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—Se está tardando, solo vine por esto —se quejó el pelirrojo, estirando sus brazos detrás de su cabeza.

—No creo que acepte estar con nosotros

—¿Por qué? —Changkyun no respondió, pero con tan solo una mirada Jooheon entendió a lo que se refería— ¿En serio? Entonces estamos perdiendo el tiempo acá

—Dije "creo" —rodó sus ojos— deberían hablar

—¿Sobre qué? Ya lo hablamos. No me hagas sentir mal, vos mismo me dijiste que no lo ilusione y eso hice, Min es mi amigo y solo lo veo de esa forma

—Bueno, pero...

Changkyun quedó en silencio y miró hacia la puerta, donde Minhyuk estaba con una ligera sonrisa. Jooheon soltó un leve suspiro y apartó su mirada, seguro había escuchado todo.

—Me quedé hablando un rato con Kihyun, por eso tardé

—¿Ya se fue? Quería preguntarle algo

—Debe estar saliendo, anda a buscarlo —colgó mejor su mochila al hombro y miró a ambos— tienen razón, no creo que esté con ustedes, perdón

—Bueno, no pasa nada —murmuró Changkyun, levantándose de su asiento— después arreglamos bien entonces

Jooheon asintió con la cabeza mientras se levantaba. Había perdido su tiempo y había hecho sentir mal a Minhyuk, ya su humor cambió y si se iba cuanto antes mejor. Mientras el rubio daba media vuelta para irse, Changkyun esperaba a que su amigo cierre la puerta, seguramente tenía que llevar la llave.

—Anda con Kihyun, yo devuelvo esto

—¿Seguro? —lo vio asentir, pero lo notaba raro. Después hablaría con él.

[...]

Odiaba con todas sus fuerzas aquella esquina de la universidad. Entre los vehículos y la gente casi gritando no podía escuchar el sonido para cruzar, incluso comenzaba a dolerle la cabeza.

—Kihyun —verlo dar un pequeño salto en el lugar hizo que Changkyun mordiera su labio para no reírse— perdón, no te quise asustar

—No pasa nada —sonrío ligeramente, apretando un poco su bastón— pensé que tenías clases

—Ah no, sigo de vacaciones. Solo fui por un tema con la radio

—Cierto, lo olvidé —asintió un par de veces— ¿Todo bien?

—¿Y si vamos a otro lado para hablar? Están mirando raro —murmuró mirando a su alrededor.

—Al menos pueden ver —rió, mordiendo su labio después de unos segundos— tengo que dejar esos comentarios

—Sos muy raro, ¿Sabías? —apoyó una mano en su hombro para guiarlo hasta la otra vereda, pero al llegar no la apartó.

—¿Qué le dice una madre a su hija ciega? —Changkyun levantó una de sus cejas y lo miró. Kihyun apretaba sus labios, como aguantando una risa.

—¿Qué le dice?

—"Como vuelvas a portarte mal, te cambio los muebles de sitio"

Changkyun cubrió su boca mientras Kihyun se reía de su mismo chiste malo.

—No me hagas reír con esas cosas, me hacen sentir mal —comentó el pelinegro.

—Bueno, no lo hago más

—Ojalá lloviera —dijo después de un rato. Kihyun sonrió ampliamente, contagiando al menor.

—Ojalá yo también

Ambos rieron a lo alto por el chiste malísimo que habían entendido al instante. Aunque hubo un momento donde Changkyun se quedó perdido mirando aquella gran sonrisa que Kihyun tenía en su rostro, se quedó perdido en esos hoyuelitos que se le marcaron por debajo del anteojo, en su nariz algo arrugada y en sus colmillos que le parecieron adorables.
  Chang apartó su vista y respiró hondo. No debía verlo de esa forma, estaba mal.

—Por cierto ¿A dónde vamos? —preguntó Kihyun, una vez reguló su respiración.

—No sé, te estaba siguiendo

—Yo te estaba siguiendo a vos, tenes apoyada tu mano —Changkyun abrió sus ojos sorprendido y retiró su mano.

—No me di cuenta, perdón

—¿Vamos a tomar un café?

—Está bien

Kihyun levantó su mano y se aferró al hombro del menor, esta vez para ser guiado como era debido.
  Por alguna razón ahora ambos caminaban en silencio, pero no era incómodo. Changkyun tenía en mente preguntarle su número de teléfono, mientras que Kihyun con tan solo pasar una hora con él como era costumbre estaba bien, luego podría volver a su casa e intentar no sentirse inútil.

Una vez en el mismo local de siempre, con los mismos pedidos de siempre y en el lugar "privilegiado" de los sillones, ambos volvieron a tener una conservación con chistes malos y críticas a la sociedad. Ambos tenían casi el mismo pensamiento, incluso podrían decir que aprendían uno del otro. Una relación que se formó solo con un club de lectura y un café.

—Antes de que me olvide —habló Changkyun, dejando su vaso helado sobre la mesa— el otro día escuché a tu madre decir que tenes teléfono

—¿Vas a preguntar cómo lo uso?

—No... bueno, ahora tengo la duda —respondió confuso— pero quería tener tu número

Kihyun dejó de tomar, reflexionando un momento sobre qué hacer. ¿Hace cuánto no usaba su celular para hablar con alguien aparte de su madre?
  Palmeó su bolsillo y sacó el mismo, para luego apoyarlo en la mesa.

—No me acuerdo el número, pero podes agendarte y después llamarte —sonrió, volviendo a tomar su café.

Changkyun sonrió y agarró el mismo, pidiendo permiso se dispuso a anotar su número y llamar, como le había indicado.
  No lo decían, seguramente nunca iban a decirlo, pero ambos estaban emocionados de que seguramente iban a poder hablar más y por qué no también salir más.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now