XLIV. "Perdóname"

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Valentina

Estaba frente a mi madre, no podía creerlo, sus ojos marrones, su cabello castaño, su piel blanca, estaba frente a ella después de 20 años, y no sabía cómo reaccionar, se acercó a mí y acarició mi rostro intentando creer que realmente estoy frente a ella y cerré los ojos fuertemente creyendo que lo siguiente serían gritos tras gritos como hace 20 años, pero en cambio sentí sus brazos rodearme en un fuerte abrazo, la abracé fuertemente y lloré, lloramos, Fernanda se unió a aquel anhelado abrazo donde todas mis piezas encajaron a la perfección y por primera vez en 20 años me sentí totalmente completa, quizá esto es lo que yo necesitaba… a mi madre.

-¿Vieja quién... – nos separamos y pude ver de frente a aquel castaño ojos verdes que hace 20 años me partió el alma y más – Hija – susurró y su mirada era de arrepentimiento –
- Padre – susurré, mi pecho estaba agitado y no sabía que hacer –

Se acercó a mí y agarró mis mejillas, me susurró lo que más necesité en todos estos años para seguir adelante un “perdóname”. Ahora que lo oigo, me doy cuenta que siempre lo necesité para seguir adelante, nos abrazamos fuerte, mis padres siempre fueron las dos personas más importante aparte de mi gemela y el no tenerlos me dolía tanto, como separarme de mi hijo.

No podía creer que esto estuviera pasando, los tenía frente a mí y me estaban pidiendo perdón, era el momento de regresar, sí que era el momento de volver, suspiré suavemente al sentir los brazos de mis padres rodearme en un abrazo, era aquí donde necesitaba estar, puedo vivir en paz o morir en paz como sea.

-¿Cuándo volviste? – preguntó mi mamá entrando a casa –
- Hace más de un mes madre – ella asintió y miré a mi padre quien estaba ido –
- ¿Te casaste? – preguntó mi padre –
- Sí, pero nos divorciamos hace 4 años – respondí pausadamente –
- ¿Mujer? – volteé a ver a mi madre quién me miraba fijamente y asentí sonriendo de lado –
- Hija perdóname por ser mal padre, por abandonarte – me agarró de las mejillas y pude ver la sinceridad en sus ojos verdes, sonreí satisfecha –
- Tranquilo pa, a ambos los perdono – lo volví a abrazar y lo oí suspirar –
- ¿Vamos a comer? – Fernanda aplaudía y nos reímos –

Fuimos a cenar por lo tarde que se había hecho y noté a Fernanda ida, como preocupada, le apreté la mano cuando nos sentamos en la mesa del restaurante y sonreímos, por alguna razón necesitaba darle fuerza y decirle que aquí estoy yo siempre que me necesite.

Pasamos un rato ameno, entre risas y malos chistes, mis anécdotas y los recuerdos de Fernanda, hasta que se quedó en un trance y le dije que era momento de que hablará con nuestros padres, pero estaba rehúsa hasta que logré convencerla, nuestros padres estaban atentos y se abrazaron para saber aquella noticia que debía decirle Fernanda.

-Ante todo, yo no planeé nada de esto – su voz empezaba a quebrarse así que decidí entrelazar nuestras manos para darle fuerza – padres yo – nuestro papá la interrumpió –
- Lo que sea te vamos a apoyar hija – dijo con calma y Fernanda me miró, le sonreí –
- Ya no amo a Josh – nuestros padres se quedaron mudos y luego mamá reaccionó –
- ¿Lo vas a dejar? – preguntó luego de un rato –
- Puede ser que sí – susurró Fernanda –
- Pero siento que no acaba allí – papá nos miró a ambas y Fernanda inhalo y exhalo profundamente –
- Me enamoré de una mujer y que aparte es mi comadre, porque es Carlota – dijo todo tan rápido que apenas y la entendí, le apreté la mano dándole fuerzas y nuestros padres ahora sí estaba en shock –
- ¡Mierda! – susurró papá y miré a Fernanda quién estaba aterrada – hija lo mejor es que hables con Josh, te vamos a apoyar siempre porque eres nuestra hija pero no esta bien lo que haces – aconsejó papá acariciando la mano de Fernanda y sonreí feliz de oír sus palabras –
- Gracias papá – Fernanda lo abrazó fuerte y me crucé de brazos sonriente –

Luego de aclarar muchos puntos en los que mamá estaba confundida, decidimos pagar y volver a casa, donde duramos un rato más y nuestros padres se fueron a dormir, subí a mi cuarto me cambié y bajé encontrándome a Fernanda pérdida en sus pensamientos mientras tomaba café, carraspee y me miró sonriendo de lado.

-¿Qué sucede? Te vi muy pérdida en toda la noche – le pregunté sentándome en el sillón de la barra –
- No sé, ando muy inquieta, Adrián me dijo que Josh salió y no dijo con quién y no es Emiliano porque Paolo le hubiese dicho – respondió mirando a algún punto y eso me inquietaba –
- ¿Con quién crees tú? – pregunté tanteando –
- No lo sé, la verdad – susurró y asentí – lo que sea que esté haciendo me esta poniendo nerviosa por alguna razón que desconozco, tengo un mal presentimiento Valentina – volteó a verme y pude ver miedo en sus ojos, me levanté del sillón y rodee la barra para atraerla en un fuerte abrazo –
- Todo va a estar bien gemela – le susurré mientras acariciaba su espalda –

La verdad es que hasta yo siento la inquietud de mi hermana y me la pega, por alguna razón que desconozco siento que las cosas en la ciudad no están bien, espero equivocarme, pero mientras tanto seré la fuerza de Fernanda, le pedí que subiéramos a ver alguna película y aceptó sin pedir mucho.

Cuando subimos puse una película aleatoria, mientras Fernanda se cambiaba y se lanzaba a la cama, me reía porque de pequeña ella siempre hacía eso y nos regañaban a ambas por eso, le hacía cariño en el cabello hasta que a mitad de película se quedó dormida y apagué todo, miré a mi hermana dormir tenía tanta paz que rogué a Dios y el universo que siguiera así incluso al llegar a casa, me levanté de la cama y me acerqué a la ventana, mi celular sonó y decidí acercarme para que el sonido no despertará a Fernanda, iba a colocarlo en silencio cuando una notificación me dejo fría.

-“Le conté toda la verdad a Josh… Carlota" 12:05 a.m. – parpadee mil veces para asimilar aquel mensaje y volteé a ver a Fernanda quién dormía y rogué que jamás saliéramos de este pueblo, porque su mundo se va a venir a pedazos –

Apagué el celular y busqué el de ella, encontrando 10 llamadas pérdidas de Josh, lo apagué también y le pedí perdón mentalmente a mi hermana, pero era lo mejor por ahora que dormía y que mañana iba a tener que luchar contra un demonio que está por desatarse, me acosté junto a Fernanda y la abracé fuerte como cuando éramos pequeñas y le temía a los relámpagos, así me quedé dormida en segundos.

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