XXVII. Café Mon' Veniur

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Fernanda

Han pasado casi dos semanas desde la última vez que la vi, Emiliano ha venido a casa pero ella otra vez pone excusas para no venir, estos últimos tres días Emiliano no ha parado de venir, quiere hacerle una fiesta sorpresa a Carlota y Josh lo ayuda, aparte de los chicos y yo claro, no sé como sigo sin poder besarla.

Camino hasta la cocina y agarro un vaso con zumo de naranja y me apoyo de la barra, mientras tomo del zumo pienso en cómo pasamos de la felicidad a no hablarnos, soy una estúpida ¿cómo mi conciencia me pudo hacer esa mala pasada? Nunca debí decirle eso y menos a ella, cierro los ojos fuertemente intentando imaginarla y la voz de Paolo me asustada.

-Paolo - me pongo la mano en mi pecho del susto y lo oigo reír, igual que su madre y suspiré pesadamente -
- Lo siento madrina, no sabía que estabas en otro mundo - me reí y niego -
- Venga, no pasa nada, ¿Qué necesitabas? - sonríe y por un segundo la vi a ella, él se parece tanto a Carlota -
- Mi padrino mandó a preguntarte que ¿dónde está la pintura azul? - me quedé pensativa y recordé que en el taller -
- Esta en el... - me quedé en silencio porque no podía dejar que él entrará a ese lugar y viera el dibujo de Carlota - voy por la pintura - me levanté y me acerqué a Paolo para darle un beso en la mejilla -
- Le aviso a mi padrino - asentí y salí encontrándome un caos de sala y me reí -

Caminé lentamente hasta el taller y agarré la pintura que pedía Josh, vi aquella pintura que tanto me costó no llorar mientras la creaba, salí del taller, cerré con llave y bajé para darle la pintura a mi marido quién me agradeció sonriente y asentí. Una llamada me hizo voltear e ir por mi celular, cuando vi el remitente me pareció raro.

Llamada entrante

-¿Si? - pregunté confundida
- ¿No se te hace conocida mi voz? - me quedé paralizada y luego volteé a ver a Josh quien estaba hablando con Emiliano, así que salí al jardín -
- ¿Y esa sorpresa que me llamas? - pregunté feliz -
- He vuelto al país hace poco y bueno me costó conseguir tu número pero lo logré ¿nos podemos ver? - estaba feliz de volver a tenerla aquí -
- Claro que sí hermanita ¿Dónde nos vemos? - pregunté eufórica -
- Café Mon' Veniur ¿sabes dónde es? - preguntó mi gemela -
- Claro que sí cariño, nos vemos en una hora allí - respondí para despedirme y colgar -

Llamada finalizada

Entré a la casa de nuevo y corrí feliz hasta el cuarto, me eché un baño en tiempo récords y me coloqué unos vaqueros blancos, una camisa con estampados de rosas, manga larga y de botones, me agarré el cabello en una coleta alta, accesorios, me eché perfume y unas botas negras por el frío, estaba lista, agarré mi cartera con algunas pertenencias como identificación, celular, monedero y bajé para agarrar las llaves del coche, me despedí de todos sin dar explicaciones, le di un sonoro beso a Josh y salí de casa, camino al coche.

Era lo mejor de mi noche, mes, año, etcétera, iba a volver a ver a mi gemela, hace 20 años que se fue del país y no supimos más de ella, todo fue por culpa de mi padre que no aceptó sus gustos, sonreí irónica al pensar que actualmente somos tan iguales Valentina y yo, sólo que ella siempre ha sido más valiente que yo en darle frente a la gente.

Unos cuarenta minutos más tarde, llegué a aquel café que me citó y bajé del coche sonriente pero me regañe mentalmente al no traerme un abrigo, el frío era insoportable, entré al café y miré varias veces hasta que la encontré, sonreí anchamente y me acerqué a ella.

-Disculpe ¿usted es aquella jovencita que hace 20 años le dijo a su papá que se iba a Rusia? - volteó y sonrió mientras sus ojos se iluminaban y se levantó de golpe -
- ¡Hermanita! - se lanzó a mis brazos y nos unimos en un necesitado abrazo -

Un abrazo que por 20 años me hizo tanta falta, por muchos años mis padres quisieron guardar a mi gemela como un secreto, como si ella fuera culpable de sus gustos, ahora a estos tiempos me doy cuenta que ella jamás debió irse, y que mis padres son unos malos padres, apenas éramos jóvenes, ella me necesitó y no estuve para defenderla, yo la necesité y dejé que se fuera del país.

-¡Te extrañé tanto! - me susurró y suspiré -
- ¡Te extrañé demasiado gemela! - nos separamos y ambas teníamos los ojos cristalizados -

Nos sentamos al lado de un gran ventanal y un chico llegó para anotar nuestros pedidos, nos miramos una eternidad y sonreímos, seguíamos siendo tan iguales, los ojos, las miradas, el cabello castaño, lo que nos diferencia es ese lunar debajo del labio que a ella le hace sexy y yo no lo tengo claramente.

