XXX. No me estaba volviendo loca

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Carlota

Desde que me desperté no puedo quejarme, ha sido sorpresa tras sorpresa por mi cumpleaños, Paolo me regaló un collar precioso y un libro, Juan Carlos una carta, flores, chocolates y un desayuno, Emiliano me regaló ropa y perfumes, al estar ya aseada y después de desayunar con mis chicos, fui a comprar panes, como no sé que le gusta a Valentina, compré todos los tipos de panes que había. Al subir a mi piso me desvíe al departamento de Valentina quién me recibió sonriendo y me maldije internamente al verla con ese top negro y esa licra negra, se veía hermosa.

Pasamos la mañana riéndonos y conociéndonos, volví a desayunar esta vez con ella, Dios es una mujer espectacular, tiene tantas anécdotas, no entiendo como sus padres fueron unos desgraciados que no la aceptaron sólo por amar distinto a ellos, no saben de lo que se perdieron, es una mujer maravillosa, por un rato no dejó que pensará en nada más que reírme a su lado, aún sin que lo supiera y se lo agradecí internamente.

Al mediodía me fui a casa y me encontré a Paolo y Juan Carlos cocinando mientras Emiliano les decía que hacer y me reí demasiado, pasamos un almuerzo tranquilo y entre risas con cada locura de los tres. El día pasó entre recibiendo regalos, agradeciendo felicitaciones y me sentí mal al no tener ni un rastro de ella, ni siquiera por educación, alguien que claramente sabe que hoy cumplo años.

A eso de las 7:15 de la tarde me fui a duchar y como duro alrededor de dos horas arreglándome, me duche rápido y fui a mi armario para ver que me colocaba, decidí un vestido vinotinto corto tipo cóctel, de tirantes, hermoso, tacones de agujas negros, me hice una coleta alta, maquillaje suave y labial vinotinto, estaba lista, esperaba a los chicos pero decidí esperarlos abajo, raramente sucede que estoy lista antes que ellos, así que aprovecharé.

Iba a abrir la puerta cuando vi a Valentina en mi puerta apunto de tocar y sonreí sorprendida, ella se veía sonrojada y salí para saludarla, me dio un regalo, no podía creerlo, Juan Carlos nos interrumpió y algo dentro de mí se sintió mal por ello, nos despedimos y la vi partir, abrí la caja y era un collar, con un dige precioso con mi letra y un símbolo de abogada, me encantó y aunque no encajaba con mi vestido, igual le pedí ayuda a Juan para colocármelo.

Luego de estar todos listos, Paolo, Emiliano y Juan Carlos se veían tan guapos que no pare de halagarlos mientras se reían, supongo que íbamos a un restaurante, dicho y hecho llegamos a mi restaurante favorito y sonreí, me agarré del brazo de Paolo quién me dio un beso en la coronilla y entramos, me sentí rara al ver todo apagados y a los segundos escuché mucha gente gritar “Sorpresa". Me quedé en shock y luego de salir de shock miré a todos lados, cuando la vi.

No entendí que hacia aquí pero me sonreía y le sonreí de regreso, alzó una copa y me mordí el labio inferior, por algún motivo me encanta verla aquí y sólo quería ir a abrazarla pero sabía que esta sorpresa tenía la marca personal de Emiliano, no podía hacerle eso, decidí abrazarlo fuertemente y luego a mis hijos, los tres me felicitaron al unísono.

Luego todos se acercaron a felicitarme y sonreí agradeciendo, era mucha gente, en su mayoría personas del bufete, me alegré de ver a Laura incluso me avisó que su regalo ya estaba en la caja y me reí, vi acercarse a Adrián y sonreí mientras abría los brazos para alcanzarme y estrecharnos en un fuerte abrazo.

-¡Feliz cumpleaños Madrina! – gritó eufórico y me reí –
- ¡Feliz cumpleaños Madrina! – dijo mi pequeña Sara y le abracé fuerte –
- ¡Feliz cumpleaños comadre! – exclamó Josh sonriente y lo abracé entre risas – comadre te presentamos a Valentina la gemela de Fernanda – me quedé petrificada al ver a mi vecina al lado de Fernanda –
- No me estaba volviendo loca – susurré y oí risas –
- Así nos quedamos todos comadre – decía entre risas Josh y asentí –
- Vecina que gusto verte de nuevo, ¡feliz cumpleaños! – dijo Valentina y luego oímos la voz de Fernanda –
- ¿Vecinas? – Preguntó en un susurro –
- Sí Fer, que pequeño es el mundo ¿no? – Fernanda asentía –
- Feliz cumpleaños de nuevo – dijo Valentina sonriente y me abrazó, sonreí y cerré los ojos –
- Gracias cariño – susurré y se separó centímetros, pude ver sus ojos iluminarse y me sonroje –
- Me gusta verte sonrojada – susurró y me reí –
- Comadre – dijo Fernanda y nos separamos entre miradas cómplices Valentina y yo – ¡Feliz cumpleaños! – me abrazó y suspiré, sentí mi piel erizarse con su contacto – espero la pases muy bien mi amor – me susurró y cerré los ojos –
- Gracias mi amor – le susurré y nos separamos –

Nos quedamos mirándonos y luego le agradecí a todos, Emiliano pidió que diera unas palabras y me reí pero di mis palabras de agradecimiento, la verdad estaba impresionada de este maravilloso regalo, pero algo me hacía voltear sólo a ver a Valentina, no entiendo que me sucede.

-¿Bailaría conmigo señora? – pregunta caballerosamente Paolo y me reí dándole mi mano y acercándonos a la pista –
- Gracias caballero – le respondí y nos pusimos a bailar cada canción que pudimos –
- ¿Me la presta señorito? – mi hijo asintió sonriendo – Espero la estés pasando muy bien comadre, mi hermano se esforzó porque todo saliera perfecto – me decía Josh mientras bailamos y sonreí –
- La estoy pasando de maravilla compadre – asintió y bailamos dos canciones más –

Llegaron mis amigos Fausto, Alejandra y Joaquín grité como loca y los abracé eufórica, hablamos un montón, bebimos muchísimo y apenas la noche comenzaba, les presenté a mis compadres, a mi vecina, llegaron mi familia, estaba tan feliz, no podía creer toda esta fiesta hermosa.

Traición Where stories live. Discover now