III. No pasa nada

5.1K 299 11
                                    

Fernanda

Han pasado los días desde el ascenso de Josh, todo ha ido de maravilla, es viernes y aparentemente los chicos saldrán, espero que Josh tenga algún plan para hoy. Estoy saliendo del consultorio y me despido de mi secretaria Marta, voy hacia el coche cuando me tropiezo con alguien y todos los papeles que llevo en mano caen al piso.

-¡Perdón! – dijo y negué, cuando alcé la mirada era Carlota, su mirada revolucionaba algo en mí –
- Tranquila comadre – sonreí y ella sonríe de lado - ¿Qué haces por aquí? – me levanté al terminar de arreglar los papeles y tenerlos en mis manos –
- Pasaba por aquí porque estacione el coche allá – señaló el Mazda que estaba frente a mi consultorio –
- Venga que bueno – sonreí y ella igual lo hizo pero mostrando los dientes –
- Disculpa por no estar pendiente y tropezar – repitió y negué –
- No pasa nada Car – sus ojos brillaron al oír aquel apelativo –
- Bueno, me voy – su voz era suave y podía notar algún nervio –
- Hasta luego – me despedí educadamente y la vi partir hacia su coche, cuando llegó a el, se dio la vuelta y me sonrió, yo sonreí embelesada y la vi partir –

Después de aquel encuentro llegué a mi coche, dejé los papeles en la parte trasera, me subí al coche, me puse el seguro y me fui a casa. Unos veinte minutos después llegué y todo estaba en calma, subí hasta mi habitación y dejé la cartera, para irme al baño y echarme una larga ducha, lo necesitaba, que día tan largo.

Eran las 8:10 de la noche y estaba haciendo la cena cuando escuché la puerta y después unas risas, fui hasta el living y eran Emiliano, Carlota y mi esposo, Emiliano estaba casual y se veía muy guapo, lo saludé y halague mientras él se reía, Josh me saludó efusivamente y sentí una mirada puesta en mí que me incomodaba, al separarse Josh, les ofreció unos tragos a ambos y yo saludé a Carlota quién me preguntaba si los papeles llegaron bien, me reí y asentí.

-¡Esta lista la cena! – Emiliano se reía y Josh celebraba –
- ¿Te ayudo en algo? – preguntó amablemente Emiliano y asentí –
- Vamos, ayúdame a colocar la mesa – me siguió hasta la cocina –

Le coloqué los platos en la barra, los utensilios correspondientes y las copas, oímos las voces de los chicos y busqué más platos y utensilios, saqué un vino y fui hasta el comedor donde estaban Emiliano, Carlota, Josh, Adrián, Sara, Paolo y Juan Carlos, saludé a los chicos y nos sentamos todos a cenar, entre risas y anécdotas pasamos las siguientes horas.

-Bueno madre nos vamos a una fiesta – me dijo Adrián efusivo –
- Cuida de Sara hijo – asintió y le dejé un beso en la mejilla –
- Hasta mañana chicos y Paolo cuida a Juan – Paolo asintió y se despidió de su madre, me asombra su parecido –

Los vimos partir y Josh ofreció más vino y whisky para él y Emiliano, hablábamos de cosas que pasaron en el pasado, risas era lo que abundaba en la sala.

-Fernanda ¿te acuerdas cuando te dije que me gustabas y Josh casi me parte la nariz? – asentí y me reí demasiado –
- Lo recuerdo fue después de eso que me confesó que estaba enamorado de mí – Josh asintió y le lancé un beso – inolvidable – nos volvimos a reír –
- Unos meses después de casarnos, apareció este loco casadísimo y todo nos quedamos en shock ¿te acuerdas compa? – nos reímos y bebí de mi copa –
- Inolvidable, Josh casi me mata pero por no decirle – Emiliano agarra de la mano a Carlota y mi mirada se centra en ese acto por unos segundos cuando subo la mirada ella me miraba intensamente y cuando reaccioné me di cuenta que estaba tensa – pero tengo ahora los mejores 20 años de mi vida junto a mi rubia – le dio un casto beso y yo por alguna razón volteé la cara a otro lado y evitar ver ese beso –
- Tantas cosas hemos pasado juntos los cuatro compadre – Emiliano asintió y yo no podía quitarle la mirada a Carlota algo me lo impedía –

Pasaron las horas y Emiliano con Josh estaban totalmente ebrios, como pudimos los subimos, dejando a Emiliano en el cuarto de invitados y a Josh en nuestro cuarto, fui por ropa para Carlota, al dársela bajé para arreglar la sala y la cocina, estaba de espalda cuando Carlota bajó y me preguntó si necesito ayuda, volteé para responderle y me quedé petrificada, no me salían las palabras, los nervios aumentaban, mi corazón latía desbocado y allí estaba Carlota con una sonrisa, su cabello amarrado, la pijama que decidí prestarle… un short y una blusa de tirantes.

Se veía perfecta, mis ojos navegaban por todo su cuerpo, era inevitable, su pequeña cintura, su delgado abdomen, sus piernas largas, su atractivo pecho, no recordaba que tuviera tantos senos para ser sincera o ¿jamás la detalle tanto? Su voz me hizo regresar del trance y la miré, ella debió imaginar que no la escuché.

-¿Me escuchaste? – preguntó dulcemente y sonriente –
- negué – No, perdón ¿Qué me decías? – se reía y suspiré, por alguna razón que desconozco su risa siempre me ha encantado y me causa paz –
- Que si quieres voy a lavar los platos – asentí y me di la vuelta – por cierto – no quería ni podía verla a los ojos, así que hacía que la escuchaba – lindo trasero – siguió su caminar hasta la cocina y yo me volteé para verla partir y me quedé absorta ante sus palabras –

Duré al menos unos cinco minutos paralizada repitiendo aquellas dos palabras en mi cerebro y me daba cosquillas el vientre sólo de repetirlas como un disco en la radio. Terminé de arreglar la sala y ella de arreglar la cocina, estábamos sentadas en la barra y había un silencio cómodo, estábamos cada una en nuestros pensamientos, ella en los míos, yo no se quién en los de ella, hasta que habló y salí de aquel viaje astral.

-¡Que descanses! Dormiré – asentí y me levanté al igual que ella –
- ¡Que descanses! – repetí cuando la tenía frente a mí –
- Nos vemos Fernanda – me dio un beso en la mejilla que en mi cerebro parecía en cámara lenta –
- Hasta mañana Carlota – susurré y cuando se iba nuestras manos se rozaron causando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, cerré los ojos fuertemente –

Después de aquella despedida la vi partir y unos diez minutos después subí a mi cuarto, ya casi amanecía, me duche, me cambié y me fui a dormir, Josh ni se movía, en cuestión de segundos me quedé profundamente dormida.

Traición Where stories live. Discover now