15

401 83 14
                                    

Kihyun retiró sus anteojos y luego la bufanda, soltando un ligero suspiro. Debía ir al baño para sacarse un poco el cabello, lo sentía húmedo debido al incidente del paraguas, pero al parecer sus planes fueron interrumpidos por la mujer.

—¿Es tu amigo? —preguntó, poniendo una mano en su hombro para que camine hacia la sala.

—Podría decir que sí —levantó sus hombros y sintió como la mano lo soltó. Se sentó en el sillón y apoyó su cabeza contra el respaldo.

—Te estaba abrazando

Kihyun apretó sus labios, sabía por dónde iba la conversación y no le gustaba. Se recompuso en el asiento y finalmente se levantó, quería irse a su habitación lo más pronto posible.

—El paraguas era chico, no entrábamos sino —murmuró, alejándose de la mujer antes de que siga hablando.

Kihyun frotó sus sienes apenas se encerró en su habitación, su cabeza comenzaba a dolerle como casi todos los días, pero no le daría atención más que nada porque sus pensamientos estaban en otra cosa, en Changkyun precisamente.
  Esa sensación de tener el brazo del menor rodeando su espalda todavía seguía presente, causándole una ligera sonrisa. Kihyun no se dejaba tocar, incluso mucho antes de estar ciego, no le gustaba que invadan su espacio personal a menos que sea alguien de total confianza o que él dejara, pero cuando lo hizo Changkyun fue totalmente inesperado, mas no le disgustó.

Kihyun lo consideraba un amigo, pero tenía ese miedo de que Changkyun estuviera a su lado por lástima, aunque muchas veces demostró que no era así ese miedo quedaba en su interior, aunque sea un poquito.

[...]

Ya con su ropa seca luego del cambio, Changkyun buscó por su escritorio aquel antifaz que Kihyun le había dado. Al estar solo en casa podía usarlo sin que su madre le regañara, incluso si rompía un vaso podría comprar otro al día siguiente.

Ni se tomó la molestia de darle un último vistazo a la casa para saber dónde se encontraba cada cosa, solamente se lo colocó y comenzó a caminar despacio fuera de la habitación. Su misión era prepararse un sándwich y servir su vaso con gaseosa.
  Una vez en la cocina, pasó a abrir la heladera, donde tanteó con cuidado su interior. Con lo necesario en mano, se acercó a la mesada, donde comenzaría a cortar el pan, poner mayonesa y luego el resto. Una vez listo mordió un trozo, escupiendo todo luego de masticar y saborear.

—¿Que mierda? —retiró el antifaz y parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz. Al instante vio el sobre del aderezo, le había puesto mostaza en vez de mayonesa.

Chasqueó su lengua y sin ganas comenzó otro sándwich, ahora viendo todo.
  Mientras comía en el sillón y el televisor le hacía compañía, pensaba en lo que había sucedido en la tarde. Según recordaba aquella mujer, mamá de Kihyun, dijo algo sobre un celular. Eso le hacía pensar en que podía de alguna forma seguir manteniendo contacto con el mayor y no solo esperar a los martes para verse... bueno, verlo.

  Definitivamente le pediría su número, si es que Kihyun lo recordaba, o si quería. Le daba mucha curiosidad saber cómo manejaría aquel aparato y qué haría con el. Porque para Changkyun desperdiciar sus noches con videos de YouTube era indispensable.

Aunque dejó de lado sus pensamientos cuando su teléfono comenzó a vibrar y al agarrarlo notó que Minhyuk lo estaba llamando. Sería una larga noche charlando con su amigo.

el sonido de tu voz ¡! changkiWhere stories live. Discover now