre la suya. 

—Volver a empezar… ¿cómo… novios? —había hablado de ese tema con Volkov en el pasado, y sabía lo que pensaba el ruso acerca de las relaciones sentimentales. Volkov se tensó al escucharlo y apartó su mano. Se giró, volviendo a mirar hacia el techo, antes de hablar. Y Horacio no se abrazó a él como antes, sino que sujetó la sábana con miedo de haber estropeado su noche con sus preguntas. 

—Tú ya sabes que eso no es posible, Horacio —habló con suavidad, y Horacio puso los ojos en blanco. Estaba empezando a perder la paciencia, porque Volkov siempre ponía la misma excusa. Nunca le daba un sí, pero tampoco le daba un no—. Mi trabajo--

—¿Tu trabajo? —interrumpió, elevando un poco su tono de voz—. ¡Sobrevivimos a una explosión y a un tiro en el pecho! ¿Sigues teniendo miedo? 

Volkov no respondió, y tampoco apartó la mirada del techo, pero tenía los ojos tristes. A él también le dolía que Horacio siempre volviera a aparecer en su camino cuando creía que ya era parte de su pasado. 

—¿No vas a permitirte ser feliz nunca en todo lo que te queda de vida? ¿Esto no te ha enseñado a aprovechar el tiempo? —suspiró frustrado y se giró para recoger su ropa del suelo y vestirse, empezaba a sentirse incómodo por su desnudez. 

Pero Volkov lo sujetó con cuidado antes de que pudiera moverse y se acercó a su rostro para darle un beso, muy diferente a todos los que se habían dado esa noche. Con menos deseo, pero más cariño. Con menos lujuria, pero más amor. 

Cuando sus rostros se separaron, Horacio apoyó su frente contra la de Volkov, intentando que no viera la humedad de sus ojos. 

—Es que-- es que me duele, porque yo sé que no voy a poder superarte jamás —tenía la voz rota, como si estuviera conteniendo el llanto—. Porque cada vez que pienso que ya… que ya es hora de seguir, y buscar a otro, volvemos a vernos. Pase el tiempo que pase. Es jodidamente frustrante.

—Como si estuviéramos atados el uno al otro —murmuró Volkov, más para sí mismo que para Horacio. 

—Y si va a ser así siempre… yo no voy a poder ignorar todo esto —hizo gestos con sus manos señalandose a ambos. Los dos eran conscientes de que Volkov no se acostaba con cualquiera, sino que había algo más entre él y Horacio—. ¿Cuántos años llevamos haciendo el tonto con aventuras de una noche y evitando todo lo demás? Porque yo he perdido la cuenta de los años que llevo enamorado de ti, de las veces que me he declarado, de las veces que nos hemos reencontrado y de las veces que nos hemos vuelto a separar. Y siempre pienso que va a ser la última vez, pero nunca lo es. 

Volkov se mordió el labio y abrazó a Horacio contra su cuerpo. La respiración agitada del menor erizaba su piel, y no tardó mucho en sentir las lágrimas mojar su pecho. 

—Quizás debería hacerle caso a Conway —Horacio frunció el ceño y levantó la cabeza para mirarlo con los ojos rojos por contener el llanto. 

—¿En qué? —y Volkov sintió la vergüenza ascender hasta colorear su rostro, porque no pretendía decirlo en voz alta. Se aclaró la garganta antes de hablar. 

—Pues… a ver, Conway siempre-- siempre me dice que tengo que… formar una familia. ¡P-pero no te sientas presionado! Lo decía de broma, una familia es algo… complicado y… —agradeció que Horacio riera y cortara sus momentos, porque no sabía ni qué estaba diciendo. 

Copió la acción previa de Horacio y pegó sus frentes, pero esta vez para que el menor no pudiera ver lo rojo que estaba su rostro. 

—No me asustas, pero podemos ir poco a poco. Con que esta vez te quedes a dormir, me vale —Horacio le dio un beso suave en el puente de la nariz y después dejó otro en su frente. 

Y Volkov cerró los ojos, mientras pensaba que esa noche sería la primera en años en la que no pasaría frío. Daba igual las mantas que usara, siempre faltaba algo que le proporcionara otro tipo de calor, alguien que lo abrazara. 

—No más reencuentros, Volkov, y no más despedidas —susurró. 

—Lo prometo. 

Una promesa más fuerte que el hilo rojo que los juntaba siempre y que los impedía olvidarse. Ese hilo rojo que estaba enredado en sus corazones, tan fuerte que los hacía sangrar, pero siempre valía la pena derramar esa sangre. Lo que conseguían a cambio valía la pena, no sólo el placer, sino el amor. 

El amor que siempre era más fuerte que el tiempo. 

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pOR CIERTO la diosa Melanie Martínez sacó música nueva así que muy probablemente se vengan AUs basados en sus nuevas canciones 

Y por favor, por favor, por favor, si Momon y Perxitaa deciden volver a rolear juntos NO SEÁIS TÓXICOS por favor, que no lo estropeen otra vez los tóxicos, no doneis hablando del volkacio no escribáis en el chat sobre el volkacio, lloradle al ship aquí conmigo o en twiter, por favor 💗

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora