LI. Sophie

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Carlota

Las semanas han pasado sumamente veloces, ya estamos a finales de noviembre y comienzo del mes más hermoso de todos… ¡El mes de la navidad! Pero en mi caso, en mi casa todo es una tortura día tras día, Emiliano todavía no perdona a Paolo por su relación con Adrián, Juan Carlos se ha puesto rebelde gracias a que Andrea terminó con él luego de lo ocurrido con Paolo, ya no sé que hacer con mi hijo, suspiro pesadamente, en cambio Paolo no tengo quejas, siempre ha sido hermoso y no ha cambiando nada.

En cuanto a mi matrimonio, ya no hay un buen matrimonio, todo este tiempo Emiliano ha querido sacarme de todas las maneras posibles quién es la otra persona, pero simplemente no, no lo haré.

En cuanto a Fernanda, decidí alejarme de ella, como ella lo hizo de mí, así que no ha habido ningún tipo de contacto ¿la he dejado de pensar? Jamás, ni un solo día, pero no voy a esperar a que se decida por mí, nos hemos reunidos un par de veces pero ni un par de miradas, en cuanto a Josh, sigo diciendo que él es maravilloso y es a quien más dolor me da de arruinar su matrimonio, me contó que están en planes de divorcios, esa noche sentí un remordimiento gigante, lo abracé muy fuerte y él negaba cuando le pedía perdón. La verdad somos grandes amigos, me perdonó esa noche cuando hicimos la cena en que Paolo y Adrián nos contaron la verdad.

Flashback

-Carlota – susurró Josh nervioso y alcé la mirada, yo estaba más nerviosa –  ¿cómo te encuentras? – suspiré pesadamente y bajé los hombros derrotada –
- No muy bien Josh – respondí cabizbaja –
- ¡Hey rubia! – se acercó a mí y me abrazó fuerte – Fernanda es cabezota pero te ama – me susurró y se me formó un nudo en la garganta –
- ¡Perdóname Josh! – me lancé a sus brazos con unas inmensas ganas de llorar y él se reía –
- No pidas perdón por amar – nos separamos y agarró mis mejillas – nunca vuelvas a pedir perdón por amar ¿vale? – asentí porque si hablaba lloraba –
- Eres el mejor de todos – le susurré para volver a abrazarlo –
- Estoy feliz de que Fernanda se haya enamorado de ti, eres una mujer increíble – me decía mientras subía y bajaba su mano en mi espalda –
- Y yo me siento tan mal de meterme en tu matrimonio – dije con la voz rasposa y él negaba –
- No es culpa de nadie rubia – sonreí y me separé – sonriendo te ves más hermosa – me guiñó un ojo y sonreí de oreja a oreja –

Fin del flashback

-¿Puedo pasar? – alcé la mirada y sonreí mientras asentía –
- ¿Cómo estás Andrea? – mi socia sonreía –
- Muy bien, full de casos Car – asentí y le hice seña para que se sentará – necesito un favor tuyo – unió sus dos manos y me reí –
- Claro que – mi celular empezó a sonar y cuando vi la pantalla – disculpa Andrea – ella asintió y me levanté para caminar hasta el ventanal - ¿Sí? – digo sonriendo –
- En veinte minuto te espero afuera del bufete – me quedé sorprendida –
- ¿Estás loca Valentina? – pregunté sonriendo –
- Muy loca, así que baja ya – negué y colgué –
- ¿Es importante lo que me ibas a decir Andrea? – lo meditó y negó sonriendo mientras se levantaba – bueno yo me voy – digo sonriendo –

Me despido de Andrea dándole un beso en la mejilla y agarré mis cosas, como también mi abrigo y salgo de mi oficina para avisarle a Laura que dudo que regrese, así que le daría la tarde libre y me sonreía, le guiñe un ojo y caminé hasta el ascensor, esperé a que subiera, cuando estuvo al frente de mí abrió sus puertas y entré pulsando planta baja, cuando salí del ascensor y del bufete estaba la castaña apoyada de la puerta del piloto del coche y al verme se enderezó y sonreí.

