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Changkyun pensaba que no había nada más lindo que los labios de Kihyun haciendo puchero. El castaño intentaba explicar una forma simple memorizar cada puntito para las letras, pero Chang todavía se confundía y el mayor pensaba que era su culpa que no pueda recordarlo.
  "Seguro estoy dando mucha información" pensaba Kihyun, pero no era para nada el caso, Changkyun simplemente se distraía mirando su rostro, pensando en aquellos lunares que deseaba besar y esos labios que deseaba morder.

—¿Te cansaste? ¿Te aburrió? —preguntó Kihyun, pichando su dedo con el punzón algo nervioso. Se había emocionado explicando, aunque no quería saturar al menor con tanto.

—Te sigo escuchando —respondió, mientras apoyaba su cabeza en el hombro ajeno. El castaño sonrió, dejando el objeto puntiagudo en la mesa para llevar cuidadosamente su mano hacia el rostro del menor, donde acarició su mejilla.

—Suficiente por hoy, vas a tener que estudiar para la próxima clase —Changkyun asintió y cerró los ojos para disfrutar mejor las caricias.

—¿Cuándo es la próxima?

—El martes, ¿O no?

—Podríamos juntarnos más seguido —agarró la mano del mayor y dejó un beso sobre sus dedos antes de separarse y estirar su espalda—. ¿Qué decís?

—¿No tenés que estudiar?

—Bueno, ya entendí que no querés juntarte —Kihyun rió y comenzó a guardar sus cosas—. Toma la otra regla

—Quedatela, sino cómo vas a estudiar

—Es verdad —asintió, guardando sus cosas en silencio.

—Mañana no puedo, pero el jueves si —habló Kihyun luego de un rato. Chang sonrió y se levantó de su asiento, esperando a que el mayor hiciera lo mismo para guiarlo a la salida.

—Mi vieja no va a estar en casa, ¿Querés venir? Hago otro biscochuelo

—Fue mucho trabajo. Tomemos una cerveza con papitas —buscó la mano del menor y entrelazó sus dedos.

—¿Seguro? ¿No te va a hacer mal?

—Solo un vaso, cualquier cosa te queda el resto

—Quedé como un borracho —Kihyun rió a lo alto.

—Ya quedaste desde ese audio con Minhyuk —pronunció luego de calmar su risa.

Changkyun se sonrojó y quedó en silencio, pensando que ese día de borrachera le había dicho por primera vez que lo quería. Nunca se lo había dicho en persona, pensando en que podría incomodarlo o que ambos se quedarían en silencio luego de hacerlo, aunque Kihyun le había respondido de la misma forma sabía que también se avergonzaría.

—¿Te enojaste? —Kihyun le sacó de sus pensamientos, seguro había notado ese silencio tan repentino.

—No, estaba pensando —respondió rápidamente—. ¿Querés ir a tomar un helado?

—Me gasté lo único que me quedaba el otro día. Igual no me arrepiento, estuvo muy rico, menos el limón —rió y tironeó de su brazo a modo de broma. Changkyun sonrió ampliamente al verlo así de alegre, lograba que su corazón se acelerara con tan poco.

—¿Y en conito no te gusta? Te invito

—No, me mancho siempre, lo mismo con el palito

—Sos un nene chiquito

—Un nene chiquito que no ve

—¡Ay, Kihyun! —se quejó. El mayor volvió a reírse y soltó su mano para cubrir su boca, porque no podía soltar su bastón. Changkyun no pudo aguantar más y se abrazó al cuerpo del castaño, rodeando su cintura suavemente. Kihyun se tensó por un momento, pero cuando sintió unos labios sobre su mejilla volvió a sonreír—. Dejame decirte que me gusta mucho tu sonrisa

—No te dejo —bromeó, pero Changkyun estaba distraído en el sonrojo de sus mejillas. También quería sacarle los lentes oscuros y mirar el brillo de sus ojitos—. Me estás mirando muy fijo

—¿Cómo te das cuenta? —preguntó sorprendido. Kihyun levantó sus hombros y llevó su mano al rostro ajeno, donde acarició suavemente su mejilla.

—Quisiera ver tu sonrisa, seguro es muy linda, porque tenes un hoyuelo —dijo, pasando su dedo por el mismo.

Nuevamente el pelinegro quedó en silencio, algo apenado porque no podía hacer nada para poder cumplir el deseo de Kihyun. Solamente cerró sus ojos y se acercó para besar sus labios, de una manera lenta sin necesidad de morder o usar su lengua, no quería incomodar a Kihyun y menos en público por más que no haya nadie mirándolos. Se separó, dejando un último pequeño beso antes de retomar su posición y la caminata. Ambos siguieron en silencio, hasta que finalmente llegaron a la plaza, Chang lo había guiado hasta un asiento donde los árboles daban sombra.

—Gracias por dejarme enseñarte —habló luego de un rato. Chang lo miró atento—. Aunque tal vez no le enseñe a otros, creo que es muy difícil. Incluso hay institutos y esas cosas donde enseñan, yo no tendría a nadie

—No conozco ningún lugar de esos por la zona. Deberías intentarlo, te explicas bien —intentó darle ánimos, agarrando su mano—. Si yo lo pude entender, puede cualquiera

—Gracias —volvió a repetir. Chang sonrió mientras jugaba con los dedos del mayor.

—Kihyun —le llamó. El nombrado levantó su cabeza a modo de atención. Respiró profundo y dejando su mano tranquila finalmente se animó a hablar—. Te quiero

El castaño escondió una gran sonrisa atrás de su mano libre, sintiendo como su rostro y orejas comenzaban a arder—. También te quiero —respondió, abriendo sus brazos para invitarlo a un abrazo. Changkyun no tardó en acercarse y abrazarlo con fuerza, pensando en que jamás querría soltarlo.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now