Capítulo XXXI - Titus

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Titus llevaba más de un mes en la FFL y ya era conocido por varios cuarteles de la Resistencia. La iglesia de Milán era solo uno de los tantos que se escondían dentro de la USEE.

Su "poder" (como él lo llamaba) curaba sus heridas cada vez con mayor velocidad, lo que le había servido para completar muchas de las tareas que le encomendaban. La mayoría eran simples y con la ayuda de Sasha no demandaban mucho esfuerzo. Ella era el intelecto, la paciencia y la razón que calmaba a la fuerza, el ímpetu y la energía de Titus, equilibrando esa nueva dupla que se había armado. Además, él disfrutaba la compañía de Sasha: siempre argumentaba que ella era su musa inspiradora.

Aún eran novatos, pero los altos mandos habían puesto grandes expectativas en ese dúo, especialmente en el joven iniciado, apodado como el pequeño Sócrates, por pertenecer al grupo de "Los Filósofos".

Dos semanas antes habían tenido su iniciación. Con la marca de fuego sobre sus corazones, daban el primer paso hacia una nueva vida, no solo de batallas sino de sabiduría. Todos los días los obligaban a estudiar. Pasaban horas leyendo libros antiguos que enseñaban el arte de la guerra, historia, espionaje, supervivencia y muchas otras prácticas esenciales para su nueva labor. Las horas que sobraban las dedicaban a meditar, y cuatro veces por semana iban a practicar artes marciales.

Titus, a diferencia de Sasha, completaba la mayoría de las tareas que le encomendaban con un amplio desgano, exceptuando sus clases de Kung Fu con el maestro Ching Cho: era el único momento que solía disfrutar. Su cabeza dejaba de trabajar y, ni su madre, ni su hermano aparecían en esas intensas dos horas de entrenamiento.

Ching Cho era un sobrenombre budista, nunca supieron el verdadero nombre de su maestro. Le habían preguntado en varias ocasiones, pero el maestro Cho cambiaba de tema sin dificultad, o en el peor de los casos, ejecutaba sobre sus alumnos un par de golpes de práctica que hacían olvidar cualquier interrogante.

Dentro de la Resistencia se convivía con gran variedad de creencias religiosas: todas eran respetadas y cada miembro de la FFL estudiaba un poco de cada una, aunque la gran mayoría se parecían. El maestro de historiasiempre decía que, si la humanidad hubiera comprendido esto siglos atrás, sehabrían evitado numerosas guerras religiosas, como la guerra de la expansiónmusulmana, que enfrentó principalmente a árabes e imperio bizantino, o lasCruzadas en el cristianismo en busca de recuperar Tierra Santa. Tambiénmencionaba la guerra de liberación entre judíos y sus vecinos árabes, queculminó con la desaparición del Frente de Defensa Árabe debido a una innovadoratecnología bélica desarrollada por los israelíes. Este conflicto, literalmente,generó el genocidio más grande de la historia árabe, llegando casi a hacerdesaparecer la población de los países que formaban parte de ese frente:Palestina, Egipto, Siria, Jordania, Líbano e Irak.

Titus caminaba con Sasha hacia el cuartel bajo el domo de la iglesia de Milán. El Magister les había ordenado que anduviesen juntos, ya que pasarían desapercibidos al actuar como pareja. A Titus no le molestó la idea; es más, cuando recibió la noticia no supo disimular su felicidad, ruborizándose por completo.

—¿Ves a alguien?

—No hay moros en la costa —aseguró Sasha y entraron a la iglesia a través de los escombros.

Tomaron por el pasadizo secreto hasta la antesala. Una vez adentro, Sasha se sintió tentada por el hambre y fue directo al banquete que tenían preparado. Siempre agasajaban con pequeñas fuentes de comida y vino antes de comenzar las reuniones. En cambio, Titus fue directo a la sala principal donde se encontraba el Magister. Necesitaba hablar con él a solas sobre su madre.

Mientras cruzaba el cuarto de municiones vino a su cabeza la imagen de Marcus, encapuchado y esposado a una silla, ahora vacía, en el centro de la gélida celda. Ese mismo día en el que Titus conoció a la Resistencia habían trasladado al hijo de Salvador hacia el cuartel general de la FFL, ese mismo día en el que escuchó por primera vez la verdadera historia de sus padres y, finalmente, ese mismo y extraño día en el que murió y resucitó por primera vez.

DOS MUNDOS - Black Hole IWhere stories live. Discover now