-¿Cuándo volviste? - pregunté sorprendida de verla -
- Hace un mes hermanita, estoy en un conjunto residencial, me gusta la verdad - asentí lentamente -
- Luego me pasas la dirección para visitarte - sonreímos mientras Val asentía -
- ¿Nuestros padres como están? - me sorprendió que aún le importase las personas que la alejaron de su país natal -
- Están bien, hace poco los vi, bueno ni tan poco, pero fue este año - nos reímos y ella asentía - ¿les dirás que volviste? - se quedó pensativa y el chico con los cafés nos interrumpió -
- Gracias - dijimos al unísono y lo vimos partir -
- No creo que les agrade verme, recordemos que me hicieron salir del país - suspiré y bajé la mirada - ¡Hey! ¿qué sucede? - Valentina me subió la cara con ambas manos en mis mejillas -
- Perdóname por no defenderte hace 20 años hermanita - susurré con la voz quebrada y Valentina negó sonriente -
- No te culpes, tú estabas con Josh y nuestros padres no me iban a aceptar nunca - dijo firmé y suspiré entristecida - ¿cómo te ha ido estos años? - sonreí feliz y la vi sonreír somos idénticas -
- Soy psicóloga, tengo mi consultorio, visítame un día de estos - asintió sonriente - tengo dos hijos Adrián y Sara - los ojos de Valentina se iluminaron - Josh y yo nos casamos - la oí reír y me reí con ella - todo ha ido bien - no tuve la valentía de contarle lo actual - y ¿tú? - suspiró y negó -
- Soy presidenta de un periódico importante de Rusia - sonreí orgullosa - Me casé con una chica hace 15 años y hace 4 años nos divorciamos - asentí lentamente - tengo un pequeño de 12 años se llama Alberto y fue por inseminación cuando ella y yo estábamos casadas - lo último lo dijo con nostalgia -
- Y ¿cómo se casaron en Rusia? - se reía y negaba -
- Lo hicimos en Madrid un viaje del periódico, una borrachera y nos casamos, llegamos a Rusia ya casadas y felices - asentí comprensiva -
- y ¿cuándo conoceré a Ronald? - volvió su sonrisa y sus ojos iluminados -
- Cuando venga de vacaciones... en dos meses - asentí feliz -

Así pasaron las horas hablando, pagamos y nos fuimos de aquel café que ya iba a cerrar, la acompañé hasta su coche cuando vi la hora iban a ser las 2:30 a.m. me sorprendí y le pedí que me prometiera que nos volveríamos a ver a lo que me respondió sonriendo que sí, la invité a la fiesta de Carlota dónde le presentaría a todos. De camino a casa decidí contarle la verdad, al presentarle a la mujer que me ha robado el sueño luego de 20 años junto a mi perfecto marido, suspiré pesadamente y bajé del coche al estacionarlo en casa, todas las luces estaban apagadas, así que abrí lentamente y entré a pasos suaves, cerré la puerta y suspiré feliz de haber vuelto a ver a mi gemela, cuando la luz del living se encendió asustándome.

-¡Mierda! - dije exaltada llevándome la mano al pecho -
- ¿Dónde estabas? - me preguntaba Josh muy serio -
- En un café - respondí y suspiré para dejar mis cosas en la barra de la cocina y acercarme de nuevo a Josh -
- ¿Con quién carajo estabas? - su voz se iba elevando y yo estaba muy feliz para pelear esta noche -
- Mañana peleamos si te da la gana, pero esta noche estoy muy feliz para eso - le di un beso en la mejilla y subí con mi cartera en mano -

Al llegar a la habitación me quité toda la ropa y me fui a duchar. Media hora después salí y me coloqué la pijama, para encontrarme la cama desatendida y con solo mis almohadas y una sábana, Josh no dormiría esta noche conmigo, de nuevo no dormiría aquí, negué y el celular me sacó de mis pensamientos.

Val: "He llegado hermanita ¿podemos vernos mañana?" 3:05 a.m.
Fer: "mañana nos vemos Val, me mandas la hora por mensaje, gracias por regresar" 3:06 A.m.
Val: "A ti por recibirme de nuevo" 3:07 a.m.
Fer: "Hasta más tarde gemela" 3:08 a.m.

No esperé su respuesta sólo me acosté feliz por volver a ver a mi gemela, porque la vida es hermosa y la hizo regresar y porque ahora más que nunca no dejaré que se vuelva a ir, no de nuevo, pensando en ello me quedé dormida sonriendo como cuando éramos pequeñas y papá nos regalaba las muñecas que queríamos.

Traición Where stories live. Discover now