LXIV. Paolo perdóname por ser tan imbécil contigo

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Carlota

-¿No harás nada? – me preguntaba Josh por cuarta vez y rodé los ojos –
- ¡No! Josh lejos de ella, la cuidó más – Josh bufó exasperado –
- Y ¿si conoce a alguien más? – me preguntó estresado y me quedé pensando en esas cinco palabras –
- Voy a sentirme del asco, pero sí es así, que sea muy feliz – susurré con la voz quebrada y Josh me miró unos segundos para luego negar –

Se levantó de la silla y me levanté al igual, me acerqué a la puerta con él y volteó a mirarme, me abrazó fuerte y suspiré pesadamente, unas lágrimas rodaron por mis mejillas, me dio un beso en la frente y sonrió apenado, eso causaba mi cobardía.

-¡No la dejes ir Carlota! Ustedes se aman – me susurró acariciando mis mejillas y bajé la cara –
- Nos vemos compadre – suspiró y salió de mi oficina –

Eran las 3:30 de la tarde, hasta lo que supe Fernanda se iba con los chicos a las 4:00 de la tarde, estaba terminando unos casos pero mi mente estaba en ella, suspiré y dejé los papeles, agarré mis cosas y salí de la oficina, le dije a Laura que no volvía por hoy y me despedí, esperé el ascensor y cuando se abrieron las puertas salió Sophie sonriendo y negué, entré al ascensor y se quedó boquiabierta mientras las puertas del ascensor se cerraban.

Me puse la chamarra y esperé a que se abrieran las puertas del ascensor para ir hasta el coche, revisé el celular y tenía unos mensajes de Valentina y Paolo, resople y las puertas se abrieron en ese momento, caminé rápidamente hasta el coche.


-Carlota hazlo, frénala – me susurraba mientras la veía metiendo las cosas al coche –
- ¡Anda! – me sobresalte en el asiento colocando una mano en mi pecho –
- ¿Estás loca Valentina? Puedo sufrir del corazón ¿sabes? – le dije histérica –
- Te vas a morir pero por cobarde, no por un susto – ruedo los ojos y se cruzó de brazos - ¡ANDA POR ELLA! – negué –
- Si la vida de Irina dependiera de tu distancia ¿no te alejarías? – se quedó pensativa y bufó –
- ¡Te odio! – me reí –
- ¡Me amas! – nos reímos y me atrajo a su pecho para abrazarme y luego darme un beso en la cabeza, suspiré y se me empezaba a formar un nudo en la garganta –

La veía y no podía sólo entender cómo tengo la fuerza y voluntad de no correr a sus brazos, jamás podría perdonarme que le pase algo a ella, respiré profundamente y agarré fuerza para bajarme del coche, Valentina salió del copiloto y yo esperé unos segundos para bajarme también y fue cuando nuestras miradas se conectaron, sonreímos y caminó hasta llegar a mí, quedando frente a frente.

Nuestras miradas recorrían cada parte de nuestro rostro, suspiraba y metí mis manos en mi chamarra, ella llevaba un conjunto casual hermoso y unos tacones altos, así que me llegaba por unos centímetros nada más, sonreímos a la vez y fue cuando sentí sus brazos rodear mi cuello, bajé mis hombros en modo de derrota, ella era mi hogar, ella era mi otra mitad y la estoy perdiendo. Enrede mis brazos en su cuerpo y apoyé mi mentón en su hombro.

-¡Te amo! – susurré derrotada –
- ¡Te amo mi amor! – susurró desanimada –
- Si llegas a conocer a alguien no dejes de amarme, por favor – dije en súplica y negaba –
- ¡Jamás! Eres mi otra mitad – susurró con la voz entrecortada –

Nos separamos y duramos unos minutos mirándonos, se dio la vuelta y agarré su mano para atraerla a mí, quedando tan cerca como que nuestras respiraciones se mezclaban y pasó su mano por mi nuca para acabar el poquito espacio que nos quedaba, si iba a morir después quería hacerlo feliz sabiendo que ella me ama como yo la amo, y que sentí sus labios una última vez.

-¡Te amo! – susurró al separarnos y yo no quería abrir los ojos –
- ¡Te amo! – susurré con pánico –

La vi alejarse y Paolo se acercó a mí y me abrazó fuertemente, antes de subir al coche volteó y nuestras miradas se conectaron, sonreímos y se despidió con una seña de mano, me aferré al torso de Paolo y la vi partir, era lo mejor, quizá conozca a alguien más y yo debo afrontar mis decisiones, y mi decisión es verla viva, con sus hijos y familia, así tenga a alguien más.

Me subí al coche y respiré profundamente, mis ojos empezaban a ver borroso y lloré, lloré intensamente, le pedí a Paolo dejarme ir sola, lo necesitaba, me dejó partir no muy seguro. Me fui hasta el bar de siempre y llamé a los chicos, quienes llegaron una hora más tarde, nos saludamos, bebimos y les conté todo, ganándome abrazos e insultos, pero apoyo al fin.

-¡Odio a Emiliano! Y pensar que creí que era un buen hombre – resople y tomé de mi cerveza –
- Yo también lo creí – respondí derrotada –
- Y ¿qué harás Car? – preguntó Joaquín, alcé la mirada hacia él y subí los hombros –
- Seguir con él, hasta tener todas las pruebas y meterlo preso – respondí con la voz rasposa –
- Me parece excelente, esa es mi rubia – Fausto y yo chocamos las cinco –
- Definitivamente te apoyamos – nos reímos y seguimos tomando –
- La vez que estabas aquí con ella te vi tan tranquila, a pesar de que Sophie apareció, ella te calmaba – asentí tragando saliva –
- Y ¿Sophie? – volteé a ver a Alejandra –
- Ya la divorcie de su repulsivo marido, quien ahora me odia también – nos reímos y tomamos de nuestras cervezas –
- Pero ¿sientes algo por ella? – miré a Fausto y sabía exactamente la respuesta –
- No, yo amo a Fernanda y si llegase a pasar algo con Sophie sería por despecho, no por amor – respondí segura –
- Yo me vengaría – dijo Alejandra tranquilamente –
- Por esa causa Dios te hizo ingeniera y no abogada – nos reímos y Joaquín me dio la razón –

A eso de las 2 de la madrugada nos fuimos todos, estaba borracha pero aún sabía de mí, llegué a casa y todo estaba a oscuras, dejé mi cartera en el sofá y la chamarra también. Caminé hasta la cocina y prendí la luz para buscar agua, cuando la voz de Emiliano me hizo sobresaltar y fulminarlo con la mirada.

-Supe que tu mujercita se fue de viaje para conocer a alguien más – dijo burlón y lo ignoré – no me ignores – me agarró del brazo haciéndome daño –
- ¡Déjame en paz! – grité soltándome de su agarré – me haces daño ¡Bestia! – le reclamaba y se reía –
- ¿Dolida? – preguntó sarcástico y apreté la mandíbula para no insultarlo –
- ¿Qué pasa aquí? – interrumpió Paolo y le agradecí mentalmente –
- No te importa – respondió Emiliano y se fue al cuarto –
- ¿Estás bien? – asentí triste –
- ¿Por qué estás con él? – volteamos al oír aquella voz y nos miramos Paolo y yo –
- ¿No te gusta? – pregunté titubeante –
- No, entendí que no está bien, conocí a alguien que me está enseñando que lo que hace papá no está bien – respondió mi hijo tan maduramente que me lancé a sus brazos y solloce –
- Estás madurando hermanito – dijo Paolo feliz y Juan suspiró pesadamente –
- Paolo perdóname por ser tan imbécil contigo – Paolo sólo lo abrazó fuerte y Juan se aferró a ese abrazo entre sollozos –

Nunca pensé que Juan Carlos cambiará de pensar gracias a alguien más, sea quien sea, se lo agradezco, al final no todo estaba tan perdido, tenía a mis hijos de nuevo juntos y Juan Carlos volvía a ser el mismo niño hermoso de antes pero más maduro, esta noche le pedí a los dos dormir conmigo y así fue, Juan Carlos de un lado y Paolo del otro, me sentí en paz, me dolía no estar con ella, pero estaba con mis hijos y eso reemplazaba cualquier dolor. Estaba en completa paz al menos esta noche, luego de un par de chistes malos de Juan, nos quedamos profundamente dormidos.




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SÓLO FALTA UN CAPITULO PARA QUE TRAICIÓN LLEGUE A SU FINAL, PERO NO SE PREOCUPEN LA SEGUNDA PARTE VIENE Y SABRÁN QUE PASARA POR FIN CON LA PAREJA CARLOTA Y FERNANDA.

TAMBIÉN QUE PASARA CON SARA Y SU CONFUSION MENTAL SOBRE LO QUE OCURRIÓ CON GRECIA DUMONT.

LOS CHICOS PAOLO Y ADRIÁN QUIENES DEFINITIVAMENTE LOS AMO CON LA VIDA 🤣

EN DEFINITIVA PRONTO SABREMOS SOBRE TODOS. PERO SOBRETODO SI ¿CARLOTA POR FIN VA A ESTAR CON FERNANDA? ¿LLEGARA ALGUIEN MÁS?  DE TODO.

GRACIAS A TODOS POR LEER ESTA HISTORIA QUE PARA MI ES UNA DE LAS MAS LINDAS QUE HE ESCRITO Y TAMBIÉN ACABO CON MI ESTABILIDAD MENTAL 🤣 YA SON 7K DE LECTURAS Y QUIERO AGRADECERLES MUCHÍSIMOS LOS ADORO INMENSAMENTE ❤❤

Traición Where stories live. Discover now