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—Empezamos una nueva tarde del martes, para distraerte de tus obligaciones —sonrió Jooheon, mirando sus anotaciones—. Hoy tenemos un día... tremendo

—No todo es felicidad en esta vida... tenemos una mala noticia que contarles

Unos violines comenzaron a musicalizar el ambiente, Jooheon se apartó un poco del micrófono para no reírse y arruinar el momento. Chang también apretó sus labios y apartó la mirada de su amigo antes de seguir hablando.

—Nos prohibieron dejar planillas para dedicar canciones

—Se ve que la gente no entendió que no había que escribir insultos —agregó el pelirrojo, acomodando una de las planillas—. Procedo a leer

—Para —interrumpió Changkyun con una risa—, nos van a dejar sin programa

—Este es muy bueno, tengo que —rió y aclaró su garganta para comenzar a leer—. "Sos una..."

—¡Para! —volvió a interrumpir.

—Confía en mi, tengo nombres e insultos censurados —Changkyun se alejó del micrófono cubriendo su boca con la mano y Jooheon siguió—. "Sos una... no te importó todo lo que hice por vos, me terminaste pagando de esta manera, pedazo de..."

—Basta, suficiente

—Y le dedica un tema, "Cheater cheater bestfriend eater" Dios ¿Otro más largo no tenías?

—Los dejamos con NeverShoutNever y volvemos

El cartel de vivo se apagó y los amigos soltaron la risa que tenían guardada. Changkyun estiró su mano para sacarle la planilla y leer el escrito por su cuenta, notando como era más extenso y con nombres incluidos.

—¿Hoy vas al taller? —preguntó Jooheon, llamando su atención.

—¿Taller? ¿Desde cuándo le decís así? —preguntó levantando una ceja.

—Minhyuk se enojó conmigo porque les digo cieguitos, pero no entiendo, son ciegos

—Está mal, es como si alguien para referirse a vos te llame "taradito". Ya sabemos que lo sos, pero tenes nombre

—Andate a la mierda —le revoleó la lapicera con enojo, el pelinegro llegó a cubrirse riendo.

La media hora pasó bastante rápido. Changkyun guardaba sus cosas con algo de prisa, esperaba llegar a escuchar el poema de Kihyun. Ayer logró convencerlo de leerlo, porque Ki todavía no sabía que su poema anterior había sido escuchado, el anonimato no le había funcionado gracias a Minhyuk. También quería tener su clase de braille, o ir al café.
  Una vez afuera esperaba impaciente a su amigo, quien se tomaba su tiempo en buscar la llave.

—El sábado vengan a casa, decile a Minhyuk y al chabon ese —avisó mientras cerraba el estudio.

—¿Hyungwon? —nombró levantando una ceja.

—Ese. También decile a Kihyun si quiere —guardó la llave en el bolsillo y lo miró, esperando respuesta.

—¿En serio?

—En serio, boludo, ¿qué pasa?

—No, nada —levantó sus hombros y negó—. Les digo. ¿A qué hora?

—A eso de las ocho, por ahí. Voy a hacer unas pizzas y comprar fernet

—Bueno... ¿Por qué? —Changkyun seguía confundido, no por los planes espontáneos que Joo hacía, sino por querer invitar a alguien con quien no se llevaba bien, o eso parecía.

—Bue, si no queres no —la paciencia del mayor se estaba agotando. Agarró su mochila del suelo y la colgó a su hombro—. Si quieren venir vengan y sino váyanse a la mierda

—Para no te enojes —golpeó su brazo para aligerar el ambiente y sonrió—. Después les digo

—Nos vemos

Changkyun miró unos segundos como su amigo se alejaba y volteó para ir en dirección al taller, apurando el paso para llegar a tiempo.
  Dio unos golpecitos en la puerta antes de abrirla y sonrió mirando al rubio, quien le devolvió la sonrisa y palmeó la silla a su lado.

—Buenas —saludó al grupo, dejando su mochila en el suelo para sentarse. El grupo le devolvió el saludo.

—Bueno ahora que vino Chang podemos leer, porque después se quejan que él no los escuchó —bromeó, acomodando las hojas que le habían entregado.

—¡Todavía sigo enojada! —dijo la chica, haciendo reír a los presentes.

—Me lo hubieras dejado, lo leía en casa —habló Chang, intentando no reírse de la situación.

—¿Sabes braille? —preguntó, bastante sorprendida.

—Kihyun me está enseñado —el castaño se sorprendió al ser nombrado. Chang sonrió al verlo.

—¡Deja de meterme los cuernos!

Kihyun rió a lo alto, contagiando al grupo incluso a la misma chica.
Minhyuk calmó la situación luego de que él calmara su propia risa y comenzó a leer.

Kihyun no podía concentrarse, quería seguir riendo de la situación solo por la vergüenza que sintió, pero cuando llegó su poema y Minhyuk dijo su nombre enrojeció por completo. Se suponía que tenía que estar en anónimo, aunque Chang se enojara con él.

—Fue más lindo que el mío, estoy enojada —acotó, cruzándose de brazos.

—Se suponía que era anónimo —dijo por lo bajo, pero llegaron a escucharlo.

—Ayer me dijiste que lo ibas a leer, ¿cómo que anónimo?—respondió el pelinegro.

—Uy, pelea de pareja —el viejo habló, logrando que los dos se sonrojaran al ser llamados "pareja"—. Vayan a pelear afuera che, ahora viene el mío

La hora pasó, incluso algunos poemas no habían sido escuchados, pero quedarían para la próxima semana.
  Changkyun saludó al grupo que se estaba yendo y se acercó a Kihyun, sorprendiéndolo con un beso en la mejilla.

—Estuvo muy lindo, ¿por qué no lo leíste? —se separó para verlo y darle su espacio para que arme su bastón.

—Me daba vergüenza —levantó sus hombros y sonrió—. Me alegra que te haya gustado

—Consigan una habitación —los molestó Minhyuk, viendo la situación con una sonrisa. Kihyun rió y negó con la cabeza.

—Callate vos —se quejó Chang—. Ah, Min, Jooheon dijo que vayamos el sábado a la casa

—¿El sábado?

—Sí, dijo que invites a Hyungwon. También te invitó, Ki —informó mirándolo. El castaño levantó una ceja intrigado.

—¿A Hyungwon también?

—Me quedé igual de sorprendido

—Bueno, después le aviso a ver si quiere ir

—Yo también tengo que ver si voy —dijo Kihyun. Minhyuk rió a lo alto mientras Changkyun golpeaba el brazo del mayor.

—Bueno, salgan que tengo que cerrar —los apuró.

—Nos vemos —saludó Kihyun, moviendo su mano en el aire mientras era empujado por Changkyun hasta la puerta.

—¿A dónde vamos? —preguntó Chang, agarrando la mano ajena para entrelazar sus dedos.

—Dejame ver...

—¡Basta! —se quejó, amagando a soltar su mano, pero Kihyun lo retuvo.

—Bueno, perdón, no me sueltes. ¿Vamos al café?

—Bueno... ¿me das un beso?

Kihyun sonrió y se detuvo, Changkyun imitó su acción, ladeando su cabeza cuando la mano del mayor llegó a tocar su mejilla para ubicarse y cortó la distancia unos segundos uniendo sus labios.

—Te extrañé —murmuró el pelinegro cuando Ki se separó.

—Yo también —respondió sincero, con un color rojo hasta en las orejas.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now