-¿A dónde vamos? – pregunté luego de saludarla y entrar al puesto del copiloto –
- ¡Sorpresa! – dijo sonriendo al entrar al coche –

Arrancó el coche y prendí la radio, íbamos en todo el camino entre risas y cantando cualquier canción, al llegar aparcó el coche y bajamos, era un bonito restaurante de lujos, entramos y Valentina habló con un señor que vestía el uniforme del lugar, nos pidió que le siguiéramos y así hicimos, cuando llegamos había una mujer sentada en la mesa reservada, Valentina sonreía feliz y esta chica se levantó al vernos y sonreía.

Entendí todo cuando Valentina se lanzó a sus brazos y le dio un beso para luego abrazarla, sonreí enternecida por la escena y luego la mujer me miró y me sonrió, le sonreí de vuelta, Valentina carraspeo y entrelazo sus manos, sonreí de oreja a oreja.

-Te presento a Suset Kozlov – dijo Valentina eufórica y sonreí para estrechar mi mano con la rusa –
- ¡Carlota Oliveros, es un placer! – digo amablemente y Suset asiente –
- ¡El gusto es mío! – dice y nos sentamos –

Empezamos a pedir y todo se veía de maravilla, luego de pedir esperamos y allí empezamos a hablar, Suset me contó que sería próximamente la nueva presidente por ser la dueña, sonreí tanto al ver lo enamorada que se ve Valentina y como sus ojos brillaban al mirar a Suset, como también los de Suset al mirar a Valentina.

-¿Y tu hermana ya la conoce? – le pregunté a Valentina –
- Todavía no, quería hacerlo primero con la persona que me aceptó sin dudarlo al llegar a este país de nuevo – respondió y sentí que mí corazón quería explotar –
- Que maravillosa – le lancé un beso y la comida llegó –

Empezamos a almorzar, entre risas y anécdotas y los chistes de Valentina, terminamos de almorzar y estábamos terminando el postre cuando alcé la mirada y vi una cabellera pelinegra que se me hacía conocida, cuando volteó la mirada quedé petrificada, no, no podía ser ella, estaba aquí de vuelta, sus ojos azules estaban sorprendidos de verme y yo me sentí desaparecer, quería irme de ese lugar, estaba con un hombre y me imagino saber quién es.

-Sophie – susurré y Valentina volteó –
- ¿Quién? – preguntó Valentina y volteé a verla –

Sophie tenía la duda de sí se levantaba y me saludaba, pero agradecí cuando llegó el mesonero con  la cuenta, tuvimos una lucha las tres para saber quién pagaba y terminó ganando Suset, salimos de ese lugar luego de pagar y sentí que ya podía respirar tranquila, ella otra vez no, mi corazón latía desbocado y sentía que me desplomaría en cualquier momento, nos fuimos a un bar y empezamos a tomar muchísimo mientras hablábamos.


Las horas corrían y cuando vimos ya eran las 9:05 de la noche, me levanté tambaleante miraba el lugar y sonreí hasta que miré fijamente una mesa donde había una pareja, bueno una rubia y una castaña, cuando la castaña volteó me quedé sin aliento, era Fernanda y soltó la mano de la rubia de golpe, entendí todo y porque más nunca me contestó, porque más nunca supe de ella, según Josh y yo ella sentía algo por mí, caminé hasta el baño y entré, me acerque hasta el lavabo y sentía unas inmensas ganas de llorar, oí la puerta chirriar al abrirse y luego cerrarse.

-¿Carlota? – no quería verla, no quería voltear a verla – ¡Por favor mírame! – su voz era de súplica y una lágrima recorrió mi mejilla –
- ¿Qué? – no pude aguantar y me volteé a encararla –
- No es lo que piensas – dijo titubeante –
- ¿Y qué es? – pregunté seca –
- Es mi mejor amiga – sonreí irónica y la miré –
- Tu mejor amiga – me crucé de brazos, así que decidí acabar con la conversación –

Caminé hasta la salida pero su mano en mi brazo no me lo permitió, me volteó atrayéndome a ella, me agarró por las caderas y yo intenté deshacerme de su agarré pero fue en vano, su mano derecha fue a mi mejilla y me besó, sentí todas mis barreras caer y unas lágrimas corrieron por mis mejillas haciendo que se unieran a ese beso. Nos separamos por falta de oxígenos y sus ojos brillaban, agarré sus mejillas y la volví a besar, me alzó y enrede mis piernas a sus caderas, caminó hasta el lavabo y me sentó allí mientras nos besábamos con fiereza.

Traición Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon