Traición

LXIII. ¿Grecia Tartamudeo?

Paolo

Flashback

-Pronto nos vamos de viaje amor – volteé a ver a Adrián y entrecerré los ojos –
- ¿Quiénes? – pregunté dudoso –
- Nosotros – replicó Sara – mamá, Adrián y yo – dijo feliz –
- ¿Y eso? – pregunté tanteando –
- Amor estamos cansados de ver a mamá encerrada pues ya sabrás porqué – confiesa Adrián pausadamente – así que la llevaremos de viaje a ver si conoce a alguien
- Exacto, es más ni papá va a ir por eso – afirmó Sara y asentí lentamente –
- Yo quiero ir – hice un puchero y Adrián negó riéndose –
- No amor, ni papá va a ir, sólo seremos nosotros tres – dijo tranquilamente mientras manejaba –
- Tranquilo Pao, cuidaré a tu amorcito – nos reímos y unos segundos después me quedé pensando en las palabras de Adrián –

Final flashback

-Mil dólares por esos pensamientos – alcé la mirada y vi a mamá apoyada del umbral de la sala, sonreí de lado - ¿Qué sucede? – preguntó acercándose y le di espacio en el sofá –
- ¿Está papá? – pregunté tranquilamente –
- No, está trabajando mi vida ¿por qué? – suspiré aliviado –
- ¿Y Juan Carlos? – mamá frunció el ceño –
- Tampoco, casi nunca está – miró algún punto de la pared y suspiró - ¿Qué sucede? Me preocupas – dijo ciertamente con voz preocupada y agarré su mano –
- Hace una semana Adrián me dijo que al salir de vacaciones, Sara y él se llevarían a mi madrina de viaje – me pause y mamá me miró interrogante – para que salga de casa y conozca a alguien más – dije estas últimas palabras casi que en un susurro y miré a mamá quién se quedó paralizada –
- ¡Oh! Yo – sé quedo en silencio asimilando mis palabras y volvió a mirarme, sus ojos se cristalizaron – debo irme porque tengo un caso por finalizar – susurró y carraspeo –

Sé que le afectaron aquellas palabras y me duele porque sé que mamá ama a mi madrina Fernanda y no entiendo porqué no va por ella, digo papá que se joda, es más todavía no comprendo porque volvió con él, porqué se deja humillar por él, mamá no es así, nunca ha sido así, suspiré pesadamente y fui al cuarto por mi billetera, agarré las llaves del coche que están en la barra de la cocina y salí a despejar la mente, cuando llegué al ascensor me encontré a Valentina y sonreímos.

-¡Paolo! ¿Cómo estás? – preguntó efusiva y me reí –
- Muy bien Val y ¿tú? – pregunté amablemente –
- Llámame tía Val, porque tú eres parte de la familia – el pecho se me abombaba al escuchar aquellas palabras –
- Gracias… tía Val – nos reímos y entramos al ascensor –

Hablamos un rato y luego salimos del ascensor, nos despedimos y cada quien se fue en su coche, decidí ir al lugar donde nos escapamos de la realidad Adrián y yo, necesito pensar y entender algunas cosas, al llegar recibí un mensaje de mi novio y sonreí embobado, le respondí y guardé el celular.

-¿Qué hago? – le pregunté al viento luego de un rato mirando a la nada - ¿cómo le hago entender a mamá que está errada? A Juan Carlos y a papá – bajé los hombros y la cara para respirar profundamente –

Oí unos pasos, sabía que era una mujer por el sonido de los tacones, se sentó en el mismo banco que yo y le maldecía internamente, quería estar solo y precisamente tenía que sentarse al lado mío.

-¡Me gusta Sara! – alcé la mirada encontrándome a Grecia mirando al frente, la mujer más deseada de todas esta aquí diciéndome eso –
- ¿Por qué? – pregunté asombrado –
- ¿Por qué? – preguntó en un susurro – No lo sé, besa bien, se mueve bien, baila bien, es hermosa, su sonrisa es hermosa y sus ojos verdes me idiotizan – respondió tan rápido que apenas la entendí –
- ¿Y tu futuro marido? – resopla y bajó la mirada –
- Soy capaz de dejarlo todo por esa muchachita que apenas y conozco, ya hasta un arreglo de flores le mandé y conste que no soy de flores – alzó los brazos exasperada y luego explotamos en risa –
- ¿Flores? – pregunté impresionado – si que te gusta – asintió lentamente –
- Estoy jodida y ella ni me va a prestar atención – dijo en un hilo de voz y la miré, sentí lástima –
- No pienses eso, por favor, ¿no te has visto? Eres Grecia Dumont, la mujer más hermosa de Europa y del mundo ¿quién no quisiera estar contigo? – le pregunté animándola y ella negaba –
- Cuando tuvimos juntas nombraba un tal “Alonso" – hizo las comillas con los dedos y asentí lentamente - ¿quién es Alonso? No lo conozco y lo odio – sonreí incómodo –
- Es su ex novio, por eso fuimos a esa fiesta con ella, para que lo olvidase – Grecia bajó la cara y la abracé - ¿Desde cuándo eres tan alta? – le pregunté confundido y se reía –
- Siempre he sido alta, pero con tacones soy más alta – asentí, era cierto –