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Los días de calor comenzaban a llegar, el invierno se iba y daba comienzo a la primavera. A muchos les gustaría, pero Kihyun era más de los climas fríos. Le gustaba usar buzos y camperas, también bufanda y si era necesario un gorro. En cambio, con calor no podías usar menos que una remera y seguir sintiendo calor. Ni hablar de las inseguridades que sentía con su cuerpo, esta vez su madre le había dicho que este año tenía más moretones, seguramente por el cambio de los muebles, Kihyun se olvidaba y se chocaba constantemente.

Ahora mismo se encontraba golpeando la puerta del aula, entrando mientras preguntaba si había alguien presente. Minhyuk, bastante sorprendido por la llegada tempranera del castaño, dejó el libro que estaba leyendo y lo invitó a sentarse con una sonrisa, la cual Ki no podía ver, pero Min desprendía un aura alegre.

—¿Qué te trajo tan temprano? —preguntó curioso, acomodando su silla para acercarse.

—¿Estamos solo nosotros? —ante la respuesta positiva, Kihyun tomó aire y con una sonrisa habló—. Pasó algo

—Uy chisme, me encanta. Contame —dijo emocionado, dando golpecitos suaves en la pierna ajena.

—El martes pasado Changkyun me invitó a su casa. No sé cómo me animé y le dije que me gustaba —sonriente y algo sonrojado, Minhyuk podía guardar esa carita como una de las más tiernas que haya visto.

—No lo puedo creer, ¿Qué dijo? —volvió a indagar.

—Dijo que también le gustaba, pero no sé, algo en mi cree que lo dijo por lástima o algo —su sonrisa se borró ligeramente, porque ese pensamiento lo iba a perseguir hasta tener una respuesta clara.

—Ay Ki —se quejó el rubio—. Creeme que él te quiere, en serio

—Pero es tan raro, ni siquiera puedo imaginarlo. Sé que tiene el pelo negro, mi altura y casi nada más, no sé nada de él —dijo algo triste. Min mordisqueó sus labios pensativos hasta que con casi una risita habló.

—¿Viste la película El cadáver de la novia?

—Algo la recuerdo, ¿por qué?

—Changkyun, es muy parecido al protagonista, Victor

—¿El dibujito? —Kihyun rió a lo alto y cubrió su boca—. Creo que podes tener razón

—Un día con Jooheon viendo esa película nos recordó muchísimo a Chang, hasta él mismo dijo que se parece —rió al recordarlo.

—Hablando de Jooheon... ¿Qué pasó con él?

—Es un tarado, ya no me gusta —Kihyun rió nuevamente—. No sabes, estoy viéndome con uno de ingeniería. Es hermoso, un poco más alto que yo, tiene el pelo gris

—Después le echo un ojo —bromeó, esta vez Minhyuk rió—. ¿Cómo se llama?

—Hyungwon, tiene un año menos que yo, pero lo conoces y le besas hasta el cerebro, es perfecto

—Espero que él no te desilusione

—Espero lo mismo —asintió Min. Volvió a golpear su pierna y lo miró—. Volviendo al tema de Chang, tienen que hablarse. Estoy seguro de que harían una pareja hermosa

—Pero no quiero ser una carga para él —murmuró, rascando sus dedos por el nerviosismo—. También siento que se aburre o que no tenemos un tema de conversación

—¿Por qué serías una carga? Kihyun sabes hasta cocinar, yo vivo a delivery —agarró su mano y apretó la misma suavemente—. No tengas miedo y si no funciona al menos lo intentaste

Kihyun apretó sus labios y luego de unos segundos asintió, porque no perdía nada al jugársela.
 
 
[...]
 
 
—No puede ser —se quejó Jooheon apenas la puerta de su salón fue abierta—. Tremendo calor, hoy nos morimos

—No podemos meter un ventilador, los micrófonos son una cagada —dejó su mochila en el suelo luego de sacar su cuadernillo y se sentó en su lugar de siempre—. Hoy por suerte no hay invitados, solo las recomendaciones de música

—Ah, menos mal —se sentó y esperó a que el encargado de la producción les avisara para comenzar—. ¿Alguna cita graciosa?

—No, pero le dedicaron una a Minhyuk —dijo sorprendido. Jooheon levantó una de sus cejas curioso—. No dice quién es, después le pregunto si sabe algo

—Ya tiene otro levante

—¿Celoso? —bromeó, más que nada porque le gustaba cómo se enojaba rápido. El pelirrojo chasqueó su lengua y se puso sus auriculares cuando vio la señal que iban a vivo.

—¿Vas con los cieguitos después?

—Sí, y no les digas así —tomó un poco de agua para aclarar su garganta y se colocó los auriculares.

—¿Y cómo les digo? Es lo mismo que decirles ciegos

Changkyun iba a seguir la discusión, pero el aviso de que empezaban lo hizo callar. Ambos saludaron como solían hacer y luego pasaron a la tanda de música, ya que no había nuevas noticias de la universidad.
  Chang mientras esperaba a volver al aire nuevamente, buscaba en su celular los temas que había guardado en los días que estuvo escuchando música, porque quería dedicarle una a Kihyun. Tenía pensado al menos tres canciones, pero sentía que no le iban a gustar o que la letra no definía bien lo que sentía.
  Jooheon notó esos pensamientos dispersos, ya que Changkyun no era alguien que se pasaba con su teléfono todo el rato.

—¿Qué pasa? —preguntó, sacándose los auriculares para descansar sus orejas.

—Le quiero dedicar algo a Kihyun, pero no sé cuál

—¿Qué onda con él? No contaste más nada

—Dijo que le gustaba —contó con una sonrisa. Jooheon abrió su boca sorprendido—, pero después dijo que haga de cuenta que nada pasó, cuando yo también le dije que me gustaba

—Debe pensar que es mentira —Chang formó un ligero puchero en sus labios—. ¿Saldrías con él?

—Supongo que sí

—¿Supones?

—Me gustaría, mucho, pero también tengo miedo —bloqueó su celular y lo guardó en su bolsillo—, miedo a que me rechace

Jooheon iba a responderle, pero unos golpes en la ventana de producción los hizo sobresaltar. Ambos miraron a su compañero, el cual señalaba exageradamente hacia arriba. Al dirigir su vista al lugar señalado, Changkyun abrió sus ojos por completo, cubriendo su boca para no seguir hablando.
  La luz de "Vivo" estaba encendida y no sabían desde cuándo, pero estaban seguros de que toda la universidad escuchó la conversación.

el sonido de tu voz ¡! changkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora