IX. Feliz Cumpleaños.

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Fernanda

Hace dos días que no veo a Carlota y tampoco sé nada de ella y creo que es mejor así, anoche a las 12 de la medianoche entre los chicos y Josh me hicieron una sorpresa de cumpleaños y ahora vamos camino a mi playa favorita, es mucho mejor así, lejos de ella y sobre todo junto a mi familia.

-¡Llegamos! – gritó Josh y bajamos los cuatro del coche al estar aparcado –
- Esto esta cada vez más hermoso – asentimos todos a las palabras de Sara –

Llegamos al lobby del hotel y pedimos dos habitaciones, quería una para vigilar a los chicos pero Josh tenía razón ya están lo suficientemente grande para cuidarse, repitiendo también que me tenía una sorpresa más tarde, subimos a nuestras habitaciones, una frente a la otra, los chicos estaban muy emocionados, en cuestión de segundos dejamos todo en las habitaciones y salimos hacia la playa a disfrutar del día, me llevé un bolso playero con lo más importante y caminamos unos dos minutos hasta la playa.

-Esto es cada vez más hermoso, con razón es tu playa favorita mamá – asentí orgullosa y feliz –
- Feliz cumpleaños madre – Adrián me dio un regalo y me abrazó fuerte, quería llorar, mi hijo está tan grande y hecho un hombre –
- Gracias mi hombre de hierro – se reía y negaba – Te amo, tú y tu hermana son lo mejor que tengo – le dije y escuchamos una queja de Josh para explotar en risa – Tú también mi esposo hermoso – lo abracé y le di un beso –

Pasamos la tarde en la playa, estaba sentada en la arena, haciendo garabatos cuando sonó mi celular y como tenía el bolso a mi lado, lo logré escuchar, me limpié las manos y saqué el celular de aquel bolso. Cuando vi el remitente me quedé paralizada, no sabía si abrir el mensaje o no, pero más me ganó la curiosidad, tragué saliva y lo abrí.

Carlota: “Feliz cumpleaños Fernanda, espero con todo el alma que la estés pasando de maravilla con tu familia en la playa" 04:08 p.m.

El único mensaje que esperé por horas y es el que más tristeza me causa, quisiera decirle tantas cosas, pero fui yo precisamente quién marcó distancia, cerré los ojos fuertemente y los abrí lentamente, los dejé fijamente en aquel suave y azul mar que me recuerda a sus ojos y sonreí, bajé la mirada al celular para responderle.

Fernanda: “Mil gracias Carlota, la verdad sí la estoy pasando muy bien, más en mi playa favorita, saludos” 04:15 p.m.

Sabía que eso le dolería, y me dolía en el alma pero es lo mejor para ambas, sí, quiero pensar que es lo mejor para ambas, tenía el celular en la mano mientras pensaba en aquellas líneas que le escribí, nunca antes me sentí tan mal y eso me causa una gran confusión por dentro, estaba pensando cuando el sonido del móvil me saco de aquel trance, bajé la mirada y era ella.

Carlota: “Sí, sé cuanto amas esa playa y me alegra mucho, bueno te dejo, sigue disfrutando con tu familia” 04:20 p.m.

Cerré los ojos fuertemente y bloquee el celular, suspiré pesadamente, abrí los ojos y guardé el celular en el bolso, cuando llegaron Adrián y Josh para llevarme a la fuerza al mar me reía como loca mientras mis dos hombres me llevaban hasta el agua y Sara se reía como loca de mis expresiones, pasamos el rato hasta que cayó el sol y nos fuimos al hotel de nuevo.



-¿Estás lista mi amor? – volteé a ver a Josh quién parecía galán de película, está precioso y sonreía –
- Ya casi mi vida – volví a mirarme al espejo y terminé de colocarme la argolla, me levanté y estaba feliz de mi vestimenta –

Opté por un vestido verde olivo, largo, con mangas, ceñido al cuerpo y con una abertura al final de la pierna derecha, tacones de agujas negros, maquillaje que hiciera resaltar el color de mis ojos, me hice una trenza de lado y los accesorios que me fascinaban, usé el collar que me regaló mi hijo, estaba satisfecha, cuando volteé vi a un Josh embelesado, me carcajee y salió de algún trance o burbuja dónde se encontraba, se acercó a mí y me halago, sonreí negando y enrede mi brazo al suyo para salir al restaurante.

Al salir nuestros hijos estaban esperándonos, Adrián me halago también y Sara nos tomó un par de fotos, incluso ella y yo, alegando que debía publicar la “Hermosa madre que tiene" me reí pero no le presté mucha atención. Unos minutos después y entre risas llegamos al restaurante, Josh pidió una reserva que tenía y nos guiaron, el restaurante es precioso y muy lujoso, me encantaba.

Después de cenar y pagar, fuimos a bailar los cuatro, esto era lo bueno de tener nuestros hijos grandes que no se negaban, o no teníamos que dejarlos con nadie, como hace años atrás. Eran eso de las 2 de la madrugada cuando Josh pidió que nos fuéramos y así lo hicimos. Al llegar al hotel, los chicos se despidieron y Josh me tapó los ojos con una mano, caminamos despacito y al cerrar la puerta me quitó la mano y abrí lentamente los ojos.

Estaba maravillada con todo lo que veía, había miles de globos en toda la habitación, un par de copas y una botella de champán en una mesita en el centro de la habitación, pétalos de flores por doquier, en la cama había un regalo y la vista a la playa le daba el toqué mágico, me volteé y tenía los ojos cristalizados, no podía permitirme botar todo por la ventana cuando tengo unos hijos preciosos, un esposo maravilloso, una vida completa, lo abracé y me susurró un “Feliz cumpleaños". Josh agarró mi mano y lentamente caminamos hasta la cama donde agarró el regalo y me lo entrego.

Lo abrí lentamente y era un collar de oro precioso, con nuestras iniciales, sonreí maravillada y me le lancé a los brazos para así darle muchos besos, caímos en la cama y nos miramos a los ojos, grave error, por segundos la vi a ella y me levanté aturdida, Josh me miró confundido y yo no sabía que decirle.

-¿Champán? – pregunté para salir de paso y él sonrió para luego asentir –

Le serví y me serví a mí, luego de tomarnos un par de copas, me besó intensamente, no podía negarlo, algo que amaba de Josh es que besa muy bien y eso me fascinaba, al principio estaba tensa pero luego me dejé llevar, lentamente me fue quitando cada prenda mientras besaba cada parte de mi cuerpo y gemía cada vez más, luego de estar ambos desnudos, subió a besarme cada vez más intenso, bajó por mi cuello, por el hombro, por la clavícula, bajó a mis pechos mientras echaba la cabeza hacia atrás y arqueaba la espalda, luego bajo lentamente con besos hasta mi abdomen y vientre bajo.

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